Moreno confía en que una mayoría del PP en Castilla y León zanje el debate sobre un Gobierno con Vox en la Junta

Andalucía lleva varios meses inmersa en una precampaña electoral, tal y como el propio presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, ha reconocido a primera hora de la tarde de este lunes. ”Vivimos en un ambiente electoral, lo noto en el día a día”. Desde hace unas semanas, el mandatario andaluz tiene la vista puesta en Castilla y León. El adelanto de los comicios autonómicos en esa región ha roto con la inercia que situaba a la comunidad andaluza como el laboratorio que anticipaba el resto de movimientos de las fuerzas políticas en el resto del país. Ahora Andalucía será la siguiente ficha que se mueva en ese efecto dominó que determinará las futuras alianzas de gobierno y Moreno no desea que la pieza caiga del lado de una coalición con Vox.

El líder de los populares andaluces quiere evitar que el fantasma de un potencial gobierno con Vox centre la campaña electoral en Andalucía. En el seno del partido reconocen que una potencial candidatura de Macarena Olona por parte de la formación de extrema derecha activaría un voto de la izquierda ahora mismo muy fragmentado. Moreno ha reiterado que a él le gustaría repetir el Ejecutivo de coalición con Ciudadanos (un partido claramente a la baja en su comunidad), pero que su aspiración es poder gobernar en solitario con apoyos puntuales. Hasta ahora, las encuestas confirman el alza de su partido, pero en todas queda condicionado por Vox.

Una victoria holgada o por mayoría absoluta, como vaticinan algunos sondeos, del PP en Castilla y León amortiguaría el efecto Vox en Andalucía. Así lo creen las fuentes cercanas al presidente andaluz consultadas por este diario y así lo dejó caer el propio Moreno este fin de semana durante el XIV Congreso Autonómico de los populares de esa comunidad. “Por Dios, sacad un buen resultado y que tengamos una mayoría suficiente, que lleguemos a las elecciones andaluzas con una mayoría suficiente”, pidió el presidente andaluz tras reconocer que las elecciones del 13 de febrero eran importantes también para él por ser “el próximo en examinarse”.

Ese miedo a la posible irrupción de Vox en el Gobierno de Andalucía lo ha empezado a avivar ya el candidato de Ciudadanos a la Junta y su actual vicepresidente, Juan Marín, que ha presentado a su partido como el único dique de contención para que esa realidad no cristalice. “Vox no va a cantar el Cara al Sol en Andalucía mientras yo esté aquí”, dijo el viernes pasado en referencia al himno de la Falange, un cambio respecto a la forma en la que en los últimos años se ha referido al partido ultra, del que llegó a afirmar que no lo quería ponerle etiquetas y que no lo consideraba “la extrema derecha”.

Los partidos andaluces están ya en campaña electoral aunque, como el propio Moreno ha recalcado “no hay elecciones convocadas”. El presidente sigue pensando en los meses de junio u octubre para su celebración y, de hecho, la fecha que hasta ahora ha transmitido en su Consejo de Gobierno es la de finales de primavera, según coinciden fuentes cercanas a varios consejeros de la Junta que, aseguran, siguen trabajando con ese margen de tiempo. “No las convocaré ni esta semana, ni la semana que viene, ni el mes que viene”, ha insistido Moreno.

Y pese a que está pendiente de lo que ocurra en Castilla y León, tampoco esa “mayoría suficiente” a la que apeló este fin de semana determinará un cambio en sus previsiones electorales. “Son realidades distintas. Castilla y León tiene su ritmo y Andalucía el suyo”, ha afirmado el líder de los populares andaluces. Como él mismo viene recalcando, solo un bloqueo de sus iniciativas legislativas en el Parlamento podría alterar sus planes, pero hasta ahora, la pinza entre PSOE y Vox sobre la que tanto advierte el Gobierno de PP y Cs, ha dejado de pellizcar, al menos en las medidas estratégicas que el bipartito ha presentado en los últimos meses desde el fracaso de los Presupuestos. El Ejecutivo de Moreno ha sacado adelante el último decreto de bajada de impuestos y el de simplificación administrativa, gracias al apoyo de la extrema derecha, mientras que el PSOE ha apoyado la ley de creación de la Agencia Trade, la del Suelo, la de las subvenciones a las Entidades Locales Autónomas, la de perros de asistencia y la de Tasas y Precios Públicos.

La aparición de una nueva variante de la covid-19 que impidiera que los andaluces pudieran acudir a votar en condiciones más o menos normales es otro condicionante que podría determinar un cambio de fecha electoral, como también ha señalado Moreno en los últimos meses. Por eso la primavera, cuando la gente empieza a hacer vida en el exterior, se considera también una fecha apropiada. En la Junta han llegado a estudiar la posibilidad de un retraso hasta 2023, una fecha que apuntaba Moreno en una entrevista concedida al diario Abc, pero que su propio entorno descarta.

Mientras se confirma la fecha, el presidente ha presentado esta mañana la Tarjeta Joven de Transportes de la Junta de Andalucía, una de las medidas estrella que adelantó el año pasado durante su discurso sobre el estado de la comunidad, en un claro guiño para ganarse al electorado más joven en una comunidad líder en desempleo juvenil. Por su parte, el secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, que el pasado sábado lanzó de manera oficial su campaña a la Junta de la mano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha insistido en su oferta para un gran acuerdo social en materia de Sanidad, tras reunirse con las secretarias generales de UGT y CC OO en la comunidad.

Espadas ha hecho de las políticas de empleo juvenil y de la denuncia de la situación sanitaria en Andalucía (un flanco que fue determinante en el desgaste del PSOE en sus últimos años en la Junta) dos de sus caballos de batalla en el arranque de una precampaña en la que su principal misión es recuperar al votante socialista desencantado y mantener el suelo de 33 escaños que dejó su antecesora, Susana Díaz.