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Batet exige a los políticos que recuperen la lealtad constitucional y renueven sus grandes pactos

La celebración del 43° aniversario de la Norma Fundamental evidencia la falta de consenso sobre su reforma y enfrenta al Gobierno y sus aliados con los partidos de la derecha

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, junto a Pedro Sánchez y el presidente del Supremo, Carlos Lesmes.Foto: OLMO CALVO | Vídeo: EPV
Javier Casqueiro

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha reclamado este lunes a los partidos y a los políticos representados en las Cortes la recuperación de “la lealtad constitucional” tanto en su comportamiento como en la renovación de los grandes pactos previstos en la Constitución durante su discurso de celebración de su 43° aniversario. El acto ―que se ha vuelto a celebrar, como el año pasado, al aire libre por la pandemia― ha servido a Batet para demandar consensos y pactos, respeto a las instituciones y cumplir con las obligaciones. Batet no ha citado expresamente el bloqueo del PP a la renovación del Consejo General del Poder Judicial que lleva tres años fuera de mandato, pero sí implícitamente: “Podemos estar en desacuerdo con las obligaciones constitucionales y legales, y hasta intentar modificarlas, pero en tanto que vigentes no es cuestionable su cumplimiento”. Los representantes políticos han evidenciado que no existe ahora en España ni un consenso mínimo ni “distensión” suficiente para abordar una reforma de la Constitución que cuente con un respaldo amplio.

Feijóo​ abraza a Ayuso durante el acto de este lunes, en Madrid.
Feijóo​ abraza a Ayuso durante el acto de este lunes, en Madrid. Olmo Calvo

El mensaje del discurso institucional de la presidenta de las Cortes se ha centrado mucho en esta ocasión en la responsabilidad de los políticos especialmente en estos tiempos de confusión y de crisis tras la pandemia y tras el peligro y “riesgo” constatado con la irrupción de los populismos que “defienden soluciones simples a problemas complejos”. El clima dialéctico en el Congreso lleva meses empeorando de manera progresiva entre los principales actores políticos del país. Batet ha alertado ya en varias ocasiones sobre la falta de “educación y respeto” como un gran escollo para la convivencia. Sin demasiado éxito.

Este lunes, en el aniversario de la Constitución de 1978, la presidenta del Congreso ha querido apelar a la “responsabilidad especial” de la clase política en este tipo de escenarios y a la necesidad de renovar acuerdos y pactos previstos en la propia Carta Magna. “La Constitución despliega toda su eficacia general sobre la política, sin excepciones ni particularidades. Para los políticos, la Constitución es expresión de un consenso fundamental, es referente de valores y principios, es norma que exige respeto y cumplimiento en nuestras acciones y decisiones y es programa de futuro cuya efectividad debemos perseguir en el desarrollo de las políticas que impulsamos”, ha señalado Batet.

Los incidentes y los airados enfrentamientos dialécticos que se llevan registrando en las Cámaras desde hace meses han encontrado también acomodo en otra de las advertencias de la presidenta del Congreso: “El comportamiento y la actuación de los representantes políticos se ha convertido en un factor fundamental para el refuerzo de la democracia, de nuestro sistema constitucional; pero también, al contrario, para su cuestionamiento y el alejamiento de parte importante de los ciudadanos, para la traslación a la sociedad del enfrentamiento y la crispación. En definitiva, para la deslegitimación de la propia democracia”.

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Batet no se ha querido olvidar tampoco del problema registrado por la falta de entendimiento, en este caso entre el PSOE y el PP, para la renovación de cargos constitucionales tan relevantes como el Consejo General del Poder Judicial, que ha cumplido tres años fuera de mandato en noviembre. “Pactos y acuerdos exigen esencialmente un solo requisito, la voluntad de alcanzarlos; a nosotros corresponde aportar esa voluntad y hacerla prioritaria”, indicó la presidenta de las Cortes. Y fue ahí cuando apeló a la “labor institucional” de afrontar esas obligaciones inequívocas que la Norma Fundamental atribuye a los partidos representados en las Cámaras: “Podemos estar en desacuerdo con las obligaciones constitucionales y legales, y hasta intentar modificarlas, pero en tanto que vigentes no es cuestionable su cumplimiento. Quien discute el cumplimiento de la Constitución pretende situarse por encima de ella”.

El acto institucional del Día de la Constitución ha empezado a las 12.00. Antes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha formulado unas breves declaraciones en las que ha destacado la importancia del significado de la Constitución y de esta etapa democrática frente al pasado vivido durante la dictadura. Sánchez también ha exhortado a cuidarla al máximo por consideración con las generaciones que tanto lucharon por conseguirla. “Costó mucho. Si hoy tenemos que reivindicar el hacer de alguien, es el de millones de compatriotas, de padres, madres, abuelos y abuelas que hicieron posible la Constitución”, ha pedido. El jefe del Ejecutivo ha renovado además su compromiso de “cumplir de pe a pa” todos los artículos de la Carta Magna “desde el primero al último”.

