Jordi Labanda diseña el cartel de la última película de Woody Allen: “Lo pensé mucho, pero creo en él”
El ilustrador recibió el encargo el pasado mes de mayo, en pleno confinamiento. "Todo eran malas noticias y esto fue como un rayo de luz"
Como a la protagonista de Día de lluvia en Nueva York, la última película estrenada de Woody Allen, un día planeado puede convertirse en una inesperada jornada por las calles de Manhattan. Solo hace falta que se cruce en tu camino la persona adecuada. Eso le pasó al ilustrador Jordi Labanda el pasado mes de mayo, en plena monotonía pandémica, cuando en su bandeja de entrada recibió un correo electrónico donde le ofrecían dibujar el cartel de la nueva película del director neoyorquino, Rifkin's Festival, que se presenta este mes.
“Fue paradójico porque en medio del confinamiento, donde todo eran malas noticias, el encargo me llegó como un rayo de luz que lo iluminó todo en la oscuridad”, cuenta Labanda por teléfono desde Formentera, donde apura sus vacaciones. Siempre había soñado con colaborar con Allen. “Sus películas me han formado intelectual y estéticamente. Cualquier persona que se considere moderna ha bebido de su cine”, dice.
La propuesta le llegó desde la productora de Jaume Roures, Mediapro, con quien Allen rodó Medianoche en París, Conocerás al hombre de tus sueños y Vicky Cristina Barcelona. También participan las productoras Gravier Productions y Wildside. Ya estaba todo apalabrado. Él era el elegido. Solo tenía que decir que sí o que no.
Jordi Labanda, el primer ilustrador estrella –una categoría que se ganó gracias a su maestría a la hora de recuperar e idealizar el glamour de los cincuenta y sesenta–, debía ahora captar la esencia de una comedia romántica que se desarrolla en San Sebastián durante el Festival de Cine, donde se estrenará el próximo 18 de septiembre. La película está protagonizada por Gina Gershon, Wallace Shawn, Elena Anaya, Sergi López y Christoph Waltz.
La decisión no fue fácil debido a la dañada imagen que arrastra el cineasta por la acusación de presuntos abusos cometidos en 1992 que formuló su hija adoptiva, Dylan Farrow, en una entrevista en televisión en enero de 2018 a raíz del movimiento Me too. “Reflexioné mucho sobre esto y concluí que iba a hacer el trabajo porque creo en él”, comenta Labanda, quien se leyó su autobiografía y todos los documentos públicos sobre el caso antes de aceptar. Rifkin's Festival es la primera película de Allen tras el escándalo, que vetó el estreno de Día de lluvia en Nueva York en Estados Unidos.
El proceso de elaboración del cartel desmiente la fama de perfeccionista y quisquilloso que se le atribuye al director de Brooklyn. “Tuve libertad total”, cuenta el ilustrador. Helen Robbin, productora ejecutiva del director desde hace 30 años, le envió una copia de la película y una breve explicación de lo que querían. Tras visionarla, le envió dos bocetos. “En menos de una hora ya me había contestado”.
El resultado es un cartel fiel al Labanda más puro, entre el glamour y la ironía. Los protagonistas están sentados en unas mesas, disfrutando de un vino y mirando al espectador, mientras los asistentes al festival desfilan por el Hotel María Cristina. “La finalidad es informar y generar el deseo del espectador a verla sin desvelar la trama”, afirma Labanda. Solo sabemos que es una historia de enamoramientos furtivos en la edad madura que cuenta con un giro sorprendente.
La primera incursión del ilustrador barcelonés en el cine fue en 2000, cuando elaboró el póster para España de la película británica Gente con clase, protagonizada por Julie Andrews. La cinta recaudó más aquí que en cualquier otro país y el cartel sirvió de ejemplo para que Allen, que ya lo conocía por sus colaboraciones en publicaciones como The New York Times, Vogue USA o Harper’s Bazaar, se decidiera por él. Más tarde, en 2013, llevó la dirección de arte de American Autumn, de Albert Moya, ua experiencia que recuerda como estresante por la completa dedicación que exige.
De toda la filmografía de Allen, Labanda se queda con la icónica Manhattan, que condensa la esencia psicológica del propio director; con la fantasía cinematográfica de La rosa púrpura del Cairo. Los carteles de ambas películas fueron diseñados por Burt Kleeger, diseñador fetiche de Woody Allen durante años y creador a la postre del cartel de Interiores y Sombras y nieblas. Manhattan es, de hecho, uno de los carteles más aclamados del cine, con la pareja sentada en un banco, de espaldas al espectador, y junto al puente que une a la isla con Nueva York salvando el río Hudson; una imagen que recuerda a Chaplin y Paulette Goddard en la escena final de Tiempos modernos.
A la lista, Labanda añade la comedia Misterioso asesinato en Manhattan. “Me identifico con esa pareja de burgueses diletantes que se meten en un fregado por aburrimiento”. El cartel, con la ilustración de una luna menguante sobre un fondo añil en el que se recorta el skyline de la Gran Manzana, es, como muchos los de las películas de Allen, objeto de deseo de coleccionistas.
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