Un poco de silencio, por favor
De California a Japón, un viaje alrededor del mundo por los mejores centros de retiro espiritual para relajarse en esta Navidad
¿Cuándo fue la última vez que te detuviste a escuchar en silencio? A veces es necesario parar, olvidarse del teléfono móvil y disfrutar de un poco de sosiego y tranquilidad para cargar pilas. Y ahora que llega la Navidad, tiempo de paz, de reflexión y de poner el cuentakilómetros a cero, se presenta un momento perfecto para escaparse a uno de estos atractivos y silenciosos retiros repartidos por todo el mundo.
01 Pagar por el silencio
BIG SUR (CALIFORNIA)
Fundado en 1962 por dos graduados de Stanford en busca de una conciencia “más amplia”, el Instituto Esalen, en Big Sur (California), es la nave nodriza del movimiento New Age. Bohemios (adinerados) acuden por sus masajes, los grupos de encuentro, la búsqueda de visiones y los baños corales (y nudistas) en jacuzzis. Los talleres de Esalen –terapia sexual Gestalt, sueños chamánicos de curación– no son silenciosos, pero el instituto es famoso por sus ocasionales y solicitados retiros de silencio. Se pueden pasar cinco días viendo amanecer sobre el Pacífico, a base de comida biológica, meditación y recibiendo "masajes Esalen" en absoluta ausencia de ruido.
02 Meditación orgásmica contra el estrés
MAHARASHTRA (INDIA)
La antigua técnica prebudista vipassana ha ido ganando popularidad entre los estresados habitantes del siglo XXI. Vipassana, que significa “ver las cosas tal como son”, implica silencio, reposo y observar la respiración. Quienes la practican, aprenden la técnica en periodos de meditación silenciosa de 10 días de duración, organizados en unos 160 centros alrededor mundo. El de Dhamma Giri, en el estado indio de Maharashtra, es uno de los más grandes. Aquí se medita bajo cielos color azul intenso en una pagoda dorada con más de 400 celdas y se comparte comida vegetariana tanto con personal de limpieza como con altos ejecutivos. Sus adeptos aseguran tener desde alucinaciones hasta orgasmos de cuerpo entero.
03 Yoga mirando al Pacífico
OAXACA (MÉXICO)
La magnífica playa de Mazunte, en el estado mexicanos de Oaxaca, invita a practicar la postura del perro y del árbol. En el tranquilo centro de yoga (y de silencio) de Hridaya es posible iniciarse con un retiro de tres días, poner a prueba nuestra fortaleza al sosiego con un ciclo de 10 días o lanzarse a una experiencia de total ermitaño durante 49 días de soledad (solo con invitación). Un programa de hatha yoga, meditación en grupo y estudio de textos hindúes, sufíes, budistas y taoístas, disiparán el aburrimiento que surge después de unos días separados del iPhone. Además, el paisaje es tan fantástico –montañas dorado-verdosas que descienden hasta un mar ágata–, que se esfuma la necesidad de hablar.
04 Voto de silencio, estilo cartujo
WARTH (SUIZA)
Situado en un antiguo monasterio de los cartujos en medio de los prados suizos, el hotel-granja Kartause Ittingen combina la paz monástica con las comodidades modernas. Mientras los cartujos siguen estrictos votos de silencio y soledad, los visitantes disfrutan de una existencia más relajada y lujosa. Pueden pasar una tarde perdidos en sus propios pensamientos en la sala silenciosa, pasear entre los tomillos del jardín, recorrer los antiguos claustros o unirte a una meditación en grupo. Y después saborear una comida a base de pan recién hecho, queso brie y ensaladas de hierbas y flores regionales. El plan es bastante sugerente, similar a lo que ofrecen muchos monasterios españoles.
05 Budismo en la sabana
MOOINOOI (SUDÁFRICA)
En las laderas de la cordillera Magaliesberg de Sudáfrica encontramos el retiro budista Emoyeni (lugar del espíritu, en zulú), abierto tanto a budistas como a no budistas y con una variedad de retiros silenciosos y semisilenciosos, casi a la carta. Un fin de semana de encuentro con iluminación requiere solo un día de silencio, mientras que el retiro tradicional de nueve días de meditación vipassana implica no hablar durante más de una semana. Si no se ve claro, se puede optar por un "autorretiro": comida vegetariana, caminata por la sabana, lectura en la biblioteca o paseo por el laberinto del jardín. Se permite hablar, excepto durante el diario Silencio Noble, tras la cena.
