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Simon Watson, el fotógrafo de lo decadente: “Me entusiasma la belleza con sus gloriosas imperfecciones”

'The lives of others' (o sea, 'Las vidas de otros') reúne los interiores y exteriores más extraordinarios que ha captado Simon Watson. Hablamos con el aclamado fotógrafo no solo sobre sus mejores imágenes, sino sobre las grandes historias que hubo detrás

Panorámica del Castillo de Val Gardena (Italia) tal y como lo retrató Simon Watson.
Panorámica del Castillo de Val Gardena (Italia) tal y como lo retrató Simon Watson.Simon Watson

Simon Watson recuerda el instante que despertó su gusto por la belleza decadente. Estaba esperando un autobús en su Dublín natal cuando, al asomarse por la ventana de uno de los adosados georgianos de Leeson Street, descubrió una antigua habitación reconvertida en oficina. La luz que caía sobre las páginas amarillas que reposaban encima de una chimenea de mármol envolvía una nube de polvo y hechizaba con vetustez el espacio. Como en una pintura de Rembrandt o los museos a los que de niño solía llevarle su padre para entrenarle el ojo.

“Se lo digo a todos mis asistentes: que vayan a un museo o a una galería siempre que puedan, y que miren. Para un artista, ese es el ejercicio más importante: mirar"

“Se lo digo a todos mis asistentes: que vayan a un museo o a una galería siempre que puedan, y que miren. Para un artista, ese el ejercicio más importante, mirar. Flexiona los músculos creativos”, asegura este Hércules de la fotografía de interiores.

Tras 30 años de carrera forjada en publicaciones como Vanity Fair o The New York Times Style Magazine, Watson acaba de recopilar los trabajos que mejor representan su obra en el libro The Live of Others, editado por Rizzoli. Está el apartamento de Guillermo Santomà en Barcelona, que fotografió para esta cabecera; la casa parisina de Christian Louboutin, quien para su bochorno se quedó mirando fijamente sus botas desgastadas; y el palacio de Liria, donde Simon Watson recuerda que llegó tarde a su cita con la Duquesa de Alba y con la camisa empapada de sudor por el estío madrileño. Molesta, Cayetana Fitz-James Stuart le concedió solo un minuto para retratarla.

Watson retrató a Guillermo Santomà en su casa de Barcelona para ICON Design en 2017.
Watson retrató a Guillermo Santomà en su casa de Barcelona para ICON Design en 2017.Simon Watson
Estancia de la casa de Non Vital en Ardez (Suiza).
Estancia de la casa de Non Vital en Ardez (Suiza).Simon Watson

“La belleza con todas sus gloriosas imperfecciones es lo que me más me entusiasma”, apunta Watson al intentar describir el denominador común de su trabajo. “Si veo algo que me provoque una emoción, intento fotografiarlo con ese sentimiento en mente. También es muy importante la manera en la que una habitación o una persona está iluminada. La luz es muy poderosa y puede cambiar mucho el modo en el que el espectador interpreta cómo es esa persona o habitación”.

El arquitecto Roberto Baciocchi en su casa de Arezzo (Italia).
El arquitecto Roberto Baciocchi en su casa de Arezzo (Italia).Simon Watson

La mayoría de las fotografías que aparecen en su libro están tomadas en Italia, donde Watson vivió algunos años. “Italia ocupa un lugar especial en mi corazón. Lo he recorrido de arriba abajo y conozco Roma como la palma de mi mano, pero cada vez que voy allí, y lo hago muy a menudo, descubro algo maravilloso. Es un país que nunca deja de revelarse. Italia ofrece belleza y romance de una manera distinta a los demás países, no sé si soy capaz de describirlo. Está en un constante estado de decadencia, y decae maravillosamente”, asegura.

En los palacios de los principi, duchesse y demás miembros de la marchita nobleza italiana, por otro lado, no es raro encontrar esa belleza gloriosamente imperfecta que Simon Watson descubrió en el Dublín de su infancia, y que en los primeros momentos de su carrera recuerda que también buscó en la catedral de Chartres o los apartamentos de la reina María Antonieta en Versalles.

Twelve Henrietta Street, en Dublín.
Twelve Henrietta Street, en Dublín.Simon Watson

Pero solo en Italia podría suceder que el paisaje volcánico que aparece en una de las fotografías de su libro resulte ser el patio trasero de la casa de una familia de Nápoles. “Creo que es un ejemplo perfecto de lo única que es Italia. ¿Quién tiene un volcán en activo en su jardín?”, dice. “Por desgracia, precisamente hace semanas me enteré de que que un chico joven y sus padres murieron allí en 2017, al caerse los tres en una piscina de fango hirviente. Horrible”.

Alistair McAlpine en Puglia.
Alistair McAlpine en Puglia.Simon Watson

Después de treinta años trabajando junto a arquitectos y diseñadores y recorriendo las casas, palacios y castillos más bellos del mundo, Simon Watson no descarta una prometedora carrera en el mundo del diseño de interiores, aunque el término no le guste mucho. “El interiorismo suele significar claudicar ante el diseñador, que entonces aprovecha para eliminar tu identidad y sustituirla con sus propias ideas sobre quién deberías ser. Un diseñador de verdad no haría eso, extraería el carácter de su cliente y lo embellecería”, explica.

“Pero sí, supongo que el interiorismo me tienta. Me he pasado una cantidad de tiempo absurda diseñando las distintas casas de Nueva York, Roma, Sicilia y Dublín en las que he vivido, así que supongo que podría hacer lo mismo para otras personas. Hace unos años, un actor muy conocido me pidió que diseñara su casa de Lower Manhattan, pero decliné la oferta porque estaba demasiado ocupado trabajando como fotógrafo. Podría haber sido mi gran salto profesional. ¿Lanzará ahora ICON DESIGN mi nueva carrera como diseñador de interiores?”.

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