En un edificio más bien anodino del barrio de Gràcia, en Barcelona, se esconde el acogedor y personal dúplex en el que Cristina Ramos, fundadora de Atelier Ramos y editora de la revista Bound, vive con su hija Frida.
Jarrón de cabeza de cerámica de Sicilia, sombrero de Jacquemus, cojín comprado en El Cairo y tapiz en lino de la artista Berta Salinas, amiga de la propietaria de la casa, Cristina Ramos.Posee, además, lo que ella llama “narrativa”. Y es que la entrada al edificio en el que se encuentra este piso de 150 metros es, como poco, desaliñada. Una vez superados los cinco tramos de escaleras que conducen a la planta principal (incluido el trecho que da acceso a la planta intermedia de la casa, que consta tan solo de recibidor y trastero), se alzan dos plantas con sendas terrazas que dan a la calle principal y a un “encantador” patio de manzanas (“me recuerda un poco al sur de Italia”), y que culminan en un espectacular terrado de uso individual.
Yago CastromilEstantería de Ikea para el sinfín de libros que habitan la casa; silla y escritorio de Noak Room, y la propia Cristina con camisón de seda de La Perla.Cristina y Frida se instalaron en esta “torre de cuento” en mayo, tras el confinamiento: “Buscaba un lugar que me permitiese vivir acorde con mis gustos y mis modos: espacios abiertos, pocas puertas, flow, luz y que invitase a la gente a presentarse sin avisar”. Yago CastromilMuestra de la profundidad del espacio abierto que es la primera planta del dúplex. Sillón Maralunga, de Vico Magistretti; lámpara cesta grande de Miguel Milá para Santa & Cole, y escultura comprada en Sicilia.La decoración llegó sin premeditación. “Tenía los muebles de mis viviendas anteriores. Han encajado con total naturalidad. No me gustan los espacios demasiado pensados. Necesito tener mis objetos preferidos y llenos de recuerdos cerca. Yago CastromilSillas de Noak Room, mesa de Roberto Pamio & Renato Toso para Stilwood (1972), tapiz comprado en Arabia Saudí, foto de Yeste, lámpara de Isamu Noguchi para Vitra, mueble negro de Fins de Siècles y cerámica de Uarzazat (Marruecos).Es como un nido, que se hace de modo instintivo, no reflexivo”. Un refugio al que ha añadido sus señas de identidad: “Me encantan las alfombras y usar el suelo con cojines como extensión del sofá. Si vienen visitas, compartimos tiempo en mi posición favorita: ‘tumbada”.Yago CastromilCabecero de Gastón y Daniela, colcha de lino gris de Zara Home, lámpara comprada en Sicilia, vaciabolsillos de Hermès, obra de Albert Madaula, silla dorada de Azul Tierra y mesita cajonera de Noak Room.
Yago CastromilObra de Saskia Font sobre mueble USM Haller, jarrones de Última Parada, Brutus de Gaper y Azul Tierra. Yago CastromilFoto de Txema Yeste con dirección creativa de la propietaria de la casa, cuadro de René Ricard, taburete de Noak Room y platito de Tom Dixon.Yago CastromilFrida, hija de Ramos, en un sofá de Roche Bobois. Yago Castromil
