Nueve terrazas de hotel imprescindibles en Las Palmas de Gran Canaria

La vida en las azoteas es parte de la identidad canaria. Hasta hace no tanto, además de como tendedero o para un cuartito adicional, era común tener gallinas y hasta una cabra. En Las Palmas de Gran Canaria, ciudad con predominio de los colores azul y amarillo, que presume de uno de los mejores climas del mundo (22 grados centígrados de media anual), los hoteles han empezado a ofrecer sus cubiertas como espacios de ocio abiertos al público general.

A continuación, un listado de lugares imprescindibles. Eso sí, sin olvidar que al ser una ciudad rodeada de mar, si se va de noche conviene llevar siempre algo de abrigo.

1. Alis Rooftop Bar

Este es el top de las terrazas de Las Palmas. Está situada en el barrio residencial de Ciudad Jardín, característico por su silencio y por una profusa vegetación con predominio de palmeras y flamboyanes entre viviendas de arquitectura racionalista. Alis Rooftop Bar está en una quinta planta en lo alto de uno de los hoteles principales de Canarias, el Santa Catalina. El edificio es una joya en estilo neocanario del arquitecto local Miguel Martín-Fernandez de la Torre, con numerosos guiños a su hermano, el pintor Néstor, y la mejor cultura artística de Gran Canaria.

Alis debe su nombre a los vientos alisios que soplan todo el año sobre Canarias, los responsables de que Colón llegara a América en 1492 suponiendo que arribaría a Las Indias. Existe desde noviembre de 2019, propiciada por la importante reforma de la cadena Barceló a cargo de los arquitectos Ramón Chesa y Javier Mena. La amplísima terraza, la mayor de la ciudad, está elegantemente decorada en tonos blancos, grises y ocres (junto a una arrebatadora piscina solo para huéspedes). Abierta de miércoles a domingo, cuenta con zona de sofás, camas balinesas y reservados en los dos torreones que rematan el edificio. Por la parte trasera, son únicas sus vistas al parque Doramas, corazón verde de la ciudad, obra del paisajista Nicolás Rubió Tudurí, y las laderas que conducen a Altavista, rematada por la gran cruz roja de la glesia Coreana. Sólido solo ofrece almendras, papas y gominolas —eso sí, en porciones abundantes—. Para beber, cuenta con una exigente carta. Por ejemplo, el intenso y embriagante Negroni (ginebra, vermut rojo, Campari), el favorito de Luis Buñuel, para degustar en sorbos pausados y profundos. Pero quien prefiera Juego de tronos a Buñuel, puede dejarse vencer por el cítrico Invernalia (whisky Laphroaig, limón, azúcar, hidromiel y espuma de cerveza), servido en copa con forma de cuerno, un intenso y evocador homenaje a la Casa Stark.

2. Terraza Belvédère

Uno siempre estará acompañado por jazz muy suave en esta distinguida terraza en la cuarta planta del Boutique Hotel Cordial Plaza Mayor de Santa Ana, en plena ciudad histórica. El alojamiento ocupa el suntuoso edificio con fachada de ladrillos verdes brillantes del antiguo Colegio de Farmacéuticos. La Terraza Belvédère, de 100 metros cuadrados, fue inaugurada en noviembre de 2022. Bordan el naranja Apperol Spritz, amargo y refrescante, muy popular entre los turistas. Para comer ofrece un interesante surtido de croquetas.

La terraza (abierta todos los días de la semana) está rematada por un bonito carril de plantas naturales, con predominio de la lavanda, y cuenta con dos espacios en un nivel superior, de 10 metros cuadrados cada una, donde la intimidad es total. Debajo, la plaza de Santa Ana, custodiada por sus ocho perros de 1895, hermosos, en hierro fundido verde, donde se fotografían los niños montándolos y abrazándolos como si fueran caballos. En el naciente, la catedral de Canarias, junto a la Casa del Obispo, el monumento más importante de la arquitectura religiosa de las ocho islas, aún inacabada desde que se empezó a construir en 1497, con su característica fachada neoclásica de cantería. Al fondo, el mar azul con sus veleros navegando entre grandes barcos de carga y petroleros. Al poniente, las Casas Consistoriales, rematadas en lo alto por cuatro delicadas esculturas femeninas representativas de la navegación, el arte, el comercio y la agricultura. No menos importantes son los riscos históricos, conjuntos desordenados de viviendas humildes construidas en los escarpes que rodean la ciudad. Desde aquí se divisan los de San José, San Juan —el de las casas de colores, una de las postales de la ciudad—, San Roque y San Nicolás.

