30 fotosRetrato de 39 perros con sus dueñosLas personas que salían a pasear a solas con sus mascotas fueron una imagen representativa de la fase de mayor confinamiento. Un fotógrafo y un reportero salieron a su encuentro en Madrid.El País Semanal17 may 2020 - 00:05CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceRonis es un mestizo de mirada melancólica al que le gustaría estar persiguiendo conejos en el campo y que es un gran aficionado a las salchichas Oscar Mayer. Su dueña, Conchi González, dice: "No entiende nada de lo que está pasando".Gianfranco TripodoTyron –que pasa a un metro de Ronis y está a punto de comérselo– es un pitbull y pertenece a Luis Mora, que trabaja en una cadena de hamburguesas que ha hecho un ERTE y no puede dormir pensando en su futuro. Tyron se come todo: huesos, verdura, pollo, patas de jamón, plantas, tierra, moscas que caza en el aire. Nunca se come abejas porque sabe que pican. Tyron ve pasar a dos perros pomerania mínimos y pizpiretos y piensa: "A ellos también me los comería", pero Luis le tira de la correa. Tyron debería llevar bozal porque es de raza potencialmente peligrosa.Gianfranco TripodoWifi es un pastor alemán que ladra con fiereza al fotógrafo de El País Semanal cuando le dispara de frente. Su dueño, Bernardo Salgado, dice que es "un poco cabroncete". Un día durante la cuarentena dos policías le pidieron la documentación. Tuvo que dejársela a unos metros para que la recogieran, porque Wifi no les dejaba acercarse.Gianfranco TripodoGail Gorton tiene 73 años, es originaria de Florida, Estados Unidos, y fue compradora de joyas de Tiffany's. Su perra se llama Maisey y es una schnoodle, mezcla de schnauzer y caniche. Maisey es bastante misántropa. Le ladra a todos los perros del mundo menos a su amiga Pepita, una teckel miniatura que también vive en el barrio de Salamanca. Justo cuando estamos con Maisey aparece Pepita con su dueño, Emilio Acebo, de aspecto formal y con mascarilla. Hace semanas que no se pueden dar lametones ni olfatearse. Se miran a dos metros de distancia, con su amor interrumpido.Gianfranco TripodoTobi vive ajeno a lo que ocurre, según Camila Hornos. Es un caniche anciano y ciego, y por eso su dueña deduce que no está notando nada raro. Si Camila no lo guía, Tobi da unos cuantos pasitos sin rumbo y termina cayéndose de la acera.Gianfranco TripodoCal tiene heterocromía, un ojo de cada color, como David Bowie. Bueno, en realidad Bowie no tenía un ojo de cada color sino que una de sus pupilas estaba más dilatada por un puñetazo que recibió de adolescente, y esa diferencia de tamaño hacía que pareciese que tuviese colores distintos. Cal es un dálmata. Su dueño, Hugo Julienne, es un adolescente que cree que sin tener a Cal para jugar durante la cuarentena se pasaría el día durmiendo.Gianfranco TripodoEn Vallecas, Tejón (izquierda) insiste en seguir montando a Bebita pese a que fue castrado tras tener 15 hijos con ella. Son dos caniches que emigraron desde Venezuela con su dueña, Anandha Courlaender.Gianfranco TripodoLluna es una rottweiler de 50 kilos –también debería llevar bozal– y Pau un mini pinscher con sobrepreso. Shirley García tenía cita para llevarlo a un análisis de metabolismo pero se canceló por el estado de alarma. Pau tiene un mal genio horroroso, y Shirley dice: "Menos mal que no tiene el cuerpo de Lluna".Gianfranco TripodoJerónimo Calle también está de ERTE. Su perro Turko, el negro, es una mezcla, cree, de braco y dogo, y su perra Lou una jack russell terrier. Él es empleado de mantenimiento aeronáutico y también se ha formado como educador canino. Durante el confinamiento, practican. Lou sabe girar en torno a sí mismo. Turko está aprendiendo a hacer una reverencia.Gianfranco TripodoMoka es una perra de aguas. Noelia Jiménez la compró porque quería "una raza dura". Cuenta que era el perro que llevaban los marineros por su resistencia y porque si estaban a punto de caer por la borda se podían agarrar a sus