Sobre la urgencia de cerrar la brecha digital africana
La OCDE presenta su nuevo informe sobre las dinámicas de desarrollo en el continente y recomienda la digitalización para crear empleo
Cuando se habla del continente africano, se habla de futuro. Los pronósticos de cara a 2050 vaticinan que el 69% de la mano de obra mundial residirá en África y uno de cada tres niños nacerá en esta región, según Unicef. Los retos que se le presentan por delante son innumerables. Uno de ellos es el de la innovación tecnológica, un factor clave, ya no solo para la economía del propio continente, sino para la de todo el planeta.
Sin embargo, su importancia no es sinónimo de datos de bonanza mayúsculos en lo que a este punto se refiere. Solo el 17% de los jóvenes africanos de ciudades con ingresos intermedios pueden permitirse un gigabyte de conexión (o lo que es lo mismo, el ancho de banda necesario para una videoconferencia de dos horas), según datos del último informe presentado en la mañana del pasado viernes, 16 de abril, por la OCDE. Y solo el 35% de ciudades con este tipo de renta están conectadas a la fibra óptica –en África solo existen dos millones de kilómetros de fibra, una cifra minúscula en comparación a la existente en el resto del mundo– y solo uno de cada cinco africanos cuenta con un marco legal sobre seguridad digital.
Todos estos datos pronostican un panorama oscuro para los jóvenes, puesto que uno de los principales problemas del continente es el desempleo juvenil, fruto, en ocasiones, de una mala base educativa. De hecho, el 45% de estos jóvenes considera que sus competencias no se ajustan a los mercados laborales locales, y el 28% se siente poco cualificado. Números que esconden delicadas situaciones y la apremiante necesidad de mejorar la transición de la escuela al trabajo. Para ello, sin embargo, primero hay que solucionar uno de los principales motivos que lo generan: la brecha digital. Una cuestión que, con la pandemia de la covid-19, se ha exacerbado.
Posibles soluciones
El remedio que plantean OCDE y Unión Africana se centra en potenciar la conectividad de las ciudades intermedias y pequeñas, abaratar el acceso a internet a través del fomento de la competencia y ofrecer mucha formación a las empresas. Ejemplo de ello es un sector como el agrícola, donde el 83% de las soluciones que se han desarrollado para aumentar la competitividad de los agricultores no requieren de conectividades muy exigentes, por lo que ha sido perfectamente factible. Es importante reseñar también que, de cara al 2030, solo el 10% de la mano de obra africana serán trabajadores tecnológicos. Lo que demuestra, una vez más, el camino que queda por recorrer.
Aun así, no todos los datos son negativos. En África subsahariana existen ya 480 millones de cuentas de dinero móvil. Solo en 2020, se crearon 50 millones de nuevas cuentas, y hasta 18 gobiernos africanos implantaron medidas políticas para apoyar y reforzar este tipo de transacciones. Es más, Mario Pezzini, director del Centro de Desarrollo de la OCDE, resaltó que, a pesar de que la pandemia haya evidenciado aún más estas diferencias, también ha permitido que países como Ruanda multiplicaran por cuatro las transacciones de dinero móvil durante el primer mes de confinamiento. De la misma manera, durante el resto de los meses de confinamiento, 27 países africanos fueron capaces de facilitar plataformas de calidad para el estudio a distancia de sus alumnos (lo que también significa que la otra mitad no lo consiguió).
La presentación de este último informe de la OCDE se realizó de manera virtual, y fue Pezzini el encargado de desgranarlo. También participaron el director general de Casa África, José Segura Clavell; el director de Internacional de la CEOE, Narciso Casado, y los directores generales de África y de Diplomacia Económica del Ministerio de Asuntos Exteriores, Raimundo Robredo y Luis Óscar Moreno, respectivamente. Todos recalcaron que el informe permite aportar luz a un tema, el de la brecha digital, que es fundamental para que las empresas africanas y españolas puedan profundizar en su cooperación.
Nicolás Orozco es becario en el área de Medios de Comunicación de Casa África.
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