Sánchez ratifica su apoyo a la propuesta marroquí sobre el Sáhara y Podemos le acusa de seguir la estela de Trump

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha explicado este miércoles en el Congreso el cambio histórico en la posición española sobre el Sáhara, casi dos meses después de que el Ejecutivo lo hiciera público. Ese giro implicó que España tomase abiertamente partido por Rabat al considerar su propuesta de autonomía como “la base más seria, realista y creíble para la resolución del contencioso” en la excolonia española, una frase que el presidente ha repetido hoy de manera exacta en la Cámara. Sánchez ha subrayado que la nueva relación con Marruecos deja “fuera de toda duda” la soberanía española de Ceuta y Melilla, ciudades donde espera que en breve se abra una “frontera aduanera normal, con comercio regular y regulado, como la mejor manera de que no regrese el comercio atípico”. El PP ha subrayado la “soledad” parlamentaria del presidente, tras constatar que ningún grupo parlamentario, menos el socialista, ha apoyado el Gobierno.

El presidente ha insistido en que la propuesta autonomista de Marruecos sobre el Sáhara es la “base más seria, creíble y realista” para resolver “un conflicto demasiado largo”, pero ha remarcado que las condiciones tienen que ser aceptadas por ambas partes, incluido el Frente Polisario, y en el marco de la ONU. “Necesitamos una salida de consenso”, ha añadido. Sin embargo, Unidas Podemos, su socio de coalición, ha mantenido su postura sobre el Sáhara: “Marruecos es la potencia invasora del Sáhara, donde el cambio de postura es una herencia de las políticas de Donald Trump”, ha dicho Pablo Echenique.

“España tiene un interés especial en resolver este conflicto”, ha dicho Sánchez, tras insistir en que la normalización de las relaciones con Marruecos es un asunto de Estado. Para justificar el cambio de postura sobre la excolonia ―hasta el pasado marzo, España había mantenido una posición neutral, sin decantarse por la autonomía marroquí ni por la independencia saharaui y abriendo la puerta a un referéndum de autodeterminación―, el presidente y líder socialista ha afirmado: “Deseamos fervientemente esta solución y haremos todo lo posible por materializar una solución. Francia apoya la propuesta de Marruecos, y del mismo modo el presidente de Alemania reconoció que la propuesta marroquí es seria y creíble, como también lo reconoce EE UU, o como se sumó Países Bajos a esta posición en mayo”.

El jefe del Gobierno ha insistido en la vigencia de la declaración conjunta suscrita por España y Marruecos el pasado 7 de abril tras su reunión con Mohamed VI, y ha sostenido que supone “un nuevo marco de entendimiento” con el vecino del sur, gracias al cual se abrió un canal de comunicación “para aclarar cualquier malentendido”, se acordó la apertura fronteriza en las dos ciudades autónomas y se adquirió el compromiso “de respeto mutuo, para evitar todo aquello que sabemos que ofende a la otra parte”. “Nosotros dejamos claro que no aceptamos que Ceuta y Melilla sean territorios ocupados”, ha precisado.

Sánchez ha comenzado su comparecencia ante el pleno dando cuenta del Consejo Europeo extraordinario de los días 30 y 31 de mayo. Tras comprometerse a mantener la ayuda militar a Ucrania, ha pedido unidad para apoyar los esfuerzos bélicos de los ucranios en su respuesta a la invasión rusa. Además, ha reclamado el apoyo de la Cámara para prorrogar las medidas adoptadas por el Gobierno para hacer frente a las consecuencias de la guerra, que caducan este mes de junio.

La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, ha reprochado al presidente el bajo compromiso con la ayuda a Ucrania, sobre todo tras las declaraciones de la semana pasada del embajador de este país en España, Serhii Pohoreltsev, quien, tras agradecer al Gobierno español las más de 200 toneladas de ayuda militar proporcionadas hasta el momento, solicitó la entrega de tanques Leopard para reforzar la remesa de suministros proporcionada hasta ahora y que solo alcanza, dijo, “para dos horas de combates”. Gamarra ha afirmado: “Ni los ucranios se merecen este desdén ni los españoles pasar este bochorno”. La popular ha intentado abrir brecha con las divisiones internas del Gobierno, al que ha acusado de carecer de sentido de Estado. “Pídaselo a sus socios de Gobierno, que nosotros ya lo tenemos”, ha dicho.

“Blanquear al PP”

Sobre el Sáhara, Gamarra ha insistido en que el cambio de posición ha perjudicado a España, al irritar a Argelia. “Arregle por favor el estropicio que ha causado con Argelia, porque se están viendo afectadas nuestras exportaciones y los españoles estamos pagando las consecuencias. Adopte una postura digna”, ha subrayado la portavoz popular, justo antes de que subiera a la tribuna Santiago Abascal, líder de Vox. “El regalo del Sáhara [a Marruecos] solo le compromete a usted, no al próximo Gobierno de España”, ha subrayado el dirigente ultra. En su réplica, Sánchez ha aclarado que, cuando ayer dijo en el Senado que el PP no hace más que estorbar, se refería a que no ha apoyado ninguna de las iniciativas sociales del Gobierno.

Abascal ha mezclado el cambio climático con Marruecos, Ucrania con la covid, ha acusado a las ONG de “colaborar con el tráfico de personas”, ha llamado “ecologetas” a los ecologistas alemanes, ha pedido al presidente que “vaya a un parque o a un polígono, aunque sea disfrazado”, para conocer a la sociedad española, ha acusado a la izquierda de “promover un cambio antropológico” en España y Europa, y ha hablado de “sumisión a Marruecos y Bruselas”. “Exigimos soberanía”, ha dicho para concluir. En la réplica, Sánchez ha calificado a los de Abascal de “enemigos de Europa”.

El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, que ha hablado a continuación, ha pedido al Gobierno que apueste por “gobernar con valentía” y evite “blanquear al PP”, porque “Vox es una escisión del PP”. “Tender la mano a Feijoo es darle alas a Abascal”, ha sintetizado. Echenique ha insistido en que la decisión sobre el Sáhara Occidental fue adoptada por la anterior Administración de Estados Unidos, por lo que la calificó como “una herencia de Donald Trump”.

La comparecencia de Sánchez coincide con la investigación judicial abierta por el espionaje al teléfono móvil del presidente del Gobierno con el programa Pegasus, que coincidió en el tiempo con la crisis migratoria con Marruecos.