En las calles del centro de Nápoles, donde los turistas buscan la mejor pizzería, se libra una guerra cuyos soldados son cada vez más jóvenes. Mártires, armas, drogas y zapatillas caras. Con los viejos camorristas encarcelados o asesinados, una nueva generación de adolescentes sin miedo a la muerte lucha por apoderarse de los negocios criminales. Recorremos los escenarios de esta batalla por el poder mafioso, avivada por la exclusión y la falta de horizontes
Un grupo de jóvenes del barrio de Forcella, reunido en la noche napolitana bajo el mural con la imagen de san Gennaro, obra del artista Jorit.Paolo ManzoEl padre de uno de los chicos de una banda muestra la pistola con la que duerme en la mesita de noche.Paolo ManzoCapilla de Emanuele Sibillo, primer 'baby boss' napolitano.Paolo ManzoEn la plaza de la iglesia de San Vincenzo, en Sanità, se reúnen cada noche chicos de entre 12 y 17 años.Paolo ManzoSalvatore Bonifacio, en una sala de la cárcel de Poggioreale. Lleva más de ocho años preso por tráfico internacional de cocaína.Paolo ManzoEl Polaco, apodo de un traficante de cocaína y hachís de 28 años. En la foto muestra una de sus armas.Paolo ManzoVista panorámica desde el puente de Sanità, uno de los barrios que han sufrido la violencia de las bandas en el corazón de Nápoles.Paolo ManzoTres chicos, reunidos en el barrio de Forcella en plena noche.Paolo ManzoNicola Quatrano, juez del mayor proceso contra las bandas juveniles, en su oficina de Nápoles.Paolo ManzoUn grupo de policías conocidos como Los Halcones registra a un sospechoso de tráfico de drogas en Quartieri Spagnoli.Paolo ManzoLos Halcones patrullan los callejones de Nápoles a bordo de dos motos de gran cilindrada. Son el cuerpo de policía más temido.Paolo ManzoUn muchacho de Forcella con vínculos con una de las grandes familias camorristas dice haber preferido seguir otro camino alejado de la delincuencia.Paolo ManzoAltar en el barrio de Sanità de un chico que fue asesinado por una banda rival cuando tenía 21 años.Paolo ManzoAlgunos presos de bandas juveniles con largas condenas pasan un tiempo en la asociación Liberi di Volare, del párroco Don Franco.Paolo ManzoEl fiscal general de Nápoles, Giovanni Melillo, en su oficina. Es uno de los grandes impulsores de la lucha contra la Camorra y las bandas juveniles del centro de la ciudad.Paolo ManzoNiko Depp, estrella emergente del 'trap' napolitano, vive en Sanità y es de las pocas personas que pueden moverse libremente por todos los barrios del centro. Su música aúna a muchachos de bandas rivales.Paolo ManzoEl hombre retratado controla una de las plazas de venta de droga en Sanità. Su familia fue camorrista, pero él reniega de ese mundo y asegura ir por libre.Paolo ManzoUna madre contempla la cárcel de Poggioreale, donde está su hijo encerrado.Paolo Manzo