3. SkyBar Lumm

Moderna terraza para llegar aún con la luz del día. Tiene, al norte, vistas únicas sobre el parque de Santa Catalina. A nuestros pies, entre palmeras canarias y laureles de indias, la Casa Fataga de los hermanos Miguel y Néstor Martín-Fernández de la Torre, arquitecto y pintor de referencia en el archipiélago. Es un punto de información turística. A la derecha, detrás de las históricas naves de las consignatarias inglesas Miller y Elder, reconvertidas en sala de eventos culturales y Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología, respectivamente, se ve el edificio blanco que alberga el Poema del Mar, recomendable acuario de la ciudad.

SkyBar Lumm, en la séptima planta del moderno Hotel LIVVO Lumm, abrió en octubre de 2021. Una interesante piscina la corona. Recientemente ha sido reinaugurada con nuevos toldos y carta de cócteles. Entre ellos, el amargo White Negroni, a base de Martini Bitter macerado con aceituna y clarificado con leche, ginebra cítrica y Martini Ambrato. O el Pepper Margarita, con base de tequila, zumo de lima y sirope de pimiento de padrón. Para comer, solo picoteo. La música combina temas clásicos y del momento para una clientela de todas las edades. Cierra lunes y martes, tiene capacidad para 250 personas y cuenta con una zona de cómodos sillones junto a la cristalera.

4. TAJ Rooftop & Lounge

Debe su nombre al país de origen de sus propietarios, la India, y todo el hotel donde se encuentra TAJ Rooftop & Lounge está lleno de referencias en la decoración o en los nombres de los espacios a este país asiático con una decisiva comunidad en la ciudad desde los años sesenta. Situada en una octava planta, esta terraza silenciosa, de música casi inaudible, cuenta con las mejores vistas del Puerto de La Luz. Debajo, la playa de Alcaravaneras, la segunda de las cuatro de arena de la ciudad, campo de entrenamiento de piragüistas y jugadores de voley playa. Desde aquí se aprecian nítidamente los tres volcanes que rematan el norte de Las Palmas, la montaña del Vigía, del Faro y Montaña Colorada. También la Base Naval, donde atracan los barcos de guerra de la Marina, el Real Club Náutico de Gran Canaria, cuna de regatistas olímpicos, y muchos diques poblados de barcos mercantes, de cruceros, línea, falúas, remolcadores y plataformas petrolíferas. Sobre todos ellos llaman la atención las altísimas grúas para carga y descarga de contenedores. En la distancia asemejan una manada de monumentales girafas azules que vigilan la ciudad.

La noche irá tiñendo de malva los contenedores en tonos rojos y amarillos del puerto dando paso a sus primeras luces nocturnas, amarillas, verdes y rojas. En esta terraza se puede comer desde las ocho de la tarde todos los días de la semana. La carta, variada y muy recomendable, incluye unos interesantes twisters crujientes de langostinos con crema de almendras y tomate canario con miel de palma. La coctelería, abierta desde las 18.00, recomienda el refrescante Katrina, con tequila, Dissaronno, zumo de manzana y lima. Entre otras iniciativas, TAJ Rooftop & Lounge organiza noches de boleros, sesiones de Dj (viernes y sábados), veladas poéticas y catas de vinos espumosos.