06 Una isla para retirarse
IONA (ESCOCIA)
La pequeña isla de Iona, en archipiélago escocés de las Hébridas, ha sido un centro espiritual desde hace por lo menos 1.500 años. Colonizadas por monjes irlandeses a principios de la Edad Media, el scriptorium de la Abadía de Iona produjo algunos de los manuscritos iluminados más importantes de la época. Actualmente, la isla está salpicada de ruinas monásticas y enormes cruces de piedra. Atrae a miles de peregrinos cada año, muchos de los cuales asisten a retiros en los alrededores del centro monástico. La mayoría son cristianos, pero aceptan a toda persona en busca de una contemplación silenciosa.
07 Año nuevo silencioso
BALI (INDONESIA)
En la isla indonesia de Bali, los residentes festejan el Año Nuevo balinés de una forma nada ruidosa. El Nyepi, el Día del Silencio, que suele caer a principios de primavera, se celebra sin pronunciar palabra desde la salida hasta la puesta del sol. Aunque es una festividad hindú, la practican por respeto la mayoría de los que no lo son. Además de no hablar, el Nyepi implica no viajar, ni ver la televión, ni escuchar música, ni trabajar. Hay que hacer como los lugareños y emplear el día en la contemplación. Los servicios y transportes ese día son limitados.
08 Días de tofu y zen
KIOTO (JAPÓN)
En el centro Tekishinjuku de Kioto uno se vuelve zen de verdad. Huéspedes de todo el mundo acuden a él para practicar zazen –el arte de la meditación sentado– en zendos (dōjōs ubicados en edificios de madera) con aroma a incienso situados en las colinas de las afueras de la ciudad japonesa. La meditación silenciosa solo se interrumpe con cantos rituales, aunque se permite charlar en la anticuada granja que sirve de dormitorio. No es un spa: se ofrecen comidas sencillas de arroz, encurtidos y tofu, talleres manuales y un despertador diario a las 4.50 de la madrugada. La recompensa es una mente clara y una nueva sensación de tranquilidad.
09 Ermitaños urbanos
WASHINGTON (EE UU)
En el monasterio franciscano de Tierra Santa en América, ubicado en la capital del país, se puede pasar una semana como un auténtico ermitaño urbano; un retiro moderno en una cabaña modernista unipersonal, que incluye con una minicocina para estimular la autosuficiencia. Los huéspedes pueden pasear por los terrenos en silenciosa contemplación, aunque es posible dirigirse a los monjes (que no están en silencio) si se tiene alguna duda o pregunta. Parece que los washingtonianos necesitan romper con la rutina urbana, pues el retiro ha estado casi totalmente ocupado desde que abrió en el 2012.
10 El mejor cielo de Inglaterra
NORTHUMBERLAND (REINO UNIDO)
Un profesor de ingeniería acústica de la Universidad de Salford designó hace poco una pantanosa colina del bosque de Kielder, de 600 kilómetros cuadrados, en Northumberland, como el lugar más silencioso del Reino Unido. En la frontera entre Inglaterra y Escocia, alejado ciudades, carreteras principales y rutas de aviación, Kielder es uno de los rincones más tranquilos de Inglaterra. Se puede hacer senderismo, bicicleta de montaña, observar águilas pescadoras o navegar en uno de los lagos artificiales más grandes de Europa. O esperar a que oscurezca y dirigir el telescopio hacia el espectacular cielo nocturno. Porque además del lugar más silencioso, es uno de los lugares con menos contaminación lumínica de las islas británicas.
11 Sosiego monacal a la carta
ESPAÑA
La tradición monacal española hace muchos siglos que hizo del silencio una forma de descanso y de encuentro con uno mismo. Sus hospederías permiten pasar unos días de oración, o de simple descanso, reflexión o estudio. Hoy siguen estando muy solicitados. Solo hay que llamar y reservar con antelación, atender a las normas que impone cada monasterio, respetar el silencio y en algunos casos, participar del retiro monástico, oración incluida. Lo más habitual es que la hospedería sea para hombres o para mujeres, pero hay algunos casos mixtos, como el Monasterio del Paular (Madrid).
Los monasterios españoles suelen estar en localizaciones privilegiadas y tienen un plus: arte a lo grande y siglos de historia a sus espaldas. Todo un encuentro con otra forma de vivir y de pensar, en pleno siglo XXI.
Más información en www.lonelyplanet.es
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