El Gobierno plantea unos Pactos de La Moncloa para la reconstrucción
La oposición mantiene la presión y Casado cree que Sánchez es una mezcla de “arrogancia e incompetencia“. El Ejecutivo estudia una prórroga del estado de alarma hasta el 26 de abril
El Gobierno intenta rebajar la tensión política antes de la próxima semana ante una prórroga del estado de alarma hasta el 26 de abril cada vez más probable. El Ejecutivo buscará apoyos en las próximas horas para evitar que el pleno del Congreso en el que se votaría esa extensión del confinamiento ―el miércoles o jueves― se convierta en una gran batalla. Distintas fuentes del Gobierno dan por hecho que será necesario prorrogar otras dos semanas, pero oficialmente aún no se ha comunicado la decisión. El presidente, Pedro Sánchez, llamará durante el fin de semana a todos los portavoces. Es probable, según fuentes del Gobierno, que en esa ronda les comunique la decisión de la prórroga y les pida apoyo, porque es una medida que necesita el respaldo del Congreso. Los datos de hoy, de nuevo cercanos a los 1.000 muertos diarios ―932― consolidan la idea instalada en el Ejecutivo de que la alarma se prorrogará, aunque está en debate qué pasará con la gran industria y otros sectores no considerados fundamentales y que no pueden teletrabajar. El Ejecutivo ha dispuesto para ellos una fórmula de permiso retribuido que estaba previsto concluir cuando acabe la Semana Santa. Sánchez analiza con su equipo y con sus asesores científicos todos los datos que han llegado en las últimas horas para tomar las decisiones. La semana pasada todo se precipitó el sábado por la mañana, cuando llegaron los últimos datos y se hizo un modelo que llegaba a la conclusión de que era imprescindible endurecer el confinamiento.
El Ejecutivo plantea ya una especie de nuevos Pactos de La Moncloa, claves en la Transición. Pero la oposición, sobre todo el PP y Vox, mantiene la presión e incluso intensifica el tono de sus críticas. El líder del PP, Pablo Casado, aseguró este jueves que Sánchez es una mezcla de “arrogancia e incompetencia”, pero fuentes de su partido explicaron que atenderá la llamada de Sánchez casi dos semanas después de su última conversación.
La realidad dice una cosa y el mensaje oficial del Gobierno otra. Desde el pleno en el Congreso de la semana pasada, en el que Casado fue especialmente duro, la relación entre el presidente y el líder de la oposición parece vivir el peor momento de los últimos meses. En privado, tanto el Gobierno como el PP admiten que la tensión ha alcanzado un nivel máximo y parece difícil el acercamiento. Sin embargo, el Ejecutivo insiste en intentarlo e incluso plantea la posibilidad de lograr una especie de reedición de los Pactos de La Moncloa cuando la crisis amaine y se tenga que afrontar el momento económico más difícil, el de la reconstrucción.
Los Pactos de La Moncloa se alcanzaron en 1977, también en un momento de grave crisis, con una inflación superior al 26%, y permitieron forjar acuerdos entre todos los grandes partidos, desde la UCD hasta el PCE. Se pactaron asuntos políticos y económicos, con un pacto de rentas para frenar la inflación y hacer frente a una crisis galopante.
Un acuerdo como ese parece extremadamente difícil en este momento, porque hay partidos como Vox que exigen la dimisión del presidente del Gobierno. Aun así, Sánchez hará esa ronda para intentar rebajar la tensión. Y sus ministros lanzan en cuanto tienen oportunidad mensajes de mano tendida a la oposición, como hizo este jueves Salvador Illa, el ministro de Sanidad, en una comparecencia en la que no entró a responder a ninguno de los ataques del PP y Vox. El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, fue más lejos y dijo que el Gobierno “vería bien” apostar por una fórmula similar a los Pactos de la Moncloa, que marcaron “un tiempo de arranque en lo democrático y lo económico”. “Si nos planteamos un proyecto de país, de carácter nacional, de acuerdo... viene muy bien, porque la unidad y el compromiso siempre fortalecen”, planteó en una entrevista en RNE.
