Vox planta a Urkullu por el “cordón sanitario” que recibe en el Parlamento vasco

La única parlamentaria vasca de Vox, Amaia Martínez, no ha acudido este martes a la reunión que tenía convocada con el lehendakari, Iñigo Urkullu. Horas antes de la cita, le ha comunicado que rechazaba su invitación porque no quiere mantener ningún tipo de relación institucional con el mandatario vasco mientras siga en pie el “cordón sanitario” que sufre en el Parlamento autónomo, donde grupos como el PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU no intervienen en los debates de las iniciativas que presenta la formación de ultraderecha.

La ronda de contactos del lehendakari con todos los partidos de la Cámara ha comenzado hoy con el plante que le ha hecho el grupo minoritario. Vox remitió la víspera un escrito a Presidencia del Ejecutivo en el que comunicaba su decisión de no acudir a la reunión y alegaba que “las circunstancias de la relación entre las formaciones políticas condicionan la posibilidad de una relación institucional con el lehendakari y desdeñan la misma”. Este veto al lehendakari no se produjo en la primera ronda que realizó el lehendakari. El pasado 3 de noviembre -entonces ya se venía aplicando el boicot a Vox- la representante de Vox sí acudió al encuentro con el lehendakari. Tras la charla, Vox remitió un comunicado a la prensa en el que anunciaba que esta formación “va a ser leal al lehendakari y a su Gobierno”

En esta ocasión, Martínez ha aprovechado para criticar que desde los partidos “se está haciendo un llamamiento a la violencia contra Vox” y se “lanza a la ciudadanía el mensaje de que contra Vox, sus dirigentes y sus candidatos, todo está permitido, incluso la persecución y las agresiones que en repetidas ocasiones hemos sufrido”.

En la comparecencia semanal del portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria ha lamentado que la política permanezca inmersa en un estado de “agitación permanente” que dificulta los acuerdos en Euskadi, aunque ha querido restar importancia al gesto de Vox: “Quedan 74 parlamentarios para profundizar en el diálogo y el acuerdo”.

Urkullu sí ha podido despachar, en cambio, con el presidente de los populares vascos, Carlos Iturgaiz, quien le ha trasladado la voluntad del PP-Ciudadanos de ejercer una “oposición constructiva” durante esta legislatura. Tras la reunión, que ha discurrido de modo “muy cordial”, Iturgaiz ha reprochado al lehendakari el “rodillo” que aplica con la mayoría que tiene su Gobierno en el Parlamento, especialmente durante el trámite de enmiendas a los presupuestos vascos de 2021, en el que el PNV y el PSE-EE fueron de “sobrados” y rechazaron todas las propuestas, ha dicho el dirigente del PP a los periodistas.

Iturgaiz ha precisado que hoy no se trataba de buscar acercamientos o alejamientos porque cada uno ya sabe el rol que tiene y que esos puntos de acuerdo se tienen que ver en las iniciativas que se aprueban en la Cámara. Mientras tanto, ha dicho que el PP-Ciudadanos va a seguir actuando con “responsabilidad” y que su papel va a ser el de “controlar al gobierno” y aportar soluciones a los problemas reales de los vascos que “están más preocupados en el calendario de vacunación que en el de las transferencias”.

Antes de que Iturgaiz realizase estas declaraciones, Zupiria ha señalado que el jefe del Ejecutivo vasco busca con su segunda ronda de contactos mantener “puentes permanentes” que permitan tener una “relación discreta y de confianza” con los líderes políticos de las formaciones con presencia en la Cámara vasca.

Este miércoles están citados a esta ronda las portavoces de EH Bildu y de Elkarrekin Podemos-IU.