‘Hot dogs’ de mesa y mantel
Seis restaurantes de Madrid donde el gran clásico de la comida callejera se convierte en 'delicatessen'
Desde que en 1867 un carnicero alemán los inventara en su puesto de comidas de Coney Island, en la ciudad de Nueva York, el clásico de la comida callejera se ha reinventado hasta llegar a ser una delicatessen.
01 Ecológicos y de 26 centímetros
Los hot dogs que prepara el chef Javier Muñoz-Calero tienen vicios de alta gastronomía. Aquí, en un espacio con papel de perros en las paredes, preparan la salchicha bratwurst especiada (de origen alemán) de 26 centímetros con carne de ternera ecológica, para servirla después con crujientes de trigo, queso cheddar y patatas fritas con piel. Pero, además, añaden un toque mejicano con habitas y tomate.
Perrito Faldero (San Lorenzo, 9; +34 913 19 06 97).
02 El templo del perrito
Con una carga imaginativa puesta en la combinación de ingredientes, aquí tienen hot dogs de todos los gustos y colores. Desde alguno con guacamole y jalapeños, que llaman Chihuahua, hasta el Schnauzer, con salchicha bratwurst, chucrut, aceto balsámico y pepillos. Este local es un homenaje al sencillo bocado más famoso de la comida callejera, tanto, que incluso tienen un tipo de hot dog que llama Chucho, con todo tipo de toppings a elegir. Para los vegetarianos también tienen su oferta.
It Dogs (Pérez Galdós, 2; +34 915 31 66 08).
03 Bocados mediterráneos
El nuevo Mercado de San Ildefonso, en pleno corazón de la cultura del moderneo en Madrid, en la frontera entre Chueca y Malasaña, acoge una prolífica variedad de comida callejera o bien llamada street food, donde los hot dogs también tienen su hueco. Una muestra es el puesto de Gancho y Directo, un clásico ya conocido en Pozuelo de Alarcón que ha venido hasta el centro de la capital a dar a degustar su perrito caliente con salchicha súper, tomate raf en cubitos, cebolla frita, orégano y aceite de oliva.
Gancho y Directo (Mercado de San Ildefonso. Fuencarral, 57).
04 Desde Coney Island
De Charles Feltman dicen que fue el creador del primer hot dog de la historia, en 1867 en Nueva York. Y desde entonces acuñó una marca que también llegó a Madrid y que tiene en su perrito caliente Coney Island su estandarte, por su vinculación a la ciudad donde nació y por ser la receta original: tomate natural italiano, relish (pepinillo picado a la mostaza) y salsa de queso cheddar. El resto de la carta, lógicamente, cien por cien estadounidense.
Feltman’s Hot Dogs (Sevilla, 2; +34 911 43 90 08).
05 Un clásico de la Costa Oeste
Bajo una estética vintage de diner de carretera estadounidense se esconde un local donde sirven los productos genuinos del país de las barras y estrellas con tino y calidad. Aquí preparan los perritos calientes con salchichas alemanas premium a la parrilla, con cebolla crispy, lechuga y queso cheddar. Un clásico en su elaboración, que en sus sillones de cuero se come como si fuera un motel de carretera de Monument Valley.
Buns&Burger (López de Hoyos, 11; +34 915 63 48 13).
06 Una experiencia pop
Como dicen sus socios, aquí se viene a “comer y vivir”, y al menos eso quieren trasmitir al que se sienta a su mesa. En La Gabinoteca preparan el perrito caliente con su propio pan, queso cheddar y cebolla frita. Pero lo rico de este bocado es su salchicha, que también elaboran ellos mismos en sus cocinas. Un hot dog con un toque artesanal que presentan en la tradicional caja de papel, para terminar de redondear la experiencia pop.
La Gabinoteca (Fernández de la Hoz, 53; +34 913 99 15 00).
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