Delicias del verano austral
Destinos que solo se pueden visitar en esta época, como la Antártida, y otros que están en su mejor momento. Sol, naturaleza salvaje y tranquilidad
Mientras en la mitad norte del mundo hace frío, en la otra mitad, en la sur, festejan la llegada del buen tiempo. Seleccionamos siete destinos con los que disfrutar del verano austral y otros tres que, a pesar de no estar localizados en el hemisferio sur, están ahora en su mejor tempoarada.
Costa este de Tailandia
El verano austral es temporada alta en muchos lugares del sudeste asiático, incluida la costa tailandesa del mar de Andamán. Ésa de lugares archiconocidos, como las islas Phi Phi, Pukeht o las playas de Krabi, que está siempre bajo un manto de nubes monzónicas cuando viaja la mayoría de españoles (es decir, en agosto). Este periodo de buen tiempo es perfecto para descubrir la costa de la provincia de Krabi -en mi opinión, la de mejores playas en Tailandia-, como por ejemplo Koh Lanta o Hat Railay. Más lejano (cerca de la frontera con Malaisia), menos conocido y aún no invadido por el turismo es el archipiélago Koh Tarutao, un parque marino con los mejores corales blandos del mar de Andamán.
Buceo en la Gran Barrera de Coral
(Australia)
La Gran Barrera de Coral es el sueño de cualquier amante del submarinismo. Pero ojo hay más de 2.000 kilómetros de arrecifes y tienes que calcular muy bien qué buscas y qué nivel tienes para no llevarte una decepción. Un sitio perfecto para buceadores noveles o intermedios son los arrecifes más cercanos a Cairns, donde hay montada toda una industria en torno al submarinismo. Ribbon Reef, un cadena de diez arrecifes a unas siete horas y media de navegación desde Cairns, es el lugar más recomendable para buceadores expertos. Suelen verse muchos tiburones de arrecife, barracudas y grandes cardúmenes. Por su parte, Osprey Reff, un atolón formado en torno a un viejo volcán a 160 millas náuticas al este de la Gran Barrera, solitario en medio del océano, es el destino de quienes busquen adrenalina pura: hay más de mil metros de profundidad en sus alrededores y es el lugar perfecto para ver grandes pelágicos, incluido el tiburón ballena o las ballenas minke. ProDive Cairns ofrece excursiones en barcos vida a bordo a diferentes puntos de la Barrera
Parque Kruger
(Sudáfrica)
El mayor parque natural de Sudáfrica es uno de los mejores lugares de África para ver animales, aunque no sea el más espectacular en cuanto a paisaje. Una extensión de sabana boscosa del tamaño de la provincia de Cáceres en el que viven en libertad ejemplares de casi toda la fauna africana. Pero el parque es muy grande y tiene zonas muy diversas; conviene planificar con tiempo la aventura. La mayor parte de su superficie es de propiedad y gestión públicas, pero también hay zonas periféricas que funcionan como reservas privadas. No hay vallas entre ellas por lo que los animales se mueven libremente por todo ese territorio, no así los visitantes. La ventaja de la parte pública es que puedes entrar conduciendo tu propio coche y es la opción más barata. Las zonas privadas, antiguas fincas de caza, cuentan con numerosos lodges y hoteles de más calidad y mejores servicios (aunque también, más caros). Su gran ventaja es que los todoterreno están autorizados a salirse de los caminos para buscar animales por lo que la posibilidad de ver bichos es mucho mayor que en la parte pública. Aventura África es un touroperador sudafricano especializado en viajeros de habla hispana
Canarias
A veces nos empeñamos en ir a lugares lejanos para encontrar descanso a la calidez del sol. Pero no hay que irse al trópico para encontrarlo. En Canarias también es temporada alta en el invierno del hemisferio norte. El sur de Tenerife o de Gran Canaria, y los interminables arenales de Jandía –en Fuerteventura- son los destinos favoritos para quienes busquen playa. En Lanzarote, además de tostarte al sol, puedes disfrutar de los efectos recientes del vulcanismo. Y en las islas más pequeñas, como El Hierro, La Palma o La Gomera, se puede hacer otro tipo de turismo -étnico, rural o senderista- que desmitifica el tópico de Canarias solo para tomar el sol.
Isla Mauricio
Esta isla con nombre de príncipe holandés al sur del océano Índico, a unos 900 kilómetros al este de las costas de Madagascar, es uno de los destinos más peculiares del Índico. A diferencia de otros archipiélagos cercanos, Mauricio no solo ofrece sol, hoteles de lujo y (buenas) playas sino que además tiene cultura propia, una interesante historia, una mélangée racial que ni la torre de Babel. Cuando llegaron los holandeses en 1598 la isla estaba deshabitada. Luego pasó a ser colonia francesa y más tarde, tras las guerras napoleónicas, cayó en manos británicas.
