El PSOE lanza una campaña de microcréditos ‘verdes’
Los socialistas captaron siete millones por esta vía de financiación en la campaña electoral de 2019
El PSOE lanza este sábado una campaña de microcréditos verdes con un 3% de interés anual para financiar la transformación del partido y hacerlo más sostenible y digital. La horquilla para la captación de fondos será de entre 500 y 10.000 euros. La amortización de los préstamos a las personas físicas interesadas sería de un tercio cada doce meses durante tres años, devolviendo tanto la aportación como los intereses, adelantan fuentes de la dirección federal a EL PAÍS. “La devolución de los microcréditos estará garantizada mediante contrato”, afirman. Los socialistas confían de esta manera en financiar un fondo de cuatro millones de euros con el que pretende renovar sus instalaciones, reduciendo su impacto medioambiental y poniendo en práctica el mensaje ecologista de su programa electoral. La deuda bancaria del PSOE a 31 de diciembre de 2019 era de 46,2 millones, con vencimientos hasta 2043.
El objetivo del plan Luz Verde, que la dirección federal del PSOE aprobó el pasado 11 de mayo, es reducir la huella de carbono –las emisiones de gases efecto invernadero- hasta cumplir el objetivo de emisiones cero. La meta inicial es alcanzar una reducción entre el 60-90 % en 2023 de la huella de carbono de la sede en la madrileña calle de Ferraz y de las federaciones autonómicas. Pero el PSOE tiene más de 1.200 casas del pueblo, con una superficie media de 214 metros cuadrados construidos. Por eso el plan también contempla acciones como cambiar el consumo de su electricidad a fuentes 100% renovables -actualmente solo el 3,3% de las sedes cuentan con energías limpias-, crear espacios verdes integrados, introducir el 5G -el 38,6% de sus casas del pueblo tienen acceso a internet de alta velocidad-, eliminar el consumo de papel o digitalizar el archivo de memoria histórica del movimiento obrero. “El plan Luz Verde nos servirá para transformar al partido y tener una mayor credibilidad y fortaleza en nuestro mensaje ecológico”, afirman fuentes de la ejecutiva. La defensa del medioambiente es una de las grandes banderas de los jóvenes, un sector de la población en el que el PSOE no está muy arraigado.
Será la primera vez que un partido político recurre a los microcréditos fuera del periodo electoral y la tercera ocasión que los socialistas recurren a este modelo de captación de fondos. Podemos fue el precursor financiando sus campañas, pero al 0%. PP, Ciudadanos y Vox no han recurrido a los microcréditos. En el caso de los socialistas el movimiento neto total de microcréditos electorales en 2019 fue de 3.235 operaciones por un importe superior a los siete millones de euros.
El PSOE se estrenó en abril del año pasado con una campaña dirigida a sus cuadros y simpatizantes con esta fórmula alternativa de financiación para contrarrestar los problemas que estaba encontrando para financiar la campaña de las generales de ese mes (un mes después eran las europeas, autonómicas y municipales) por la quiebra del Banco Popular. El compromiso era devolver el préstamo con un 2% de intereses anual una vez se ingresara la subvención del Estado. Se recaudaron por esta vía 2.454.200 euros. El presupuesto de las generales, las primeras que ganaba el PSOE desde 2008, fue de nueve millones.
La quiebra del Popular en 2017, financiador de las grandes formaciones nacionales –su oficina en la calle Cedaceros de Madrid, al lado del Congreso, contaba con un equipo de ejecutivos especializados en la interlocución con los representantes de los partidos, que pasaban por allí a pedir financiación-, dificultó el acceso a créditos al PP y el PSOE. Aun así, para cubrir los costes de los comicios de abril y de mayo pidieron cada uno 30 millones por adelantado a los bancos. Entonces nadie lo imaginaba y habría de repetición de las generales en noviembre: sería el periodo electoral más intenso desde la restauración de la democracia con cinco elecciones en siete meses. “Debido a la reestructuración del sistema bancario español y en concreto a la desaparición del banco que se había especializado en financiación electoral, en estos procesos electorales estamos encontrando muchas dificultades para conseguir la financiación electoral necesaria”, recogía un documento interno del PSOE ese mes de abril. “Es fundamental la contribución económica de toda la estructura el partido, de sus cargos y de su militancia”, se instaba a participar. El comité federal del PSOE, máximo órgano entre congresos, aprobó una serie de medidas para “conseguir la máxima diversificación” y “complementar” unas fuentes de financiación con otras.
Medio año después, los microcréditos se habían convertido en una de las vías principales de financiación para Ferraz. En menos de dos semanas se recaudaron 4.722.143 euros -el doble que en abril- para sufragar los siete millones de presupuesto de la campaña del 10-N. En esta ocasión los socialistas ofrecieron un interés anual del 2,5%, medio punto más que en abril. Lo que ahora anima al PSOE a lanzar una tercera campaña de microcréditos es que en las pasadas generales 2,5 millones (54%) fueron préstamos de personas ajenas al partido por el 2,2 millones (46%) que sí eran militantes. “Si eso ocurrió en una campaña electoral, entendemos que la movilización será mayor al tratarse de la financiación de un proyecto medioambiental”, esperan en Ferraz. Fuentes de la dirección socialista aseguran que el partido habrá devuelto el 100% de esos microcréditos junto con los intereses generados antes del 5 de noviembre -los interesados podrían reinvertirlos en el nuevo plan- y toda la deuda electoral el día 15.
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