Oca Puerta del Camino, transparente como el cristal

Cuando un edificio apenas suscita interés por parte de los ciudadanos porque la arquitectura de la transparencia acanala hoy el horizonte de nuestras ciudades, el hotel que lo fundamenta requiere significarse con algún extra en su inventario de utilidades y servicios. Aquí, en la sagrada meca de Compostela, el plus turístico es disponer de un garaje donde guarecer cómodamente el coche. Aparcamiento en la calle, haylo. Pero por unos aquilatados seis euros vale más protegerlo de la intemperie y allanar el trasiego de las maletas hasta la habitación atribuida.

Así de claro lo vieron los responsables del grupo gallego Oca Hotels, con establecimientos en el norte de España y Brasil. El emplazamiento estratégico de su buque insignia en el finis terrae compostelano, frente al Palacio de Congresos y el área de negocios de la ciudad, favorece un uso práctico y económico de sus instalaciones.

Aunque sus interiores empiecen a necesitar una inteligente actualización, la pulcritud formal de la fachada en vidrio estructural transparenta una funcionalidad premiada por esa clientela fiel a los espacios de conexión social, los puntos de encuentro con la ciudad y, sobre todo, los buenos precios. Oca Hotels lanza periódicamente una oferta de habitaciones a 30 euros. Irresistible, ¿no?

La amplitud de los dormitorios convence a muchos, a tono con la talla de unos ventanales abiertos de suelo a techo. El orden decorativo clásico se moderniza, aunque queda mucho por hacer. Con la misma llave de las habitaciones se activa el ascensor que recorre las 10 plantas hasta acceder al comedor de desayunos, donde los horarios adolecen de rigidez los fines de semana y el zumo de frutas no consigue nunca la naturalidad esperada. A cambio, destacan el gastrobar Golden Goose y el restaurante Berenguela, a cargo de Pablo Vila, que sorprende a los huéspedes y visitantes locales con una carta bien elaborada de especialidades gallegas. Sin que se note demasiado, con vistas al jardín inglés y su piscina, un conjunto de salones modulares da cabida a convenciones hasta de 1.200 personas.