Caramelos de ajo en Jujuy

Sergio Maravilla Martínez ha sido cinco veces campeón mundial de boxeo y ahora aboga por enseñar fitboxing, una disciplina de boxeo sin contacto combinado con fitness. En la cadena de gimnasios Brooklyn, fundada por él, cada vez más personas practican este deporte, tanto en España como en Argentina, donde nació el deportista. Aquí nos cuenta un viaje por la provincia de Jujuy, en el norte de su país natal.

¿Es muy distinta de Buenos Aires?

Totalmente diferente. Lo mejor que tiene es la calidez humana que hay, que me impresionó mucho. Tiene un clima seco de altiplano y está junto a la cordillera de los Andes. Allí todo transcurre más lentamente.

¿Qué recomienda visitar?

Sin duda, Humahuaca, una ciudad a más de 3.000 metros de altura. Es pequeña y da la sensación de estar lejos de todo. Hay un desfiladero que tiene cierto parecido con el cañón del Colorado, y allí está el famoso cerro de los Siete Colores, una montaña formada con sedimentos de distintas tonalidades. En Humahuaca también está el cerro de los Catorce Colores, menos visitado porque el acceso es más difícil.

¿Usted lo visitó?

Sí, llegué en un coche todoterreno. Hay que ir hasta la serranía de Hornocal para verlo. Y necesitas que la gente de la zona te guíe por allí. Cada pocos metros, donde te pares a preguntar, vas haciendo amigos.

¿Le afectó la altura?

Necesité varios días para aclimatarme. La gente me daba caramelos de coca, y también pastillas y caramelos de ajo. Aunque tuvieran un olor fuerte, yo tomaba lo que me daban. Comí también carne de llama para reponer fuerzas. Y guisos tradicionales muy sabrosos.

¿Allí dio alguna clase de fitboxing?

Por suerte, no, porque no podía casi moverme por la altitud. Sí que di una charla en la ciudad de Jujuy, en el teatro principal. Fue muy bonito porque no era para deportistas, sino para todo el mundo, y fueron unas 700 personas. Caminaba por la calle y la gente se paraba a saludarme. Fue genial.