Moreno apunta a junio u octubre como la fecha de las elecciones en Andalucía

El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha acotado este martes la potencial fecha de las elecciones autonómicas a los meses de junio u octubre. Tras recordar que la legislatura técnicamente acaba después del verano, porque agosto es un mes inhábil y el Parlamento se disuelve en septiembre, el dirigente popular se ha referido expresamente a octubre y junio. “También es un buen mes y hay psicología social positiva”, ha indicado Moreno durante una entrevista en Canal Sur TV, en la que ha zanjado: “Entre junio y octubre serán las elecciones autonómicas”.

Moreno ha insistido en que su intención es agotar la legislatura, pero ha puesto la evolución de la pandemia como condicionante a la hora de fijar la fecha para la cita con las urnas. “No sabemos qué puede pasar. Quizás haya que adelantarlos para ganar fortaleza y afrontar lo que suceda o retrasarlos”, ha señalado. La Ley Electoral de Andalucía de 2 de enero de 1986 estipula que la fecha de la votación “no podrá estar comprendida entre los días 1 de julio a 31 de agosto”. La convocatoria en junio supondría tener que disolver el Parlamento autónomo en abril.

Unas elecciones antes del verano permitirían ganar tiempo para la presentación y negociación de los Presupuestos de 2023, más esenciales que nunca, después de la prórroga de las Cuentas de 2021. Esa garantía de tener margen para sacar adelante los Presupuestos es la que decanta a muchos miembros del PP andaluz por adelantar a la primavera las elecciones y no arriesgarse a una segunda prórroga que sería letal para los intereses económicos andaluces, cuyas perspectivas de crecimiento ya ha ralentizado el BBVA precisamente por la no aprobación de las Cuentas del año que viene.

Mientras sopesa la fecha, Moreno ya ha entrado en modo preelectoral y continúa, como el resto del Gobierno, apelando a la pinza entre PSOE y Vox, a la que responsabiliza del fracaso de la aprobación de las Cuentas de 2022, pese a que ambos partidos permitieron que saliera adelante, un día después, la nueva ley del suelo andaluza, uno de los proyectos estrella de la Junta. “Son dos grupos políticos que tienen coincidencia en términos tácticos y electorales y lo que quieren es erosionar a este Gobierno”, ha dicho el presidente andaluz para argumentar esa pinza. Moreno ha abundado en que ambas formaciones comparten la “crítica mordaz, ácida y feroz” a su Ejecutivo.

El dirigente popular también ha querido acentuar su perfil moderado —un espacio que pretende disputarle el candidato socialista, Juan Espadas― y ha defendido que aspira a construir “una nueva mayoría moderada desde la zona templada de la sociedad”. “A la izquierda y a la derecha hay una mayoría de personas que piden moderación, una forma de hacer política no desde la confrontación”, ha señalado en sintonía con esa base ancha que reclama para su partido, al menos en Andalucía.

Y para marcar más distancias con el candidato del PSOE, Moreno ha contrapuesto su solidez como líder de su partido, esgrimiendo la mayoría que respaldó su proyecto político en el pasado congreso del PP andaluz (con un apoyo del 98,98%) frente a la debilidad del liderazgo de Espadas entre sus propias filas: “No tiene seguridad y solvencia dentro de su grupo político”, ha señalado para justificar por qué los socialistas no apoyaron los presupuestos, pese al ofrecimiento inicial de diálogo propiciado por el secretario general del PSOE-A.

Moreno no quiere oír ni hablar de un potencial gobierno con Vox, como auguran muchas encuestas, y ha insistido en su intención de gobernar en solitario con apoyos puntuales. Tampoco espera estrenar en Andalucía la gran coalición con el PSOE, “porque sus dirigentes no están maduros” para este tipo de alianza, ha asegurado.