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Cosas que hacer durante la cuarentena por coronavirus (V): cómo limpiar el filtro de la campana sin dañarla

El proceso varía si se trata de una campana de extracción o una de recirculación. Estos son los consejos para dejarla impoluta

Cocina diseñada por el estudio Emma O'Meara. |
Cocina diseñada por el estudio Emma O'Meara. |Nikole Ramsay

La cocina como lugar de terapia. Tener las manos en la masa durante la cuarentena por el coronavirus (COVID–19), se está convirtiendo en una de las vías de escape más saludables. Según afirma un estudio realizado por la Universidad de Cambridge, cenar a diario en casa supone ingerir una media de 320 calorías menos (y hasta 16 gramos de azúcar) al día. Además, al cocinar nosotros cada elemento, tomamos conciencia de su elaboración controlando así las cantidades y saciándonos en el momento.

Generar más suciedad cuando aumenta nuestra actividad en la cocina es, si acaso, el único inconveniente. Como parte de la limpieza profunda que podemos llevar estos días, es fundamental mantener toda la zona de trabajo en óptimas condiciones, libre de grasa y bacterias que puedan derivar en problemas más graves.

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La campana o extractor de humos de una cocina es el candidato perfecto a acumular suciedad pero, a menudo por su situación, olvidamos limpiarla correctamente. No solo absorben los olores y la grasa que desprende la cocina, sino que libera toda la estancia de humos molestos al depurar el aire.

Limpieza a fondo de filtros

Antes de proceder a su limpieza debemos recordar qué tipo de campana tenemos en la cocina. Las más frecuentes son de extracción y absorben todo el humo circulante para expulsarlo al exterior a través de un tubo que conecta con la fachada más cercana. Este tipo de extractores poseen unos filtros de metal extraíbles que debemos limpiar con asiduidad para que no se dañen.

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La cadena de electrodomésticos Teka recomienda realizar una limpieza a fondo cada dos meses, que se verá simplificada si realizamos un cuidado diario con un paño humedecido con agua tibia y unas gotas de agente desengrasaste o jabón neutro. A la hora de desmontar los filtros, es necesario desenchufar cualquier toma de corriente y asegurarse de que la campana esté fría. En el manual de instrucciones se especifica cómo extraer los filtros, algo que varía en función del modelo y el fabricante, aunque suelen tener un mecanismo sencillo que permite presionar en un costado para extraer el contrario. Si no se conserva la guía de usuario, se puede encontrar en la página online de la marca.

La forma más sencilla de limpiar los filtros a fondo es con un ciclo simple en el lavavajillas. Si no es posible, también se puede hacer a mano. Para ello, hazte con un barreño o un lugar donde sumergir los en agua hirviendo y jabón desengrasante. Uno de los detergentes más extendidos en nuestro país, elaborado con grasas y aceites naturales que respetan la piel y el medio ambiente, es el jabón Beltrán.

Tras esperar unos minutos para que la grasa se reblandezca, frota con la mezcla y un estropajo suave o un cepillo de uñas con asa. Aclara a continuación con agua limpia y deja secar bien los filtros. Elimina la humedad restante con papel de cocina.

Lo más difícil, el interior

Limpiar la parte interna de la campana supone la tarea más costosa por su forma angulosa que dificulta el acceso. En primer lugar, rocía con un fuerte desengrasante, tipo KH7, una esponja suave para eliminar la grasa que se ha quedado adherida. Si la suciedad persiste, prepara una mezcla a base de agua caliente, bicarbonato y un agente desengrasante, como un detergente concentrado o vinagre de limpieza.

Con un estropajo suave, y realizando movimientos circulares para no rayar la superficie, elimina con firmeza los restos de grasa, donde se acumulan multitud de bacterias que no están a la vista. Un exceso de grasa puede obstruir el conducto y dificultar el correcto trasiego de los humos. Por ello, es aconsejable repetir su limpieza cada mes.

Remedios naturales: antes de desmontar

El limón o el vinagre son poderosos agentes desengrasantes, además de una alternativa ecológica y económica a los productos químicos del supermercado. El portal Consejos de Limpieza recomienda llenar una cacerola con dos litros de agua y el zumo de tres limones y llevar la mezcla a ebullición. Este proceso se hará con la campana encendida y sin desmontar durante aproximadamente 20 minutos.

Campana de recirculación con filtro de carbón activo. |
Campana de recirculación con filtro de carbón activo. |miele

Si se prefiere sustituir el cítrico por vinagre blanco, exigirá al menos una hora de cocción. En ambos casos, procura colocar la olla en la placa que forme una línea vertical con la boca de extracción para que la limpieza resulte más efectiva. A medida que la disolución de agua disminuya o se ensucie, añade más agua y limón o vinagre, evitando así que el recipiente se queme. El vapor condensará la grasa superior formando un líquido que caerá en la placa, previamente cubierta con papel absorbente para que no se ensucie.

A continuación, desmonta los filtros para dejarlos en remojo con agua y jabón, como señalamos en el primer paso. Repasa las zonas más complicadas del interior con un paño mojado en agua caliente y amoniaco. En las esquinas, se recomienda usar un cepillo de dientes suave. No olvides llevar siempre guantes de goma y una mascarilla para evitar respirar los gases tóxicos que pueda generar el amoniaco.

Cuidados para no rayar y afear la superficie

La superficie exterior de la mayoría de las campanas modernas está hecha a base de acero inoxidable, altamente resistente pero también muy sensible a las ralladuras. Evita usar agua muy caliente y cepillos de cerdas duras, y aplica mejor jabones neutros o toallitas específicas para el acero inoxidable, como estas de Siemens por 6,95 euros. Pásalas por toda la zona y seca a continuación con un paño de algodón o una toalla de papel que no sea áspera. Este proceso se debería convertir en un gesto obligatorio después de cocinar, como la limpieza de la vitrocerámica.

Si la campana es de aluminio o tiene elementos de cristal, bastará con usar limpiacristales si la grasa no es muy contundente. La firma de cocinas Novy recomienda evitar en todo caso rascadores y estropajos de alambre, y recurrir mejor a una esponja suave para no rayar el aparato. Los controles y mandos a distancia en campanas de techo exigen especial cuidado, ya que la entrada de agua o de cualquier líquido puede dañar el sistema electrónico. Si la campana dejara de funcionar, lo mejor es recurrir a un especialista antes de manipularla, ya que se podría perder la garantía.

¿Debo limpiar los filtros de recirculación?

Campana de extracción de techo 'Cielo', de Mepamsa. |
Campana de extracción de techo 'Cielo', de Mepamsa. |mepamsa

A diferencia de los extractores de humos, las campanas de recirculación absorben y purifican el aire través de unos filtros de carbón activo, devolviéndolo limpio y sin necesidad de una salida al exterior. Estos coladores retienen las impurezas gracias a su superficie porosa y no hace falta limpiarlos a fondo, como mucho retirar la grasa con un trapo húmedo pero sin sumergirlos en agua.

Los filtros de carbón tienen una vida limitada y deben cambiarse periódicamente para evitar el riesgo de incendios y asegurar su correcto funcionamiento. Para extraerlos, suele ser necesario retirar la cubierta exterior de la campana, desatornillando la pieza si así lo indicara su manual de uso, qe además indica la frecuencia con la que debe hacerse esta operación.

En la actualidad, existen campanas que permiten el uso de filtros de carbón regenerativos o reutilizables que duran hasta 10 años. Es aconsejable limpiarlos una o dos veces al año, introduciéndolos en el horno durante dos horas a una temperatura constante de 200ºC.

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