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Catalina, los piratas y los viruses La creatividad y el optimismo de los niños no tienen límites. En pleno confinamiento por coronavirus, Catalina, de tres años, y su vecina fotógrafa han creado un proyecto lleno de sonrisas y fantasía. Entre disfraces y flores de papel, De puerta a puerta comenzó el primer día del estado de alarma y terminó 42 días y muchas aventuras después con el primer paseo al aire libre. "No salgo a la calle porque hay viruses”, dice Catalina con su lengua de trapo. Tiene tres años y vive con sus padres en La Granja de San Ildefonso, en Segovia. Esta imagen fue tomada el 2 de abril en la puerta de su casa. Mentxu Álvarez Catalina apenas sabe escribir, pero sabe que “el coronavirus está en la calle” y que “los abuelitos se pueden poner malitos”. Durante el confinamiento, Catalina ha hecho los deberes, ha jugado al pilla-pilla y a los médicos —“como la tía Mari”—, pero no ha podido ir a casa de sus vecinos como hacía habitualmente. En el piso de enfrente vive Mentxu Álvarez, una fotógrafa que conoce a Catalina desde que nació. Reflejo de la fotógrafa y de la niña en el pomo de una de las puertas que las separa, el 30 de marzo. Mentxu Álvarez "Mentxu, mañana me disfrazo de pintora”, le dijo la niña por un audio de WhatsApp. Y así surgió el inicio del proyecto 'De puerta a puerta' , como un homenaje a los pequeños héroes de la pandemia. Una colchoneta azul en una casa y una tela verde en la otra hacen el 25 de marzo de piscina para Catalina. Mentxu Álvarez Siempre que Catalina quería, se abrían las puertas de las dos viviendas y aparecía la magia. Hoy una princesa, mañana un pirata, y así día tras día. El 26 de marzo tocó ser pirata, toda una aventura. Mentxu Álvarez Llegó la primavera y la pequeña se puso su vestido preferido, hizo unas flores de papel y dejó una en el felpudo de su amiga fotógrafa (en la imagen). Mentxu Álvarez Como no se podían dar un beso, la niña le cantaba una canción para alegrar el momento: “Navidad, Navidad, dulce Navidad…”, sin importar que era marzo. En Semana Santa, felicitó a todos las “cuascuas”. En la foto la pequeña celebra el inicio de la primavera, el 21 de marzo, ataviada con su vestido favorito y un ramo de flores de papel. Mentxu Álvarez El tiempo pasó —42 jornadas— entre juegos, disfraces y películas animadas. Un dibujo de Catalina realizado durante la cuarentena. ¿Un autorretrato? Mentxu Álvarez Catalina, a través de un tubo, a modo de mirilla, el 19 de abril. Mentxu Álvarez Catalina se asoma el 20 de marzo por la ventana para enseñarle a su vecina un muñeco de Minnie. Mentxu Álvarez El 23 de marzo, en medio del confinamiento, las nuevas botas de agua tendrán que esperar todavía para ser estrenadas. Mentxu Álvarez Por fin llega el gran día, la vuelta a la calle. Llueve. Catalina se calza sus botas de agua nuevas y sale a dar un paseo. Una flor cogida el primer día de paseo en la calle. Mentxu Álvarez El sol no salió el primer día de vuelta a la calle, el 26 de abril, pero los charcos son divertidos: “A saltar y saltar en los charcos de barro”, canturrea Catalina salpicando todo de risas. Mentxu Álvarez