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Los candidatos de España Vaciada soslayan la ideología frente a la defensa territorial

Las candidaturas en cinco de las nueve provincias de Castilla y León se abren a medidas a izquierda y derecha del espectro político

Juan Navarro
Manifestación de la Revuelta de la España Vaciada, frente al Congreso de los Diputados, el 31 de marzo del año pasado.
Manifestación de la Revuelta de la España Vaciada, frente al Congreso de los Diputados, el 31 de marzo del año pasado.Santi Burgos

Una fotógrafa, un técnico de ambulancias, ganaderos, agricultores, informáticos o un inspector de Transportes, entre otros, van a concurrir a las elecciones de Castilla y León del próximo 13 de febrero. Las plataformas de España Vaciada señalan que la diversidad social de sus listas es un reflejo de lo transversal de sus demandas. Las asociaciones se apoyan en el hastío de los ciudadanos y en la ilusión por el cambio para llevar a las Cortes reivindicaciones desatendidas durante décadas. Sostienen que esas infraestructuras relegadas o las políticas eficaces contra la despoblación solo llegarán si ellos acceden a las instituciones. Sus reclamaciones pueden aparecer en programas de izquierdas o de derechas. No hay ideologías, reiteran.

Soria, Palencia, Salamanca, Burgos y Valladolid contarán con una papeleta de España Vaciada tras conocerse la candidatura vallisoletana en el último instante. La primera que anunció su participación fue Soria ¡Ya!, la entidad más asentada y que cuenta con serias opciones de entrar en las Cortes. El cabeza de lista es Ángel Ceña, jefe de inspección de Transportes de la Junta en esta provincia. Ceña, de 54 años y sin vinculación política previa, asume que recibirá críticas furibundas de sus rivales: “Ya me estarán llamando de todo, pero no voy a entrar al fango”. El bipartidismo, cree, ha olvidado a Soria y ha generado “propuestas transversales”, algunas quizá presentes en programas del PP o PSOE, “pero que no se cumplen”. La segunda en la lista soriana es Vanessa García. Esta abogada de 44 años avisa de la que les “caerá encima” en referencia al afán de los partidos tradicionales de desvirtuar a las listas de la España Vaciada. Tras ellos van un técnico de emergencias sanitarias, una opositora o un agente de seguros autónomo.

La amalgama de perfiles se evidencia también en Vía Burgalesa-España Vaciada. El líder será José Ramón González y su número dos Raúl Izquierdo, informático que reside en Quintanilla del Agua (300 habitantes). En una pausa para el café explica que se lanza porque “solo desde dentro se cambian las cosas”. A sus 39 años, admite “vértigo” por la posible llegada a las Cortes y destaca que solo la gente de la tierra sabe qué necesitan allí: “No somos políticos profesionales, pero sabemos lo que pasa con temas donde nunca han actuado los políticos”. Las listas burgalesas también cuentan con presencia de una alcaldesa rural y varios concejales de la capital y pequeños municipios pertenecientes a Imagina Burgos o Ciudadanos. También participan desde abogados hasta miembros de ONG. “Otros cuatro años así harán que el mundo rural muera”, sentencia Izquierdo.

Dos mujeres lideran la candidatura de Palencia: Nieves Trigueros, autónoma del sector agrícola, y Victoria Díaz, fotógrafa. Esta última reside en Alar del Rey, una localidad con 800 habitantes cerca de la cornisa cantábrica. Madre de dos hijos pequeños, Díaz decidió participar porque anhela, por ejemplo, que las revisiones médicas anuales de sus hijos no sean en Palencia ciudad, lo que exige viajar casi 200 kilómetros ida y vuelta. “Quiero que mis enanos puedan volver a su pueblo con alternativas”, exclama y critica que les quieran “poner problemas porque la gente no se queja”. La comarca lleva años luchando contra el plan de instalar 13 macrogranjas con 80.000 cerdos porque no generan empleo y sí contaminación y perjuicios para el turismo rural. “Lo ideológico es pensar en la gente de los pueblos: queremos equilibrio y no tener menos derechos”, afirma sobre sus inclinaciones políticas.

La candidata de Valladolid España Vaciada cuenta con experiencia en Ciudadanos como concejala en Medina del Campo. Cristina Blanco, que abandonó el partido en 2020 y pasó a no adscrita, recalca que en las listas la acompañan informáticos o agricultores “con distintos sentires políticos pero unidos contra la despoblación”. Blanco sostiene que los problemas rurales afectan igualmente a votantes del PP o del PSOE y que colectivos como el suyo deben servir para suministrar las mismas prestaciones “vivas donde vivas”.

Su homóloga en Salamanca será Verónica Santos, de 34 años, funcionaria de la Junta y excoordinadora del Grupo Mixto en el Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes. En la lista la siguen el ganadero Carlos Lanchas, que ha participado en colectivos que han dialogado en Bruselas sobre el sector de la carne, así como una enfermera, un farmacéutico o una pensionista. Santos pide romper con los bloques “sin mirar a izquierda o derecha” mediante “propuestas de interés colectivo” que representen a esa gente “quemada”.

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Juan Navarro
Colaborador de EL PAÍS en Castilla y León, Asturias y Cantabria desde 2019. Aprendió en esRadio, La Moncloa, en comunicación corporativa, buscándose la vida y pisando calle. Graduado en Periodismo en la Universidad de Valladolid, máster en Periodismo Multimedia de la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo EL PAÍS.

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