Dónde encontrar lugares para hacer el amor
Sitios para que el día de San Valentín no te pille desprevenido
Amor de autocine
Qué difícil es hacer el amor en un Simca 1000, cantaban Los Inhumanos. Sin embargo, pocos lugares se prestan a las travesuras eróticas como los drive-in theaters, o autocines, un invento tan inequívocamente americano como la Coca-Cola. Autocine Madrid RACE celebrará del 7 al 14 de febrero su Lover’s Festival Autocine, en el que además la película Aves de Presa, de Cathy Yan, se proyectarán cortometrajes independientes de temática erótica y habrá talleres tupper sex, charlas sobre sexo y cine, pop corndoms con regalos sorpresa escondidos entre las palomitas y bodas sobre ruedas al estilo Las Vegas.
Feudo de las películas de serie B, su época de mayor esplendor fue durante las décadas de 1950 y 1960, cuando compartían protagonismo con los Cadillac, el rock-and-roll y las juke-box, las gramolas. En esos años dorados llegó a haber más de 4.000 drive-ins repartidos por Estados Unidos. Hoy son una curiosidad para nostálgicos que se ocupan de inventariarlos en webs como Driveinmovie. También aparecen, convertidos en materia de sueños, en películas como American grafitti (1973), de George Lucas, o The Last Picture Show (1971), de Peter Bogdanovich. En España sobrevive media docena de autocines (frecuentados por familias y pandillas de chavales, más que por parejas), la mayoría en la costa mediterránea.
‘Love Hotels’
En Japón, los apartamentos son diminutos y los tabiques, casi tan delgados como el papel de fumar. Además, los solteros suelen quedarse en casa de sus padres hasta edades provectas. Dos buenos argumentos que explican la proliferación de love hotels (alojamientos que se alquilan por horas para parejas, a menudo decorados de forma delirante) en algunas ciudades japonesas. Los hoteles del amor japoneses (o rabu hoteru) surgieron como tal en los años setenta. En Tokio, la mayor concentración de love hotels se encuentra en la zona de Dogenzaka, cerca del famoso cruce de Shibuya. El modelo hostelero también ha llegado a España de la mano de hoteles para parejas como los madrileños Zouk, Loob y Luxtal, o los barceloneses La Fransa o HRegàs. Todos ellos alquilan habitaciones por horas; tanto el check-in como el check-out están informatizados y pueden realizarse sin bajarse del vehículo, y sus amenities incluyen, además de los clásicos botecitos de gel y champú, juguetes eróticos para hacer travesuras. La app gratuita Byhours ofrece habitaciones de hotel por horas, una opción muy útil en las escalas, para descansar entre vuelo y vuelo, o para encuentros fugaces entre parejas.
Los mapas de Cupido
¿Tienes pareja, pero no lugar de encuentro? Menos mal que hay gente que se ocupa de compartir “The perfect places to be romantic with your girlfriend, partner, lover or significant other”, es decir, esos rincones algo escondidos para ponerse románticos, juguetones o pasar a mayores. Aplicaciones como Places for Love, una app que muestra sobre Google Maps más de 10.000 lugares propicios para el amor para parejas sin techo propio en ciudades de todo el mundo. Existe otra, en español y de nombre más explícito, Mis Picaderos, con marcas por toda España.
No todo consiste en “ponerse mirando a Cuenca”. En Praga, por ejemplo, el 1 de mayo es costumbre entre las parejas de enamorados subir hasta la colina del parque Petrin, donde existe un mirador con vistas a los tejados rojos del barrio de Mala Strana, para comerse a besos tras depositar unas flores ante la estatua del poeta romántico Karel Hynek Mácha (1810-1836), autor de un popular poema de amor titulado Máj (Mayo). Y la revista Travel and Leisure publica todos los años una lista con los hoteles y destinos más románticos del planeta, y algo similar ofrece Romantic Places.
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