Feijóo da por cerrado el frente europeo y evita el de la lengua
El PP exhibe unidad mientras Vox, su principal competidor en la derecha, se abre en canal
En el hall del hotel a las afueras de Toledo donde el PP reunió ayer a casi 700 cargos públicos, un presidente autonómico recordaba, relajado, que hace justo un año que Pablo Casado abrió la caja de Pandora. Fue en septiembre cuando el exlíder del PP cometió el error político de pretender igualar a Isabel Díaz Ayuso y a José Luis Martínez Almeida en la carrera para presidir el PP de Madrid, cuando todo el mundo sabía que la presidenta de la comunidad aspiraba a ese puesto y estaba convencida de que lo merecía. Lo que pasó después es historia, pero transcurrido un año ―así de cambiante es la política― el PP exhibe unidad, mientras observa con placer cómo Vox, su principal competidor por la derecha, se abre en canal. Macarena Olona estaba ayer las conversaciones de todos los corrillos de los dirigentes del PP en Toledo. Los populares se frotan las manos con “la Yolanda Díaz de Vox”, en palabras de un miembro de la cúpula. El desafío de la exdiputada y excandidata por Andalucía a Santiago Abascal es la mejor noticia que Alberto Núñez Feijóo ha recibido esta semana en la que se le acumulan los frentes. Cuando creía haber cerrado el europeo por el impuesto a las energéticas, se le ha abierto uno nuevo, por la política lingüística.
La presidenta de la Comisión Europea fue la estrella invitada en la reunión interparlamentaria del PP, un evento pensado para fijar las prioridades del partido para el nuevo curso al que acudieron los barones y diputados de todo el país. La imagen de Ursula von der Leyen apareció por sorpresa en la pantalla del auditorio con un mensaje para Feijóo. La dirigente conservadora envió un vídeo grabado de apoyo al líder popular pensado para dar oxígeno al PP después del desencuentro de esta semana. Von der Leyen es vista con recelos entre sus correligionarios españoles por su “especial relación de complicidad con Pedro Sánchez”, y había dejado con el pie cambiado al PP al pronunciar un contundente discurso en Estrasburgo en favor de un impuesto a las energéticas al que el PP había votado que no en Madrid. Tras el choque, los populares modularon su mensaje y Feijóo prometió que si el diseño del impuesto se ajusta al de Europa, el PP rectificará y lo respaldará. Pero hacía falta escenificar un cierre de la brecha abierta entre el PP y la máxima dirigente comunitaria del Partido Popular Europeo.
En su discurso grabado, Von der Leyen defendió, sin citarlo, el impuesto a las energéticas, por el necesario “equilibrio entre economía de mercado y la responsabilidad con los ciudadanos que trabajan duro”, un mensaje que revela una visión socioliberal de la economía que choca con la de algunos sectores ultraliberales del PP español. Pero también compensó con palabras en favor de las empresas, pidiendo “encontrar nuevas e inteligentes maneras de aliviar la carga sobre los hombros de las empresas, que proporcionan salarios y puestos de trabajo a las personas”. “Necesitan aire, y lo necesitan ahora”, enfatizó la dirigente comunitaria. Sin embargo, la presidenta de la Comisión sigue sin convencer en el PP. En Toledo, un dirigente popular resumía el malestar en el partido tras escucharla: “Es una bienqueda. Demasiado”.
Con el frente europeo más o menos resuelto, el equipo de Feijóo se afanaba ayer en explicar la ausencia del líder en la manifestación de este domingo en Barcelona en defensa del castellano en la enseñanza en Cataluña. La secretaria general, Cuca Gamarra, representará al PP en la protesta, a la que sí asistirán el líder de Vox, Santiago Abascal, y la de Ciudadanos, Inés Arrimadas, y dirigentes populares como Cayetana Álvarez de Toledo. Feijóo ha pisado un tema muy sensible, pero en su equipo aseguran que han sopesado todos los pros y contras de no asistir. No lo hará, según la explicación oficial, porque no podía abandonar la interparlamentaria del PP que estaba convocada con anterioridad y que él clausura el domingo. En su gabinete defienden también que Vox “no les marca el paso”. “Vox tiene un mensaje muy pequeño. Nosotros no somos eso, somos un partido de amplio espectro”, argumentaban fuentes del entorno del líder popular, que cuenta con la ventaja de que la extrema derecha no está ahora en su mejor momento.
Un año después de la gran batalla interna, Ayuso asiste como una más a los eventos del PP, aunque no renuncia a dejar su sello. En Toledo, la líder madrileña aprovechó para ridiculizar la última campaña del Ministerio de Igualdad sobre la masculinidad, titulada “El hombre blandengue”, y para utilizarla en contra de Pedro Sánchez. “Me sorprende cuando viene de un Gobierno que dice que hay poderes fácticos que lo controlan todo”, ironizó Ayuso antes de dirigirse al presidente del Gobierno. “Cuando tienes todo bajo tu mando y no eres capaz de llenar de ilusión absolutamente nada, ¿quién es el hombre blandengue?”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.