Todos los partidos salvo el PP-Cs consuman el cordón sanitario a Vox en el Parlamento vasco

Todos los partidos políticos en el Parlamento vasco, salvo el PP-Ciudadanos, han decidido hoy no participar en el debate de una moción de rechazo a los homenajes a expresos de ETA presentada por Vox. El cordón sanitario a la formación liderada por Santiago Abascal es un hecho en la Cámara autonómica y podría repetirse en lo que resta de legislatura. El PNV y EH Bildu ya han adelantado que no intervendrán en ninguna de las iniciativas tramitadas por Vox, mientras que los socialistas y Elkarrekin Podemos lo decidirán en cada momento en función del contenido de las propuestas del partido ultra.

Amaia Martínez, portavoz y única parlamentaria de Vox, ha recibido el vacío de la mayoría del Legislativo. Tras su intervención, solo ha tomado la palabra el representante de Ciudadanos Luis Gordillo, mientras que el resto de grupos han renunciado a su turno y solo han participado en la votación de la moción, que ha salido rechazada con los votos de estos.

Vox ya podía intuir que esto podía suceder. Al comienzo de la legislatura quedó clara la intención de los partidos de reducir a la mínima expresión el protagonismo del partido de Abascal en el Parlamento, integrado en el Grupo Mixto al contar con un solo escaño. En agosto pasado, antes de celebrarse el primer pleno y antes incluso de investir lehendakari a Iñigo Urkullu, los cuatro principales partidos de la Cámara unieron sus votos para modificar el Reglamento, de tal modo que Vox contará esta legislatura con turnos de intervención más breves y también verá reducida su capacidad para presentar iniciativas parlamentarias, además de contar solamente con un asesor de grupo. Aquella decisión fue calificada de “cacicada” por Martínez y su partido decidió recurrirla ante el Tribunal Constitucional.

En la primera ocasión que esta fuerza política defendía desde el estrado una iniciativa política, el resto de grupos a excepción del PP-Ciudadanos le han dado la espalda. La moción de Vox instaba al Departamento vasco de Seguridad a desarrollar un protocolo específico para que la Ertzaintza garantice la “correcta investigación” de los actos públicos que entrañen “descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o de sus familiares, exaltación del terrorismo, u homenaje o concesión pública de distinciones a los terroristas”. Martínez ha denunciado en su intervención que los “agravios” que padecen las víctimas del terrorismo “no están solo en los homenajes”, sino también en las pintadas en pueblos, ciudades y calles que piden la vuelta de los presos o en “graffitis con las caras de asesinos”, ha dicho tras exhibir fotos de algunas pintadas.

En declaraciones a los medios informativos fuera del salón de plenos, el parlamentario del PNV Jon Andoni Atutxa ha asegurado que su grupo no ha participado en el debate para “rebajar la tensión política”, y ha añadido: “Vox tiene como estrategia, aquí y en cualquier otra institución, traer debates incendiarios que solo crispan y tensionan el ambiente”.

Julen Arzuaga, de EH Bildu, ha explicado que tampoco intervendrá en los debates promovidos por Vox porque su formación "no debate con el fascismo, sino que lo combate ayer, hoy y siempre”: "Negamos legitimidad a una posición política que precisamente hace de la negación y de la imposición contra derechos y libertades fundamentales su posición política”.

Los socialistas, ha dicho su portavoz, Eneko Andueza, analizarán “en función del interés” que pueda tener cada propuesta de Vox si entra a debatir o no las iniciativas que vengan en el futuro, aunque ha querido precisar que su formación está en contra de los recibimientos a los presos de ETA que salen de la cárcel porque “son lesivos para la memoria y el dolor de las víctimas”. Miren Gorrotxategi (Elkarrekin Podemos) hará como el PSE cada vez que Vox plantee una iniciativa parlamentaria y ha señalado que este partido es "una fuerza política que alienta la vulneración de derechos fundamentales por motivos políticos”.