Villanueva y Don Benito aplazan de nuevo su futuro nombre: “No podemos hacer comentarios”
Tras la fusión de ambos municipios en febrero, la nueva denominación se iba a conocer este miércoles, pero la comisión paritaria de 14 catedráticos y profesores que dilucida el futuro topónimo de la ciudad ha pedido más tiempo
Tiempo. De momento, más tiempo. Temple, sosiego, calma y, sobre todo, paciencia. Cinco palabras que podrían ser, por ahora, el nuevo nombre de la que ya es la tercera ciudad de Extremadura, tras Badajoz y Cáceres. Con 63.000 habitantes y 710 kilómetros de extensión, Villanueva de la Serena y Don Benito caminan juntas tras la fusión, votada por los vecinos de ambos municipios el pasado mes de febrero: planes de urbanismo, de seguridad, de impuestos locales, de nuevos edificios públicos. “No hemos parado desde el referéndum”, cuenta ahora por teléfono el alcalde de Villanueva, Miguel Ángel Gallardo. Todo estaba previsto para que este miércoles se conocieran los dos nombres finalistas. Pero ―nunca es fácil pensar el nombre de una ciudad, sobre todo si no hay precedentes― habrá que esperar 15 días más. Ese es el plazo que ha pedido la comisión de 14 expertos a los regidores socialistas de los dos municipios. Si no hay contratiempos, el próximo lunes 30 de mayo se conocerán los dos topónimos propuestos y, más tarde, mediante una votación entre los 42 concejales de ambos territorios, se elegirá finalmente el definitivo. “Calculamos que se sabrá en junio”, sostiene el alcalde Gallardo.
Lejos queda ya aquel domingo 20 de febrero, cuando la noche electoral del referéndum de fusión se alargó hasta pasada la una de la madrugada. Fue un conteo de infarto. El resultado no pudo ser más ajustado. El plebiscito establecía que era necesario que los síes alcanzaran el 66% en cada uno de los dos municipios. En Villanueva se alcanzó un 90,49%, un sí abrumador, y en Don Benito, el 66,2%, muy raspado. Al límite. Dos décimas que, con todo, fueron suficientes para que la primera fusión de estas características en España saliera adelante. La participación alcanzó en Villanueva el 58,94% y, en Don Benito, el 50,42%. No era imprescindible un mínimo. En la rueda de prensa, los dos alcaldes, emocionados y entre abrazos, respondían así a la segunda pregunta:
―¿Y cuándo se sabrá el nuevo nombre de la ciudad?
―Aproximadamente en un mes y medio.
Ya van tres meses. El proceso se ha dilatado más de la cuenta. ¿Qué sucede en Don Benito y Villanueva de la Serena con el nuevo nombre? Este martes los dos diarios regionales, tanto Hoy Extremadura como El Periódico Extremadura llevaban en sus páginas que el nuevo topónimo ha entrado en una prórroga de descuento. No está siendo un proceso sencillo. No todos los días un vecino recibe el encargo desde el despacho más importante del Ayuntamiento. Tampoco era un recado cualquiera. Era una misión sin precedentes: pensar el nuevo nombre de la localidad. Dilucidar qué cartel borrará para siempre al anterior, el que se estudiará en todos los colegios, el que se colocará al inicio de los municipios, el que colgará de azul en las autovías nacionales, el gentilicio de los nuevos vecinos que nacerán el día de mañana: el nombre, en definitiva, que pasará a formar parte de la historia del municipalismo en España:
―Julio, creemos que eres una de las personas idóneas.
Julio Carmona no dudó ni un segundo al escuchar las palabras de su alcalde. “Yo no conozco nada semejante en España”, explicaba él mismo por teléfono el pasado 11 de marzo. “Pensar el topónimo de mi nueva ciudad tiene mucha sensibilidad. Esto es carne viva para los vecinos. ¡Las palabras nos identifican!”. Al hacerse público su nombre en los medios locales, narraba entonces, los paisanos le paraban por la calle cada dos por tres. Tanto es así, que Carmona tuvo que abrir un apartado en el bloc de notas de su móvil con los nombres que le iban diciendo los vecinos a sus oídos: “Carmona, Don Benito-Villanueva es lo suyo”. “Pon Las Vegas del Guadiana”. “Anota Las Vegas”.
Hace unos días, antes de emitir un comunicado donde la comisión pedía a las corporaciones municipales una ampliación del plazo, contestaba así a este periódico mediante un mensaje de WhatsApp: “No podemos hacer comentarios”. No quieren filtraciones. Un cerrojo informativo hasta el próximo 30 de mayo. Algunos de los 14 componentes de este grupo de expertos son César Chaparro, catedrático de Filología de la Universidad de Extremadura; Trinidad Nogales, doctora en Arqueología, historiadora y directora del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida; Carmen Fernández-Daza, filóloga, historiadora, y académica numeraria de la Real Academia de Extremadura, los dos cronistas municipales, Antonio Barrantes Lozano, de Villanueva, y Diego Soto Valadés, de Don Benito…
“Todo lo que tiene emoción, tiene su tiempo de valle”, recuerda Gallardo, el alcalde de Villanueva. “Nos han pedido más tiempo para que ellos puedan consultar en el registro de entidades locales los dos nombres que han barajado. Tenemos que saber si esos nombres ya existen en otros municipios. Son solo dos semanas más”.
―¿Qué percepción hay en la calle?
― Hay muchísima expectación. Los vecinos no paran de preguntarme cuándo lo vamos a saber y yo les respondo que cuando lo sepa. Esto es algo que pasará a la historia.
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