El PP prefiere esperar a ver en qué consiste la propuesta y, sobre todo, aguarda ante esa conversación entre Sánchez y Casado que llevan reclamando desde hace varios días. “Nos conformamos con que se nos llame, tenga en cuenta nuestra opinión y cuente con la experiencia de éxito en la gestión de un partido como el nuestro”, señaló un portavoz del PP preguntado por EL PAÍS.
Antes de que llegara ese llamamiento a reeditar los Pactos de La Moncloa, Casado fue especialmente duro en una entrevista en Tele 5. En su opinión, Sánchez afronta la crisis del coronavirus con un “cóctel explosivo de arrogancia, incompetencia y mentiras”. El líder de la oposición insistió en que su partido no apoyará los últimos decretos del Ejecutivo salvo que se modifiquen. Casado aseguró que Podemos, socio de Gobierno de los socialistas, quiere convertir España en Grecia. El líder del PP denunció que lleva 11 días sin hablar con el presidente.
Vox, tercer partido en el Congreso, mantiene también el tono de sus críticas más duras. El partido de Santiago Abascal pide la dimisión del presidente y la creación de un Gobierno de concentración nacional sin Sánchez. Ciudadanos, por su parte, ha construido en las últimas semanas un discurso muy diferente del de las otras dos grandes formaciones de la oposición. Aún así, el partido que lidera Inés Arrimadas está muy molesto por la ausencia de diálogo estos días, algo que también señala el PNV, un aliado del Ejecutivo que ha mostrado su indignación por la falta de información sobre las medidas que se han tomado y se van a tomar.
Arrimadas estaría dispuesta a participar en un pacto de Estado si Sánchez lo pusiera encima de la mesa. “Una crisis como esta merece un escenario así. Nosotros estaríamos ahí seguro”, anticipan fuentes del entorno de la presidenta de Cs. De igual forma, el partido mantiene su mano tendida a Sánchez para aprobar unos Presupuestos consensuados que limiten la influencia de Podemos en la política económica. “Si los hace Pablo Iglesias, no”.
“Lo que sí es necesario ahora es que el Gobierno se deje de globos sonda y hable claro. Desconocemos en qué está pensando exactamente el Ejecutivo porque no hay diálogo fluido y no cuenta sus planes, ni con antelación ni a futuro. En todo caso, si se planteara esa posibilidad de unos Pactos de La Moncloa, podríamos participar en ellos pero no para que sean al dictado”, señalan fuentes del PNV.
Por el contrario, otro aliado del Gobierno como ERC rechaza de plano la idea de ese acuerdo con todas las formaciones. “Si alguien cree que esto se arregla con las soluciones de las derechas —que han dejado el Estado de bienestar, incluida la sanidad pública, en una situación absolutamente lamentable que ahora estamos sufriendo— es porque no tiene memoria”, según los republicanos. “La salida de esta crisis debe ser social para no volver a caer en el error de dejar que lo paguen los de siempre, mientras se rescata a bancos y poderosos y no a los ciudadanos y a las familias. Consideramos que esto es absolutamente incompatible con la Gran Coalición que algunos desean”, cierran fuentes de Esquerra.
La segunda prórroga, encima de la mesa
El Gobierno insiste en público en que los datos de los últimos días indican que se ha entrado en una fase de estabilización de la pandemia. Pero en privado varios de sus miembros dan por hecho que estos números no son suficientes para levantar el estado de alarma y creen que habrá que prorrogarlo al menos dos semanas más, hasta el 26 de abril. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, insistió este jueves en que esa decisión la tomará Pedro Sánchez “sobre una base científica”. El fin de semana, justo cuando está prevista la ronda con los partidos, llegará probablemente esa decisión. “Estamos en una situación dinámica. En los próximos días, con los últimos datos, se determinará la decisión del presidente del Gobierno sobre una posible prórroga”, sentenció Marlaska.
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