El yerno de Zaplana asegura que los 2,2 millones por los que están investigados su esposa y él proceden de una operación con Amancio Ortega

Rosa Barceló y María Zaplana, la mujer y la hija del expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro con el PP Eduardo Zaplana, así como su yerno, Luis Iglesias, han declarado este martes ante la jueza encargada de instruir el caso Erial, causa en la que el expresidente valenciano está imputado por supuestos delitos de blanqueo de capitales, malversación y prevaricación. María Zaplana, investigada junto a su madre y su marido por blanqueo de parte del dinero que supuestamente su padre ocultó en paraísos fiscales, ha asegurado que los 2,2 millones de euros que su marido y ella ingresaron en su cuenta bancaria procedentes de Suiza procedían de las actividades empresariales de su marido. El propio Iglesias ha asegurado que el dinero procede de una operación inmobiliaria con el empresario Amancio Ortega.

El origen del caso Erial está en dos adjudicaciones que hizo la Generalitat valenciana en los años 90: la privatización del servicio de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) y el permiso para instalar y explotar seis parques eólicos en la montañosa geografía de la comarca del Alto Palancia. El entonces presidente valenciano Eduardo Zaplana cobró, presuntamente, comisiones de ambas. Y ese dinero acabó en una maraña de sociedades y cuentas bancarias que se extendió por 14 países antes de regresar a España en forma de inversiones inmobiliarias y dinero en efectivo. Los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil estiman que por el circuito de blanqueo del exdirigente del PP se movieron casi 20 millones de euros. El también exministro de Trabajo niega las acusaciones.

Barceló, Zaplana e Iglesias han contestado a todas las partes y, según ha declarado la hija a la salida, se han ratificado en las declaraciones que hicieron meses atrás a los investigadores de la UCO tras la detención del político de Cartagena en mayo de 2018. Los agentes concluyeron que, consecuencia de esos posibles sobornos, el expresidente de la Generalitat pudo ocultar millones de euros en paraísos fiscales.

La instructora les ha preguntado por el pago entre 2015 y 2019 del alquiler de un piso de la calle Pascual y Genís de Valencia, donde residía Eduardo Zaplana durante su estancia en Valencia para recibir tratamiento por la leucemia que le diagnosticaron. El matrimonio Iglesias-Zaplana recibió en una cuenta compartida en el Banco de Sabadell una transferencia de 2,2 millones de euros procedentes de Suiza, 11 días antes de hacerse cargo del pago de unos 3.500 euros mensuales por el alquiler del piso donde se alojaba el exministro. Una cuantía que, según la hija del político, era acorde a mercado.

Según María Zaplana, los 2,2 millones de euros ingresados en una cuenta compartida con su esposo, proceden de los negocios empresariales de su marido. Son ingresos profesionales, han declarado ambos. Iglesias, por su parte, se ha ratificado en que nunca hizo negocios con su suegro. Y sobre la compra de un piso en la calle del Poeta Querol de la capital valenciana, María Zaplana ha asegurado que lo adquirió gracias a una donación que le hizo su padre de 600.000 euros.

Iglesias, que ha declarado a continuación, ha asegurado sobre el origen del dinero que se trata de los bonus que cobró de un fondo internacional en el que participaba, el cual vendió un edificio sito en la Gran Vía de Madrid al fundador de Inditex por 400 millones de euros. El yerno de Zaplana ha añadido que se dedica a gestionar fondos de inversión internacionales y que la operación fue completamente transparente para la Agencia Tributaria, según fuentes presentes en la declaración.

Rosa Barceló, mujer del expresidente, se ha desvinculado de la actividad económica y política de su marido y ha insistido en que ella tiene sus cuentas y su patrimonio y desconocía las supuestas cuentas o sociedades que se atribuyen a Zaplana.

Mitsouko Henríquez, exsecretaria del expresidente, citada también a declarar, ha manifestado a la jueza que nunca recibió dinero en efectivo del presunto testaferro del exjefe del Consell, Fernando Belhot. La exsecretaria de Zaplana ha manifestado que se encargaba de realizar las gestiones que le mandaba su jefe, tanto personales como familiares y profesionales. Tras dar detalle de todo lo que hacía, y preguntada por si alguna vez recibió dinero en efectivo de Belhot, ha respondido que no. “Nunca”, ha apostillado.

La juez del caso Erial, Isabel Rodríguez, consiguió a principios de 2019 bloquear a Eduardo Zaplana 6,3 millones de euros de procedencia supuestamente delictiva y que tenía escondidos en Suiza. La magistrada consideró que, tras recuperar el dinero, el riesgo de fuga había disminuido y decreto su libertad provisional en febrero después de varios meses en prisión.

Finalmente, el juzgado ha podido recuperar unos siete millones de euros tras la confesión del abogado uruguayo Fernando Belhot, asesor de Zaplana, quien llegó a un acuerdo para traspasar el dinero que, dijo, correspondía al exministro. Para este martes estaba previsto que también acudiera al juzgado, en calidad de investigado, Vicente Cotino, pero su declaración se ha suspendido debido a una enfermedad que padece.