En México han inventado el ensancha-pisos
En Temixco (Morelos), las arquitectas Rozana Montiel y Alin V. Wallach han ideado una estructura de bambú y aluminio reciclado para ampliar las viviendas por sus azoteas
Por fin una casa que se empieza a construir por el tejado. Por fin la fantasía de poder ampliar un piso para ubicar un estudio, otro dormitorio, un almacén o un desván en el que guardar lo que no usaremos más.
Sin embargo, no es fantasía. Es realidad. Este proyecto es, más que un lugar para los trastos, un espacio para acceder a una vida mejor. Las arquitectas Rozana Montiel y Alin V. Wallach son las autoras de una idea tan sencilla como transformadora. Un cuarto más es una estructura de bambú y aluminio reciclado que precisa muy poco tiempo para construirse/montarse -menos de dos semanas- y tiene muy bajo coste de producción. En lugar de levantarse sobre un solar, a ras de suelo, esta estructura ligera permite que las casas se amplíen por el tejado cuando se asienta en las azoteas, siempre que estas sean planas.
Se trata de utilizar una vivienda como cimientos, de colocar sobre una casa existente una estructura con forma de tejado y de ganar con ese gesto mucho espacio interior –dormitorios o zona de estudio- y, a la vez espacio abierto: una nueva terraza rodeando ese cuarto en la antigua azotea. Reciclando la casa como plataforma y utilizando la distancia del suelo como protección, las arquitectas lograron el diseño de un kit casi prefabricado de montaje muy rápido que permite hacer crecer las casas con poco esfuerzo, muy poca obras y evitando un gran desembolso económico. El organismo mexicano dedicado a la vivienda pública (Infonavit) está detrás de este proyecto ingenioso y sin embargo viable y realista que parte de una vivienda tipo de 36 metros cuadrados y aumenta su espacio habitable en 25 metros más.
Montiel explica que el bambú es un material de rápido crecimiento, flexible y sostenible y que el recubrimiento externo de aluminio reciclado actúa aquí como elemento aislante que facilita el mantenimiento y refuerza la seguridad de la estructura.
La arquitecta mexicana cuenta que el modelo de vivienda sobre el que aterriza su proyecto forma parte del catálogo básico de la empresa Infonavit. Esa fue la clave para diseñar no una utopía, sino un elemento útil capaz de solucionar, desde ya mismo, problemas habituales. Su prototipo se ubicó en una casa de Temixco, cerca de Cuernavaca, en el estado de Morelos. La voluntad es ampliar las viviendas para tratar de combatir el hacinamiento. Montiel asocia a ese gesto la voluntad de reducir la violencia intrafamiliar al añadir un dormitorio a una vivienda que solo tiene uno.
Como en las novelas victorianas, la habitación propia podía estar en la azotea. En la cruda realidad, el hecho de tener dos dormitorios en lugar de uno supone una intimidad, privacidad y seguridad impensable para muchas familias.
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