rastas.Gianfranco TripodoDexter es un pastor alemán estresado por la situación y muerde los muebles de su dueño, Mariano Viso.Gianfranco TripodoTacón es un podenco. La familia de Pablo Rojas lo adoptó en un pueblo cuando iban a tirarlo a un pozo. Pablo dice que Tacón "solo se junta con podencos". Estamos en el parque de las Siete Tetas, Vallecas. Madrid está parado y hay poca contaminación. De fondo se ve el famoso Pirulí, la torre de telecomunicaciones de Radiotelevisión Española.Gianfranco TripodoBreeze (izquierda) es una mezcla de setter y husky que, por su genética siberiana, confunde a su dueña Magdalena con un trineo y tira tanto de ella que le ha hecho callos en la mano. Es un perro carismático. Cuando ella tuvo una enfermedad, sus vecinos de Malasaña lo sacaban a pasear y todos se encariñaron de él. Lola, cree Magdalena, es cruce de labrador y podenco. Una vez se comió el mando a distancia. Su dueña solo recuperó el número 1, el número 2 y la tecla de OK.Gianfranco TripodoDrago es un doberman majestuoso. Sombra es una pastora australiana, hermosa y adiestrada para la terapia con personas mayores y niños con dificultades. La crisis del coronavirus ha afectado especialmente a Drago, dice Andrea Lasheras. Como necesita ejercicio, lo ha tenido que mandar 5 días a una residencia canina en el campo. Cuando salen a pasear por la noche, le carga encima una mochila de 4 kilos para que se canse más.Gianfranco TripodoTeo es un galgo traumatizado. Fue localizado de cachorro en un basurero de Zaragoza. Desde enero vive en Madrid con Ignacio Cabra. Hace unas semanas se escapó, un coche lo atropelló y tuvieron que operarle de fracturas en dos piernas. Teo tiembla todo el rato. Con todo, el vaciamiento de las calles le ha venido bien porque no hay ruidos ni extraños que lo asusten. Ignacio está pasando la cuarentena solo con él: "Me hace mucha compañía. Mentalmente me está viniendo del carajo".Gianfranco TripodoTito es de Roma. De raza braco vizsla, se mudó a España hace unos meses con su dueña. Alessandra Alferi dice que es muy apegado a ella. "Lo que en Italia llamamos un perro velcro". Tito está nervioso. No comprende por qué no hay más perros y humanos. "Y yo no se lo puedo explicar", se lamenta Alferi. Tito solloza, muerde su cadena. Ella dice: "Ancora andiamo".Gianfranco TripodoCuando Lucas García –nombre artístico Denom– tiene un bajón de ánimo, Machete lo nota y le da cariño. El dueño es rapero y dice que Machete para él "es un hermano" con el que han pasado de todo. Han estado juntos, dice, "en villas millonarias y en casas okupa". Una noche que él no estaba en casa entraron intrusos y según cuenta le dieron a Machete en la cabeza con un bate de béisbol. Machete es un american pitbull stafford. También debería llevar bozal.Gianfranco TripodoEn su casa, Jesús Romero nunca había sido el responsable de sacar a Perla, una bulldog francesa aficionada a comer sandía. Durante el confinamiento, la está bajando tres veces al día: "Es un alivio poder salir con el animalillo", dice en una plaza de Tetuán mientras de una casa sale una salsa: "Tus besos son / son como caramelo".Gianfranco TripodoAunque la tarde es soleada, Bárbara Ignacio le ha puesto a Rayo el chubasquero "para protegerlo más del coronavirus". Rayo es una mezcla de bodeguero andaluz con bulldog francés. Es un perro contumaz que no para hasta que consigue lo que desea. A Bárbara le ha abierto un agujero en la pared de su cuarto a base de rascarle cuando exige atención.Gianfranco TripodoGolfi es un yorkshire de carácter autónomo. "Por la noche, cuando tiene sueño, se va a la cuna sin decir nada", explica su dueño, Antonio Bustos. Antes de dormir lo baja a la calle por última vez y se encuentran todo desolado. "El confinamiento es como el fin del mundo", dice Bustos, que lleva una bolsa con tres patatas y dos aguacates.Gianfranco TripodoLluna –qué extraño: dos perras llamadas Lluna entre los 39 perros del reportaje– es un cruce de