Marlaska niega haber solicitado el contenido del informe sobre el 8-M de la Guardia Civil

La tormenta política originada por los cambios en la cúpula de la Guardia Civil también ha llegado al Senado. El cese de Diego Pérez de los Cobos como jefe del instituto armado en Madrid fue el centro del debate en la comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, este viernes en la comisión de Interior. Las exigencias de dimisión regresaron en boca de la oposición —PP, Cs y Vox—, que cargaron contra el ministro y lo acusaron de destituir al teniente por no haber revelado a sus superiores el informe que elaboró la Comandancia de la capital sobre la manifestación del 8-M. Marlaska reafirmó la versión de su Departamento: “Ni yo ni nadie” pidió a Pérez de los Cobos “el contenido del informe”.

Esta respuesta llegó hasta el final de la comparecencia, y tras la insistencia, en dos turnos, de parte del senador del PP, Fernando Martínez-Maíllo. Una vez conocida la destitución de Pérez de los Cobos, el entorno del teniente aseguró que este recibió distintas llamadas de sus superiores, entre ellos de la de la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, informa Patricia Ortega Dolz. Tanto Interior como la dirección del instituto armado han negado esta versión.

La comparecencia tenía un solo punto en el orden del día: informar sobre los planes y actuaciones de Interior en la crisis sanitaria. Nada más lejano de la realidad. El foro fue un cúmulo de preguntas y sospechas de la derecha contestadas por Marlaska con respuestas evasivas y afirmaciones que ya había hecho antes. El ministro no cambió ni un ápice las explicaciones que ha vertido desde su primera comparecencia pública de la semana, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros del martes: “Es un cambio de equipos. No es nada más”. Y agregó: “Cuando se forman equipos, hay libre designación".

La crítica parlamentaria no solo vino de la derecha, también hubo recriminaciones de los independentistas Xavier Castellana (ERC) y Josep Lluís Cleries (JxCAT), que le reprocharon que no destituyera antes a Pérez de los Cobos —al que Castellana se refirió como un personaje “oscuro” — por haber liderado el operativo policial en Cataluña durante el referéndum ilegal de 2017. Sobre esta cuestión, el ministro no quiso pronunciarse. Marlaska, por otro lado, negó que el alza salarial de la Guardia Civil, anunciada después del Consejo de Ministros del martes, se haya acordado por consecuencia de los cambios en la dirección de la Benemérita: “[El aumento] estaba trabajado desde antes”, señaló.

Fueron pocos los minutos donde el centro de atención no estuvo en la Guardia Civil. Y uno de los puntos momentos en los que Fernando Grande-Marlaska trató de colocar en el debate es el de los próximos objetivos del Ministerio, una vez terminada la pandemia. En su intervención inicial, Marlaska señaló que Interior tiene como objetivo próximo la aprobación de una nueva Ley de Seguridad Ciudadana que derogue a la actual, conocida como ley mordaza (aprobada en 2015 por el Gobierno del PP de Mariano Rajoy). No es la primera vez que Marlaska promete un cambio en la legislación —además de que forma parte del pacto de coalición de PSOE y Unidas Podemos—, pero llama la atención que lo haga en este momento: las fuerzas policiales han propuesto más de 740.000 multas desde que se decretó el estado de alarma.

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