El PP se moviliza para aplacar el rechazo de los líderes europeos al pacto con Vox en Castilla y León

La dirección provisional del PP se ha movilizado para tratar de aplacar las críticas de los líderes europeos al pacto de Alfonso Fernández Mañueco con Vox en Castilla y León. En los últimos días, el presidente del comité organizador del congreso y eurodiputado, Esteban González Pons, y otros dirigentes populares han mantenido conversaciones con los principales líderes europeos de su familia política para explicarles el porqué de este acuerdo, el primero de gobierno en España con la extrema derecha. El PP intenta apagar el incendio que ha provocado en el Partido Popular Europeo (PPE) su pacto con Vox, después de que el jefe del PPE y expresidente del Consejo Europeo Donald Tusk lo censurara en público como una “capitulación”. La dirección transitoria del PP ha atado la presencia de varios de estos líderes en el congreso de abril que entronizará a Alberto Núñez Feijóo; no así de Tusk.

La explicación que el PP español ha dado a sus colegas europeos sobre su acuerdo con Vox se basa en dos ejes, según fuentes del comité organizador del congreso. Por un lado, que el pacto lo cerró Alfonso Fernández Mañueco después de que el Comité Ejecutivo Nacional ―“presidido por Pablo Casado”, enfatizan estas fuentes― diera autorización al presidente de Castilla y León para negociar su Gobierno, “y ese es el [pacto] que ha podido conseguir”.

Por otro lado, que España atraviesa una coyuntura muy compleja que aconseja evitar repeticiones electorales. “La prioridad es dar estabilidad” a las instituciones, argumentan en el partido. Esa coyuntura se compone de “una pandemia que solo aparentemente remite, una crisis económica y una guerra en Europa”, explican las mismas fuentes. “Mañueco tiene autonomía, y este no es el momento para una segunda convocatoria electoral”, han indicado en resumen en el PP español a sus colegas del PPE. Según los populares españoles, sus colegas “han entendido las explicaciones”.

El argumento sobre que la coyuntura es muy compleja abre el interrogante de si el PP está dispuesto a pactar con Vox otros gobiernos mientras dure este contexto, que se prevé largo. Por ejemplo, en Andalucía, que celebrará elecciones en otoño. Fuentes de la dirección provisional popular no despejan esta incógnita, aunque reconocen que la relación con la extrema derecha es un “debate vivo” no solamente en el PP español, sino en las principales fuerzas conservadoras de toda Europa. Estas fuentes subrayan que en otros países europeos también existen acuerdos regionales con fuerzas homólogas a Vox y sostienen que “la coalición de gobierno en Castilla y León está respaldada por el PP español y por el europeo. Ahora le toca demostrar que gobierna para todos”.

El PP ha atado la presencia en su congreso extraordinario del 1 y 2 de abril de varios líderes europeos para contrarrestar la brecha abierta por el acuerdo con Vox. Asistirán la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola; el presidente del PPE en la Eurocámara, Manfred Weber, y el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinás. El PP ha invitado también a Donald Tusk, pero no cree que el jefe del Partido Popular Europeo asista, porque “está de salida” en el cargo.

El ausente Tusk, ex primer ministro de Polonia, ha sido el más crítico con el pacto del PP con la extrema derecha. Tusk es buen conocedor de lo que ocurre cuando un partido como Vox accede al poder, ya que en Polonia gobierna el ultraconservador Ley y Justicia, en el punto de mira de la Unión Europea por sus políticas homófobas y contra los derechos de las mujeres.