Ex combatientes convertidos en agricultores y pescadores

Alfredo Martínez, excombatiente de las FARC en proceso de reincorporación, da de comer a los peces en la finca La Elvira, en la convulsa región colombiana del Cauca. En esta zona se han puesto en marcha diversos proyectos productivos relacionados con la pesca y la cría de gallinas ponedoras para dar una alternativa de vida a los que dejaron las armas tras el acuerdo de paz entre las FARC y el Gobierno de Colombia, hace ahora cinco años.Javier Sulé Ortega

Hombres y mujeres excombatientes de las FARC y de la comunidad de Miranda trabajan en uno de estanques del proyecto piscícola de tilapia. No es fácil sacar adelante estas iniciativas debido a la violencia que aún impera en esta región. Desde la firma de los acuerdos, hasta 300 excombatientes han sido asesinados a pesar de que habían dejado las armas.Javier Sulé Ortega

Un hombre recoge con su red las tilapias de uno de los estanques del proyecto piscícola de la Finca La Elvira, impulsado por la cooperativa de excombatientes Ceprodet y con apoyo de la cooperación internacional. Este grupo está formado por 32 exguerrilleros que decidieron abandonar la lucha armada y establecerse en una tierra cedida por diez años dentro de una Zona de Reserva Campesina.Javier Sulé Ortega

Pesca de tilapia para la venta por parte de los miembros de la cooperativa Ceprodet. En La Elvira funciona desde hace un año esta iniciativa piscícola de tilapia roja, donde hay puestas mucha ilusiones y esperanzas.Javier Sulé Ortega

La comunidad y los excombatientes trabajan de la mano en el proyecto piscícola de la cooperativa Ceprodet de Miranda, en la región del Cauca.Javier Sulé Ortega

La tilapia de la cooperativa pesa por lo general unos 450 gramos, y la comercialización está funcionando muy bien, pues venden en muchos mercados campesinos y cada vez es más la gente que se acerca a la finca a comprarles.Javier Sulé Ortega

Carmen Estela Mesquizo, vicepresidenta de Ceprodet, prepara las cajas de Tilapia para meter en el cuarto frío. Esta infraestructura les permite poder conservar la tilapia hasta ocho días.Javier Sulé Ortega

Sandra Talaga, responsable del manejo de los peces y el tratamiento de las aguas de la piscifactoría, camina por la finca La Elvira. El proyecto piscícola cuenta con cuatro estanques con capacidad para producir unos 120.000 peces al año La piscifactoría apunta a estar cada vez más tecnificada y tiene muy buenas perspectivas de crecer.Javier Sulé Ortega

Sandra Talaga desescama las tilapias. Proyectos como este no solo son de tipo económico y productivo, sino que quieren incidir también en un proceso de reconciliación de sus miembros con las comunidades, pues la aceptación de los reincorporados en el territorio ha sido en general difícil.Javier Sulé Ortega

Talaga, que fue combatiente de las FARC, posa en el cuarto frío con una caja de tilapias. Había muy mala información y se ha tratado de explicarles bien a la comunidad que los exguerrilleros decidieron dejar las armas y por qué fueron a trabajar al territorio. Aprender a perdonar es el paso para entender la paz.Javier Sulé Ortega

Alfredo Martínez, excombatiente de las FARC, hoy en proceso de reincorporación y miembro de la cooperativa Ceprodet. Él no sabía nada de piscicultura. Hasta llegar a los peces, en la comunidad habían probado otras cosas que no les habían funcionado. Cultivaron fríjoles y yuca, pero las tierras en esta región son de mera caña de azúcar que una vez se deja de cultivar, vuelve la tierra muy improductiva.Javier Sulé Ortega

Alfredo Martínez, en sus rutinas de cuidado de los peces de la piscifactoría. Cuenta que en el proceso de aprendizaje se les quedaron también muchos peces en el camino, pero hoy ya tienen un buen manejo de los pescados y del tratamiento del agua.Javier Sulé Ortega

Andri Zuleny Pegui, en los terrenos del NAR de Mandiva, en el norte del Cauca. Ella es presidenta de la cooperativa formada por excombatientes Comamce, y ha decidido irse con sus compañeros tras ser amenazada.Javier Sulé Ortega

Ingrid Paula Castro, excombatiente de las FARC en proceso de reincorporación, con sus hijos en la finca de la vereda Mandiva, de donde decidieron marcharse por amenazas.Javier Sulé Ortega