pastor alemán y pastor inglés. De carácter "zen", según Jaime Cordero, ha llevado una vida "rutinaria" y nunca le ha pasado nada "muy destacable".Gianfranco TripodoMara es una anciana de 15 años mezcla de madre yorkshire con posible padre caniche. Es de tamaño muy pequeño. "Creo que se debe a la parvovirosis que tuvo de cachorro", dice su dueño, José Iglesias. En los últimos tiempos le han tenido que quitar por una infección todos los dientes menos uno y ha sufrido una gastroenteritis que casi acaba con ella. Mara se ha reducido aún más. "Ahora mismo debe pesar un kilo", calcula él. Subida a su mano, la entrañable Mara parece un guiñol.Gianfranco TripodoBlaky es un bodeguero. Su dueño, Ricardo Guaygua, está de ERTE y se siente agobiado en su casa de 60 metros cuadrados, que comparte con su esposa y sus dos hijas. Sacar a pasear a Blaky lo desahoga. Le preocupa su hipoteca, de la que tiene que pagar diez años más. Blaky, que no es consciente de esos problemas, está feliz de tener a todos en casa.Gianfranco TripodoOmar es soldado de Infantería de Marina. Thor es un cachorro de yorkshire. Omar dice que es "supereducado, cariñoso y obediente". El único problema que ha tenido Thor hasta ahora en su vida ha sido un bajón de azúcar.Gianfranco TripodoEl mayor defecto de Swaggy –"una mezcla de no sé qué", dice su dueño– es que en casa ladra por cualquier ruido. Adolfo Guerra se lo compró a su hija para que le diese cariño en un momento duro de su adolescencia. Adolfo está preocupado por su hermana y su familia, que viven en Ecuador y tienen síntomas de coronavirus. "Allí la sanidad está muy mal y ellos se tendrán que recuperar con paracetamol y por obra y gracia del Señor", dice en el barrio de Usera.Gianfranco TripodoDorothea es originaria de Patio Bonito, un barrio duro de Bogotá. Carolina Delgado la adoptó y se la trajó a España tras "un papeleo épico". Carolina sufre problemas de ansiedad y en su país le sacó a Dorothea la acreditación de perra de acompañamiento terapéutico. "Ella ha sido muy importante para mí toda mi vida y en este momento, también", dice su dueña. El alimento favorito de Dorothea es la zanahoria.Gianfranco TripodoRumba es una perra de aguas y Loki –nombre del dios nórdico del engaño– una podenca valenciana de pelo largo. Desde que empezó el confinamiento se muestran "apagadas" durante el día, explica su dueña Alejandra Martínez en una calle vacía del barrio de La Concepción. A las ocho se ponen nerviosas con los aplausos. A Alejandra, por lo demás, le preocupa un poco que Loki parece más interesada que nunca en el gato que tiene en casa. "Creo que corre peligro".Gianfranco TripodoCacho es un border collie frustrado por no poder ir a pasear, como acostumbraba, al parque del Retiro. Sopa es una pastora australiana. Limón es el hijo de ambos, y tiene tanta energía que le da problemas a Daniel Quirós a la hora de sacarlos a los tres juntos. Daniel es copiloto de un avión privado y pese a que está con un ERTE está contento porque le han dado la nacionalidad española. Son las ocho. De una ventana sale la canción Resistiré.Gianfranco TripodoChuy no tiene raza, dice Pilar. Sí tiene alergia al césped. Pilar critica que durante la cuarententa se está encontrando más cacas. "Los que tenemos el privilegio de poder salir a pasear a nuestros perros deberíamos preocuparnos de tener las calles más limpias que nunca", dice. En una bolsa lleva incluso un spray de agua y vinagre para atenuar los pises.Gianfranco TripodoCatherine Duthie es de Carolina del Norte y vivió dos años en Tanzania trabajando de voluntaria con los Cuerpos de Paz de Estados Unidos. Solía desayunar una especie de buñuelo que en suahili se llama andazi. Su gusto por este panecillo frito le hizo ponerle su nombre a su mascota. Andazi es adoptada y fue maltradada de pequeña. Pese a haber sido tratada por un entrenador personal, la perra con nombre de buñuelo africano sigue teniéndole miedo al mundo.Gianfranco Tripodo