Sánchez avisa de que lo “más duro está por llegar” y anuncia como autocrítica una comisión para analizar los fallos
El presidente pide a la oposición el apoyo para unos presupuestos de reconstrucción social y en favor de lo público cuando acabe la emergencia de la Covid-19
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado su discurso en el pleno extraordinario del Congreso sobre la crisis de la Covid-19 para reiterar un mensaje de refuerzo y reivindicación del sector público español en general y, en particular, del sanitario y ha anunciado como autocrítica la creación en el futuro de una comisión que analice los fallos cometidos y detectados en ese sistema. Sánchez ha advertido también de que en ese momento presentará unos “Presupuestos Generales de reconstrucción social” para los que pedirá el apoyo a todos los grupos políticos, incluida la oposición. El jefe del Ejecutivo ha pedido unidad a los políticos y a la ciudadanía y ha avisado: “Lo más duro está por llegar”. Todos los grupos políticos del Congreso han expresado, con ligeros matices, su respaldo al Ejecutivo.
La pandemia del coronavirus “ha desbordado las previsiones de todo el mundo”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este ha sido el primer reconocimiento del presidente Sánchez al dar cuenta del decreto por el que se ha establecido el estado de alarma en el país. España no ha sido una excepción por lo que, una vez que pase la epidemia, el Gobierno presentará unos Presupuestos “de reconstrucción social y económica”. El objetivo como país debe ser “la protección del Estado de bienestar, el sistema público y la protección de la sociedad y la economía”.
Sánchez, además de recordar las medidas tomadas ya por el Gobierno en esta crisis sanitaria, ha hecho una declaración de intenciones de presente y de futuro inmediato. El presidente concedió que se ha dado de bruces con las carencias que los servicios públicos muestran cuando surge una epidemia como la Covid-19. No reniega de ese sistema público, que ha defendido como lo más preciado de esta sociedad y uno de los mejores del mundo, pero ha concluido que hay que reforzarlo en el futuro, y mucho. Entiende que ante una epidemia, la protección del Estado de bienestar es lo más preciado que debe tener un país. “Vamos a presentar unos Presupuestos de reconstrucción social y económica cuando termine la crisis; unos Presupuestos extrasociales”, ha subrayado el jefe de Gobierno ante un hemiciclo semivacío. También aportó, como anuncio, que se hará un Libro Blanco de la sanidad española en la “comisión de estudio sobre la sanidad pública” que se creará para ver sus deficiencias y carencias, “que existen todos los días”.
“Es el momento de valorar lo público, de reconocer y reforzar el valor de nuestra sanidad” y ha apuntado, frente a los portavoces que le exigieron reconocer errores y algo más de autocrítica, que el Gobierno ha actuado siempre con el criterio científico que le han avanzado los expertos, ante un problema simétrico y no estático y bajo “el sesgo de retrospectiva”. Fue ahí cuando llegó a admitir: “Con lo que sabemos hoy no habríamos actuado igual ayer, se decretó el estado de alarma cuando se tuvo la certeza de que era el momento, por la relevancia de los derechos que restringe". Luego, ante los reparos que le expusieron sobre todo los portavoces de ERC, PNV y BNG, Sánchez aseguró que esta situación excepcional será temporal y recalcó que la centralización de determinados poderes no se ha ejecutado por reproches o quejas con el Estado autonómico, del que se proclamó gran defensor.
Sánchez ha querido remarcar, de nuevo en línea con sus proclamaciones de los últimos días, que de esta crisis se saldrá y se vencerá al virus y que ahora lo que toca es doblegar entre todos la curva de expansión del coronavirus.
El apoyo a los reales decretos y a la declaración excepcional del estado de alarma lo obtuvo el Gobierno de todos los partidos, todos los grupos parlamentarios y todos los portavoces que hablaron en el pleno, con algunos matices. En el hemiciclo han entrado finalmente por razones sanitarias solo 41 personas: el presidente, cinco miembros de la Mesa, 23 diputados, cinco ministros (ninguno de Unidas Podemos ni el vicepresidente Pablo Iglesias), el secretario general de la Cámara, dos letrados, dos fotógrafos, una ujier y una taquígrafa. La ujier, Valentina Cepeda, se dedicó tras cada intervención a limpiar y desinfectar el atril y las barandillas de acceso.
“El enemigo es el virus. Llamo a la unidad política y ciudadana. Una pandemia no distingue colores e ideas y debe ser combatida por todos. Agradezco la respuesta de los partidos, la superación de las diferencias ennoblece la política, todas las comunidades están a la altura para hacer su tarea”, ha señalado Sánchez.
En tono grave, y en algunos momentos con cierta emoción, Sánchez ha apelado a los políticos pero también a la sociedad, al recordar el ejemplo de "profesores, jóvenes voluntarios, con pequeños y grandes gestos, por el coraje de ayudar al otro, ocuparse de los mayores y de los niños”. El lenguaje del presidente ha sido sobrio, de cierta contención, pero ha querido conferir un espíritu de cohesión nacional. “Lo estamos viviendo como una calamidad colectiva, lo es, pero saldremos reforzados y hoy, en este Congreso, no somos rivales y los 47 millones de ciudadanos, diferentes, con distintas lenguas, somos una comunidad”, ha concluido.
