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El alcalde de Sevilla se resiste a anunciar ya su candidatura al PSOE andaluz como quiere Ferraz

Espadas quiere posponer el anuncio hasta después del verano y pide garantías de que también será candidato a la Junta

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, en una muestra sobre Semana Santa en el Casino de la Exposición.
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, en una muestra sobre Semana Santa en el Casino de la Exposición.Alejandro Ruesga Sanchez
Lourdes Lucio

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, avalado por la dirección federal del PSOE para competir contra Susana Díaz por la secretaría general de los socialistas andaluces, se resiste a acelerar los plazos para lanzarse a la carrera interna. La dirección federal quiere que Espadas anuncie después de Semana Santa, como adelantó eldiario.es, su candidatura, pero el alcalde ya ha dicho que no quiere mover ficha hasta después del verano, según fuentes socialistas.

Los críticos a Susana Díaz llevan meses intentando ponerse de acuerdo sobre la persona que debe competir con la expresidenta de la Junta en el congreso regional que se celebrara antes de final de año. Muchos han sido los nombres que han circulado, pero al final sobre la mesa solo ha quedado el de Espadas, ya que Pedro Sánchez no quiere prescindir de su ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero.

Esta es la preferida por muchos en Andalucía, aunque en su contra tiene, según señalan, sus 16 años en el Gobierno andaluz, bajo las presidencias de Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz. El PP, por si acaso, ya había advertido que preparaba dosieres sobre la ministra ―”tiene mochila”, dicen los populares―, ya que estaba en el Gobierno andaluz cuando se aprobó una ayuda de 8,3 millones de euros a la empresa Isofotón, investigada por la Fiscalía Anticorrupción.

El problema que se plantea ahora con Espadas es el de los plazos. Ferraz pretende que se lance cuanto antes a la carrera interna, mientras que el alcalde, que dirige el ayuntamiento más poblado en manos del PSOE, y que nunca se ha caracterizado por actuar con prisas, asegura que “no toca”. El primer edil quiere preservar al máximo su papel institucional y no poner en riesgo los acuerdos logrados tanto a su izquierda, con Adelante Sevilla, como a su derecha, con Ciudadanos. Tampoco tiene un relevo claro y uno de los riesgos que corre es que el PSOE pierda el Ayuntamiento y que, además, siga en la oposición en la Junta. Pero también tiene otro temor: pide garantías de que, cuando dé el paso para aspirar a la secretaria general y se celebren primarias para el candidato a presidir la Junta, ese apoyo se mantenga. No quiere sorpresas.

“Toca cuando toca”

En la misma posición que la dirección federal están otros muchos dirigentes críticos que apuestan por la renovación en el PSOE andaluz después de perder la Junta de Andalucía, tras las elecciones autonómicas de 2018. “Toca cuando toca”, aseguró a este periódico un secretario general provincial, favorable a agitar el calendario por lo que pueda pasar y contrario al silencio de Espadas.

En el ambiente de agitación electoral que vive todo el país, el temor que existe en ámbitos socialistas andaluces es que el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, adelante las elecciones autonómicas, previstas para finales de 2022. Moreno acaba de firmar un acuerdo con su socio de Ciudadanos en el que se compromete a agotar la legislatura (también a no robarse cargos electos), pero ese compromiso puede saltar por los aires si la inestabilidad se instala en el Ejecutivo autonómico.

“Hay que acelerar los plazos por los ‘y si”, afirma un diputado autonómico andaluz. Otros dirigentes también creen necesario que Espadas comience cuanto antes a recorrer el cerca del millar de agrupaciones locales del PSOE andaluz, tarea en la que lleva semanas dedicada en cuerpo y alma Susana Díaz, como ya hizo cuando Griñán la propuso para sustituirlo. El mismo método aplicó, el del contacto directo con los militantes, en las primarias que perdió frente a Pedro Sánchez.

Uno de los problemas que los socialistas andaluces ven en la candidatura de Juan Espadas es precisamente su condición de alcalde de Sevilla. “Eso es un hándicap, porque, en provincias como en Granada o Málaga, Sevilla genera mucho rechazo”, asegura un dirigente nacional. Otro es que carece de experiencia orgánica. Fue secretario de las políticas sectoriales de medio ambiente, pero nunca ha participado en tareas de partido de primer nivel, en una formación tan compleja como la federación andaluza.

Otro de los motivos que alegan los que abogan por apretar el acelerador es que debe ahormar una candidatura netamente andaluza y desbaratar la idea de que su elección viene de Ferraz. Esto es algo difícil de creer porque durante estos últimos meses los críticos casi suplicaban una señal de la dirección federal para apoyar al elegido.

Con esta baza va a jugar la candidatura de Susana Díaz, que presentará a Espadas como un producto de una decisión tomada “en una mesa de camilla de Madrid” y no en Andalucía, según fuentes próximas a la secretaria general. Pese a que algunos creen que Díaz no aguantará el tirón hasta el final, los que la conocen aseguran que hay “cero posibilidades” de que se retire, salvo que una gran mayoría de secretarios generales provinciales la empujen en esa dirección. Ahora mismo esa situación no se da. Díaz ya descartó marcharse de Andalucía cuando, tras perder la Junta, la tantearon para ir en las listas europeas y le ofrecieron la presidencia del Senado. En Ferraz elucubraron con ofrecerle de nuevo este puesto en el caso de que hubieran optado por la presidenta del Senado, Pilar Llop, como candidata socialista a la Comunidad de Madrid.

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