5. La Terraza de Malteses

Está ubicada en el barrio comercial de Triana, en la cuarta planta del Boutique Hotel Cordial Malteses, muy cerca de la calle Cano donde nació Benito Pérez Galdos, cuya casa-museo es peregrinación obligada. A La Terraza de Malteses se accede por una menuda calle peatonal, Rafael González. Muy cerca queda la trasera del Gabinete Literario de Las Palmas, edificio de 1844 y de los más bonitos de la ciudad. En 2016, toda esta zona se ambientó simulando la ciudad marroquí de Casablanca para el rodaje del filme hollywoodiense Aliados, protagonizado por Brad Pitt y Marion Cotillard.

Ocupa 500 metros cuadrados, tiene varios reservados, cuenta con una parte del suelo de césped artificial y es acogedora y tranquila. La holguinera Rosmery orienta sobre los cócteles. El refrescante Parranda es el más popular, de regusto cítrico a base de ginebra, maracuyá, zumo de limón, jarabe de azúcar, cava y granadina. La mejor zona son las mesas del fondo, con dos espacios rodeados de plantas con capacidad, cada uno, para siete personas. En las últimas horas de los viernes y sábados (cierra domingos y lunes), su clientela no llega a los 30 años. La música suele ser chill out durante la tarde y contemporánea suave de noche. Punto extra son los dos tipos de pizza que sirven como único plato; los aporta la cercana Scooter, una de las referencias pizzeras de Las Palmas.

6. Rocktop La Peregrina

Inaugurada en junio de 2021, en la terraza Rocktop La Peregrina, en lo alto del Boutique Hotel Cordial La Peregrina, triunfan los eventos, especialmente las prebodas. Está en una segunda planta y se accede a ella por la calle peatonal más bonita de la ciudad, La Peregrina, en el barrio de Triana. Tiene vistas privilegiadas al llamativo edificio de la Biblioteca Insular de Gran Canaria, obra de 1898 de Fernando Navarro, y lejanas a la catedral. Son 300 metros cuadrados y en el centro destaca una pieza en metal blanco que representa una planta de platanera, diseño de Sergio Macías. Sus tres zonas de sofás son ideales para pasar un rato relajado.

Su oferta coctelera es destacable. Solo en cócteles de autor suma 20 propuestas. El bartender Alejandro Rodríguez sugiere el Bobby Brown, de mucho carácter a base de ron infusionado en foie, Pedro Ximénez, bitter casero de chocolate y sal Maldon. En los clásicos, triunfan los mojitos, que ofrece en siete sabores. La oferta musical navega entre el jazz suave, de lunes a jueves, y la chill out y comercial los fines de semana. Aquí también hay punto extra en la comida: el sushi, traído del muy recomendable restaurante japonés Daiwa, tres calles más abajo. Por 50 euros por pareja ofrece un pase de día con acceso a la piscina de la cubierta, un cóctel y un plato de la carta.

7. IBEX Rooftop Bar

Es la terraza más alta de la ciudad: ocupa la planta 12 de la antigua sede del Banco Exterior de España, hoy Design Plus IBEX Hotel, y de aquel banco recibe la inspiración para un diseño que merece la pena ser descubierto. Por ejemplo, la zona del bufé conserva elementos de la cámara acorazada que existía en ese mismo espacio. La terraza, abierta en febrero de 2018, ofrece música electrónica suave y tiene la virtud de ocupar toda la superficie de la cubierta, por lo que se tienen vistas a las bahías de naciente y poniente. Desde ningún sitio como aquí se aprecia el itsmo de Santa Catalina, lengua de tierra de apenas 200 metros que une, al norte, la ciudad con La Isleta. En el pasado, cuando aún no se había construido, el agua llegaba a saltar de un lado a otro.

La terraza (abierta de miércoles a sábados), con mesas iluminadas con lámparas led amarillas y azules, ofrece una amplia carta de bebidas, entre ellas, más de 10 tipos de cafés y 22 cócteles. Recomiendan la clásica piña colada (Malibú, ron blanco, licor de coco, zumo de piña y piña natural).