Sánchez ha avisado de sus intenciones nada más arrancar su intervención: “Sí existe la sociedad, está ahí, la tenemos ahí fuera, recluida, reclamando la fortaleza de lo público”. El líder socialista ha repetido varias veces que, ante la contundencia con que ha golpeado esta “enfermedad cruel” del coronavirus, “hay que pensar y actuar juntos, en comunidad”. El jefe del Ejecutivo ha abogado por responder al reto sin precedentes de esta pandemia desconocida hasta ahora “con coordinación y una unidad de acción que nos apela a todos, al margen de siglas”.
El presidente ha enumerado, además, muchas de las medidas contenidas en el plan de choque económico por la Covid-19 aprobadas en el último real decreto de este pasado martes. Un plan con el que se movilizan 200.000 millones de euros para apoyar a trabajadores, familias y empresarios (117.000 millones de euros desde el sector público y 83.000 desde el sector privado), se destinan 600 millones de euros para servicios sociales, cuidado de mayores y dependientes; se asegura que ninguna persona en una situación económica difícil perderá su vivienda, se otorga a los trabajadores derechos a la prestación contributiva por desempleo o se flexibiliza el acceso a los autónomos para recibir la prestación por cese de actividad, entre otras.
El líder de la oposición, Pablo Casado, ha relegado las críticas duras al Gobierno que sí profirió en los últimos días y ha expresado en este pleno con claridad la disposición a colaborar del PP en esta crisis: “Un lazo moral nos une a todos, no está solo en la batalla contra esta pandemia, puede contar con el apoyo del PP”. El dirigente popular auguró así que Sánchez podrá tener más cooperación del PP que de sus actuales socios de Gobierno e investidura. Eso sí, Casado ha apuntado que, en el futuro, tiempo habrá para señalar las negligencias y fallos y apuntó que al presidente le había faltado algo de autocrítica y al plan de choque enunciado más precisión sobre cómo se movilizarán los 83.000 millones del sector privado, más incentivos fiscales o más ayudas para suspender la cotización de los autónomos. Y acabó con tono enfático: “Es la hora de la España eterna, los que han sido, son y serán, empecemos a fundar la patria de nuestros hijos”.
El portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, inició su posición con un alegato en favor de un mayor respeto a los mayores, aseguró que ante la epidemia ha llegado el momento “de la rehumanización de la política y de dejar atrás las diferencias”. Apuntó Espinosa un apoyo de su formación “frente al chantaje de los que quieren mal a España”, pero aprovechó para recordar que su partido ya lleva semanas reclamando medidas como el cierre de las fronteras del país. El portavoz de Vox demandó el cese de los vicepresidentes Carmen Calvo y Pablo Iglesias porque, según su criterio, no saben ni de salud ni de economía. Vox pidió así a Sánchez que renuncie a subir impuestos y elimine partidas en los Presupuestos para partidos y entidades sociales.
La voz en el pleno de Unidas Podemos ha sido la de Pablo Echenique, que empezó por destacar que no quería entrar a replicar los ataques del PP y Vox porque ahora las prioridades son otras: “La patria no es un himno o una bandera, la patria es la gente que vive y trabaja en el país y las instituciones públicas de todos”. Echenique pidió a todos los presentes que estuvieran “a la altura de nuestro pueblo”, refrendó la mayoría de las medidas adoptadas e insinuó algunas nuevas de carácter social que reivindicarán para cuidar mejor “a los más desfavorecidos”.
ERC pide más recusos sanitarios
Gabriel Rufián, de ERC, solemnizó de entrada que el debate no debería servir para echarse este virus a la cabeza como “otra guerra política más”. Sin embargo, avisó de que su formación no está “ni de lejos” de acuerdo con todo lo acordado y apuntó que algunas decisiones han podido ser tardías e insuficientes, pero convino que ahora “lo que importa es saber quién lo hace mejor”. Rufián aseguró que el virus no ha puesto a prueba la fragilidad de la ciudadanía sino del sistema, defendió menos patriotismo de banderas y más de recursos sanitarios y señaló un problema futuro: “La crisis sanitaria pasará, pero la económica prevalecerá”. Rufián acabó con un toque de atención que inquieta mucho a ERC: cuando la situación se normalice su partido exigirá explicaciones y que se investigue todo el caso de la fortuna oculta en otros países del rey emérito Juan Carlos I.
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha adelantado la colaboración de su partido pero ha pedido que la excepcionalidad del estado de alarma no se extienda más de lo necesario, sobre todo para que no se paralice la actividad económica del país. También ha solicitado una mayor implicación en la solución de la Unión Europea. El mismo respaldo llegó desde el Grupo Plural y el Grupo Mixto.
Pedro Sánchez, tras acabar las intervenciones de todos los partidos, dijo que no confrontaría en este pleno con ningún partido y agradeció la disposición mostrada, de manera general. Los portavoces también evitaron los ataques directos, a excepción del portavoz de Vox. La sesión fue informativa y por lo tanto no hubo votación. El Congreso sí tendrá que votar en pleno si el Gobierno opta por prorrogar dentro de 15 días el estado de alarma.
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