15 fotos
Un pequeño equipo, una gran revolución Los niños y jóvenes que juegan al fútbol en el barrio de Etetack, en la ciudad camerunesa de Yaundé, están apadrinados y apoyados por el Ramassà, un club que juega en la cuarta categoría regional catalana de la Liga Cuando William Mbianda, hace ya algunos años, se animó a organizar un equipo de fútbol en Etetack, un barrio deprimido de la capital camerunesa, la intención era conseguir que los niños tuvieran un refugio donde sentirse seguros y alejados de las tentaciones que les ofrecían sus hermanos mayores. Hoy, estos niños son el motor de un cambio en todo el barrio. El impulso económico que reciben estos chavales está detrás de toda una reivindicación para mejorar la zona. Chema Caballero Papá Manga, uno de los ancianos de Etetack, supervisa la construcción de alcantarillas para canalizar las aguas de las lluvias que suelen convertir las calles del barrio en barrizales intransitables. La acción vecinal y la fuerza de un pequeño equipo de fútbol han conseguido que el Ayuntamiento de Yaundé comience las obras. Chema Caballero Su majestad Pierre Justin Ondoua Ngondoh, uno de los jefes tradicionales de la zona y representante de la familia dueña de la tierra sobre la que se asienta el barrio de Etetack, es uno de los principales apoyos del proyecto de fútbol y ha liderado la acción ciudadana para conseguir que los servicios básicos empiecen a llegar a la zona. Chema Caballero William Mbianda, comenzó el proyecto de fútbol para sacar a los jóvenes de las calles. Más tarde asumió la filosofía del A. E. Ramassà un modesto equipo catalán que 'fichó' a todo el barrio de Etetack y ha conseguido escolarizar a muchos niños y niñas y hacer del deporte una herramienta que ha revolucionado el barrio. Así empezó todo. Chema Caballero Dentro de muy poco los vecinos no tendrán necesidad de desplazarse al arroyo para acceder al agua. Esto se ha conseguido gracias a la presión de un barrio que ha seguido el ejemplo de los más pequeños y se ha organizado para demandar servicios públicos. Chema Caballero Otra de las reivincicaciones ha sido el alcantarillado. En la imagen, ya avanzan –aunque despacio– en el barrio de Etetack. Chema Caballero Al principio solo era el fútbol y todos parecían contentos con ello, sobre todo los niños (varones) que lo practicaban por las tardes. Pero poco a poco aquel entretenimiento banal ha crecido hasta transformar a todo un barrio conocido como Etetack, en una de las colinas de Yaundé, la capital de Camerún. Chema Caballero Las chicas también tienen sus equipos y participan en los entrenamientos igual que los chicos. Detrás se puede apreciar la basura acumulada. Al no existir un programa de recogida de residuos sólidos los vecinos de Etetack tiran sus deshechos junto al terreno de juego. Muchos sábados, antes de empezar los entrenamientos, los jugadores tienen que amontonarla y quemarla para deshacerse de ella. Los representantes del barrio y del A. E. Ramassà buscan una solución para este problema. Chema Caballero Los entrenamientos mantienen a los jóvenes alejados de la delincuencia y les ofrecen alternativas. Desde la adolescencia, la falta de oportunidades empuja a muchos de sus habitantes a buscar en las actividades delictivas un medio de subsistencia. Chema Caballero Los porteros entrenan aparte, cerca de las porterías. El proyecto tiene muy claro que la educación es el verdadero motor que puede cambiar la realidad de estos jóvenes, por eso pone gran esfuerzo en ese punto a través de un programa de becas y de clases de refuerzo para todos ellos. Chema Caballero Algunos equipos de fútbol entrenan por las mañanas temprano, antes de que empiece el colegio, otros por las tardes y los fines de semana todos juntos. Esos días el campo se llena de chavales. Unos corren alrededor de su perímetro, otros hacen rondos o zigzaguean con el balón entre conos. Y, mientras, los vecinos cargados de garrafas sortean a unos y a otros para llegar hasta el pequeño manantial, más arriba del campo, donde la población del barrio consigue el agua para beber, cocinar o lavarse. Chema Caballero Las vistas de la ciudad de Yaundé desde la cancha de juego en lo más alto de la colina donde se asienta el barrio de Etetack son espectaculares. El problema es que si el balón sale del campo, puede rodar ladera abajo y recuperarlo puede resultar una tarea un poco complicada. Chema Caballero Estado actual de la sede del Ramassà de Etetack. El primer piso ya está terminado y ahora se construye el segundo. Se utilizaba para reuniones, charlas y clases de apoyo a los miembros de los equipos de fútbol. Chema Caballero Elvora Kameni es la capitana de uno de los equipos de chicas que se han formado desde que el equipo catalán, A. E. Ramassà ,decidiera implicarse en este programa. Chema Caballero Priscille Tchiekou, en primer plano, asiste a clase en el colegio Les Grandes Merveilles. Como muchos otras jóvenes, finalizada la jornada escolar acude a los entrenamientos de fútbol y por la noche a las clases de apoyo. Ahora, Mbianda se enorgullece de saber que su proyecto no es apenas deportivo. Es la semilla para un futuro mejor de toda una generación. Chema Caballero