Casado avisa del “revisionismo casi suicida”

A la celebración han acudido dirigentes de los partidos mayoritarios de la oposición, como el líder del PP, Pablo Casado, y la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. Como es habitual, no han asistido los de las formaciones nacionalistas e independentistas. El líder de la oposición ha saludado a Sánchez y le ha felicitado por el día de la Constitución, según fuentes del PP. Esto no ha impedido que, en sus declaraciones, Casado haya señalado desde el primer momento contra el presidente del Ejecutivo sus alianzas políticas como “el gran desafío a la gobernabilidad” al que se enfrenta ahora la Constitución. Casado ha avisado también de que frente al “revisionismo casi suicida” de los que persiguen reformar una Constitución que, según su criterio, “no es el problema”, lo que habría que hacer es “defenderla todos juntos como un proyecto en el que quepamos todos” y del que salgan los “radicales”. “Los nietos no debemos deshacer el abrazo que se dieron nuestros abuelos”, ha agregado.

Casado ha adelantado al Gobierno del PSOE y de Unidas Podemos que no cuenten con el PP para cambiar ahora ningún artículo de la Constitución ni nada que pueda afectar a la figura del Rey o de la situación de la Monarquía parlamentaria. Un asunto que, sin embargo, ha concitado el interés de varios representantes de Unidas Podemos, como Gerardo Pisarello o Jaume Asens, que han demandado de su socio socialista más arrojo para reformar esos artículos para acabar con los que llaman privilegios reales. “Exigimos dar paso a una Constitución verde y feminista a la altura del siglo XXI que blinde derechos y libertades básicas. Y la única llave para conseguirlo es votar entre una Monarquía obsoleta y corrompida o una República moderna y democrática”, se ha reafirmado Pisarello. Asens, además, ha rebatido directamente la tesis expresada estos días por la ministra de Defensa, Margarita Robles, sobre que la Constitución tiene larga vida y no necesita reformas.

Entre otras autoridades, ha asistido el nuevo presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González Trevijano, que ha considerado, en unas declaraciones previas al evento, que una posible reforma de la Constitución requeriría de un contexto de “distensión política” y de asumir reformas “comunes” para “saber qué se elige, por qué se modifica y de acuerdo a qué criterio”. También ha acudido el recién nombrado nuevo Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo.

Entre los presidentes autonómicos ha destacado la presencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha aprovechado para remarcar sus diferencias con el Ejecutivo central de Pedro Sánchez y sus aliados nacionalistas e independentistas. “Mi Gobierno y la región estarán al servicio de España, uniendo a los españoles de izquierda y derecha y rememorando la figura del Rey y del resto de instituciones y símbolos del Estado”, ha manifestado Ayuso. Al acto han acudido también el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que ha llegado escoltando a Casado, y también los populares Alfonso Fernández Mañueco (presidente de la Junta de Castilla y León) o Fernando López Miras (presidente de la región de Murcia). Y el presidente socialista de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Todos los mandatarios autonómicos aprovecharon para expresar sus inquietudes ante el nuevo sistema de financiación autonómica que les acaba de enviar el Ministerio de Hacienda.

Como es habitual desde hace años, no ha asistido el presidente de la Generalitat. Pere Aragonès ha afirmado ha abogado este lunes por una Constitución para la Cataluña independiente. En unas declaraciones durante la visita a La Bisbal d’Empordà (Girona), el presidente catalán se ha referido a la celebración del Día de la Constitución y ha calificado la Carta Magna española de “obsoleta”. “No representa los anhelos de la ciudadanía de Cataluña y además es incompatible con la voluntad de futuro del pueblo catalán”, ha señalado el dirigente de ERC, para quien la Ley Fundamental “se ha manifestado claramente como una herramienta para limitar las aspiraciones de nuestro pueblo”, recoge Efe.

El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, ha defendido en Bilbao una Constitución que incluya “el reconocimiento a la nación vasca” y la bilateralidad entre las instituciones de Euskadi y las del Estado, y ha reclamado, además, “un árbitro neutral” porque el Tribunal Constitucional “no cumple esa función”. Además, ha afirmado que “hablar hoy en día de una modificación constitucional” es “una auténtica quimera”, y “el clima no está para eso”.

En Alicante, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha hecho un llamamiento al refuerzo del papel de las comunidades en la gobernanza de España a través de la actualización del modelo territorial en una intervención con motivo del Día de Constitución. Puig ha señalado que dos son los caminos: repartiendo de recursos con suficiencia y equidad, y cosiendo las heridas territoriales abiertas con el mismo lema de Europa: “Unida en la diversidad”. Sobre el primero, ha valorado la determinación mostrada por el Gobierno (que el viernes presentó el esqueleto sobre el nuevo sistema de financiación). “Ni España es Madrid, ni caben los independentismos, ni la periferia es segunda división. O la España oficial reconecta con la España real o las distancias se ampliarán”, ha advertido sobre la segunda vía para reforzar el papel autonómico, informa María Fabra.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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