Cada pueblo europeo trajo esclavos africanos y malgaches. Y luego trabajadores de la India para faenar en las plantaciones de caña de azúcar. También llegaron muchos comerciantes chinos. El resultado es que se habla inglés, francés, creole (una mezcla de francés e idiomas africanos), hindi, urdu, tegulu, marahati y varios dialectos chinos. Hay templos católicos, protestantes, hindúes, tamiles, mezquitas… Un destino perfecto para quienes además de tostarse al sol, quieren hacer algo más durante sus vacaciones.
Viñedos en la Patagonia argentina
(Argentina)
La Patagonia argentina es un territorio en el que los horizontes no saben de límites. Un plano horizontal donde el viento ulula y la vista se pierde en el infinito si que nada la entorpezca. Aunque no siempre es así. A veces, aparece un valle jugoso lleno de frutales y de vides. De hecho algunos de los mejores vinos argentino salen de la Patagonia.
Aunque Mendoza es la región vinícola más famosa y con mayor proyección internacional del país, en la provincia de Río Negro, en plena Patagonia, se lleva haciendo vino desde hace más de un siglo, cuando llegaron los primeros colonos de origen europeo. En la vecina Neuquén la tradición del vino es más reciente pero ya está dando grandes resultados. Un viaje en estas fechas por los viñedos patagónicos, visitando bodegas, cabalgando entre las vides y dejándose regalar los sentidos por un buen asado en pleno campo... es una de las mejores maneras de descubrir esa otra Argentina, la más desconocida.
La Antártida
Es el viaje de los viajes. Pero si quieres hacerlo –además del precio- tendrás el condicionante de la ventana de tiempo: a no ser que seas un pingüino emperador solo podrás ir desde finales de diciembre a finales de febrero, en el corto verano austral a estas latitudes. La Antártida tiene 14 millones de kilómetros cuadrados de superficie, más que toda Europa, que solo albergan hielo y roca. Un viaje de aventura que comienza nada más zarpar, cuando los pequeños cruceros autorizados a navegar hasta allí desde Ushuaia, la ciudad argentina más austral del mundo, dejan las aguas del canal de Beagle para afrontar el paso de Drake, una travesía de 900 kilómetros de aguas gélidas que hay que sortear para llegar a la península Antártica. La compañía noruega Hurtigruten opera el barco polar Fram, especializado en cruceros a la Antártida
Un crucero por los canales patagónicos
(Chile-Argentina)
Solo hay una manera de descubrir el extremo sur de Chile: en barco. La zona más meridional de la Patagonia chilena y su porción de la isla de Tierra de Fuego es el último confín de las tierras vírgenes sudamericanas. Un territorio hecho de agua (más que de fuego) donde todo son ensenadas, fiordos, islas, estrechos, senos, cabos… y ni una sola carretera. Los tres barcos de la compañía Australis cubren entre septiembre y marzo el itinerario entre Punta Arenas (Chile) y Ushuaia (Argentina) con parada si el tiempo lo permite en la isla del Cabo de Hornos. Un viaje maravilloso de cuatro días de duración por uno de los parajes más soberbios que quedan en el continente americano
Parque nacional de Jericoacoara
(Brasil)
Este lugar del estado de Ceará, en el norte de Brasil, y de nombre impronunciable con la boca llena de polvorones es uno de los paraísos mundiales de surferos, kitesurferos y demás chalados del viento. Dunas gigantescas, blancas y majestuosas de fina arena, tan altas como edificios; kilómetros y kilómetros de playas solitarias sin un solo elemento humano. La inmensa superficie de dunas que rodea Jericoacoara impide la llegada del asfalto por lo que la única forma de aproximación es en buggie 4x4 por encima de las dunas.
Maldivas
Aunque no está en el hemisferio austral (el Ecuador pasa por el sur del archipiélago), en Maldivas es temporada alta de noviembre a abril, cuando llega el monzón de invierno o monzón seco, y suaviza las temperaturas. Maldivas está formada por 1.196 islas de las que solo 203 están habitadas. Si hubiera que buscar el lugar natal de la postal clásica del trópico utópico, esa que muestra una isla minúscula y redonda rodeada de arena blanquísima, agua azul-turquesa y coronada por un penacho de altivas palmeras... ¡lo encontraríamos en Maldivas! Un paraíso para parejas en luna de miel, urbanitas estresados en busca de tranquilidad y silencio y, sobre todo, para amantes del submarinismo.
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