8. Rooftop & Terrace Aloe

De las más longevas de Las Palmas, Rooftop & Terrace Aloe fue inaugurada en junio de 2018 y ocupa la octava planta del hotel Aloe Canteras. A este local en el que predomina la música comercial hay que llegar, sí o sí, antes del atardecer. Su punto fuerte son unas impresionantes vistas a la bahía del Confital y la playa de Las Canteras. Refulgiendo sobre el mar, el sol estará siempre de cara hasta que se oculte por detrás de la vecina Tenerife.

Abierta todos los días de la semana y con capacidad para 100 personas, arriba los espacios con sofás son más cómodos y el nivel de abajo es más canalla y tiene mayor intimidad, ideal para grupos de amigos de relax postplayero y parejas con voluntad de dejarse mecer por el atardecer. En cócteles, recomiendan el Caribean Trip, con maracuyá, ron blanco y oro, zumo de piña y limón y sirope Falernum. El espacio también se alquila para eventos privados como talleres de yoga y artísticos, presentaciones de libros y showcookings.

9. El Tendedero de Catalina

Ubicada en una tercera planta, en lo alto del Hotel Bed & Chic Las Palmas, tiene un aforo de 89 personas en 100 metros cuadrados y es la terraza más fiestera de la ciudad. Aquí manda la música latina de moda. El Tendedero de Catalina también es la pionera, pues abrió en octubre del 2016. Viernes y sábado ofrece conciertos en directo desde las seis de la tarde (de lunes a viernes está cerrada).

Está en pleno parque Santa Catalina, portalón de entrada a la ciudad de los turistas de crucero. Entre enero y marzo de 2023 han recalado en Las Palmas de Gran Canaria un total de 310.380, una cifra que ya supone, solo en el primer trimestre del año, el 80% de todos los que llegaron en 2022. Aun así, aquí la clientela es local y tiene entre 25 y 45 años. Con suelo de césped artificial y mesas altas con taburetes o sillones, de picoteo ofrece, como platos más destacados, papas bravas y lágrimas de pollo con salsa barbacoa. En los cócteles, el interesante BBC mezcla crema de whisky con avellanas, coco, plátano y canela. Más chispeante es Don Cuervo, a base de tequila, chili, canela, lima y mango.

10. Dos alternativas

Desde 2012, la tercera planta de la Casa Roja, uno de los edificios singulares del paseo de Las Canteras, es La Casa Blanca, local de una conocida cadena de restaurantes italianos, O Sole Mio. Así que también se puede comer con garantía de calidad y buen precio. La terraza, con vistas a la playa, está decorada con mesas de madera, plantas naturales y muretes color turquesa. José Quintero es el bartender, un cubano de 50 años y sobrada experiencia. Entre los 15 cócteles de su carta, recomienda para los chicos el Tropicalia (maracuyá, piña, coco, mandarina y dos tipos de rones) y para ellas el floral Oslo Girl (ginebra, frambuesa, licor de flor de saúco y tónica de ibisco). También propone el Roque Nublo, variación de la piña colada con tequila y mezcal, y puntualiza: “Hago cualquier cóctel que el cliente pida, todos los clásicos y las mezclas que se quieran probar”.

En el extremo sur de la ciudad, Miramar San Cristóbal es un bullicioso restaurante de comida tradicional canaria que reacondicionó su terraza en 2014, transformándola en un local donde comer a muy buen precio: como entrante, las imprescindibles papas arrugadas, gofio escaldado y productos del mar del día: mejillones, lapas, almejas, sardinas; de segundo, triunfan el arroz caldoso marinero y el pescado fresco. La terraza está situada en la azotea de una casa de dos plantas en el barrio marinero de San Cristóbal, el mismo donde hace un año Jennifer Lopez rodó la película de Netflix La madre, un enclave de gente humilde y muy pintoresco de Las Palmas, con una playa de arena y otra de callaos, rematado por un torreón de 1577 y una hilera de casas cuyas paredes de colores resisten los embates de la naturaleza los días de mar violento. Al restaurante hay que venir al atardecer y pedir mesa junto a la cristalera. Así disfrutaremos de una relajante caída de la luz por la lado de naciente de la ciudad, con los grandes barcos atracados dejándose mecer sobre el mar añil.

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