Castells, el ministro con menor perfil político, deja el Gobierno para que entre el mentor de Colau

El ministro de Universidades, Manuel Castells, el miembro del Ejecutivo con menor perfil político, abandona el Gobierno, según ha adelantado eldiario.es y ha confirmado este periódico. Se trata de la primera salida dentro de los cinco ministros de Unidas Podemos desde que Pablo Iglesias abandonó el Ejecutivo, en marzo, para concurrir a las elecciones autonómicas madrileñas. En julio, Pedro Sánchez hizo un cambio radical entre los ministros socialistas, pero los de Unidas Podemos se quedaron como estaban. El que tenía más papeletas para salir siempre fue Castells, que pese a su reconocida trayectoria académica nunca llegó a cuajar como ministro con perfil político.

Dentro del reparto interno de Unidas Podemos, esa cartera corresponde a los comunes, y ellos han elegido como sustituto al catedrático de Ciencia Política y experto en políticas públicas Joan Subirats, mentor de Ada Colau y ex teniente de alcalde de Barcelona con ella al frente del consistorio. De hecho se mantuvo en ese puesto hasta julio de este año. Con más experiencia política que Castells, Subirats, también catedrático de esa misma generación y respetado en el mundo académico, es el tipo de candidato que preferían los comunes.

Subirats es uno de los perfiles intelectuales de referencia para los comunes. Junto al actual presidente del grupo parlamentario, Jaume Asens, y la alcaldesa de Barcelona, fue uno de los fundadores del partido. Precisamente por ello tiene un mayor perfil político que Castells y conoce a la perfección el espacio, además de contar con experiencia en la gestión. Su nombre incluso estuvo en la terna cuando se formó el Gobierno de coalición, pero se le consideró entonces una pieza fundamental en el Ayuntamiento de Barcelona de la que no podían prescindir.

Subirats fue el número dos en la lista de Colau en las últimas elecciones, con lo que la alcaldesa y su grupo tendrán más peso político ahora dentro del Ejecutivo. El de Castells fue un nombramiento de los comunes, pero en realidad también tenía buena relación con Pedro Sánchez y nunca obedeció criterios políticos del grupo catalán ni de nadie. Era un independiente que seguía su propia línea.

Se trata pues de un cambio mínimo del Gobierno, en realidad prácticamente un ajuste interno dentro de los comunes por la necesidad de relevar a Castells, de 79 años, agotado después de casi dos años de una gestión muy criticada por su escaso perfil mediático y algunas polémicas.

La oposición lo acusaba de no haber hecho nada, pero justo ahora tenía en proceso la ley de universidades, el gran proyecto de su ministerio, que seguirá adelante a pesar de su salida. Unidas Podemos tiene muy pocos ministros, muchos menos que el PSOE (5 frente 17) y necesita aprovechar al máximo el escaparate político que supone un ministerio, algo que Castells había renunciado abiertamente a hacer. Ese reto queda ahora en manos de Subirats, de 70 años.

La explicación oficial de la salida de Castells señala que se trata de “una decisión personal, reposada, que ha tomado por motivos de salud y prescripción médica y en estrecha colaboración con su familia y que ya le comunicó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a la vicepresidenta Yolanda Díaz hace unos días”.

Sánchez ya ha informado al rey Felipe VI sobre la dimisión de Castells como ministro, según han confirmado fuentes de Casa Real a Europa Press. El jefe del Ejecutivo se encuentra en Bruselas, donde participa en el Consejo Europeo. Sánchez, que volverá a Madrid esta noche, ha convocado para mañana una declaración institucional en La Moncloa justo antes del Consejo de Ministros para explicar esta minicrisis de Gobierno, que en principio tendrá pocas consecuencias políticas, nada que ver con el vuelco total que hizo el presidente en julio, cuando salieron casi todos los miembros de su núcleo duro, incluidos la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, el jefe de Gabinete, Iván Redondo, y el ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos.