Matrimonio Infantil: una vulneración de los derechos de las niñas
Las niñas en el mundo se enfrentan a un futuro sombrío. Las cifras siguen en su contra.
En todo el mundo, millones de niñas y mujeres viven en desventaja, privadas de sus derechos básicos se enfrentan a mayores desafíos simplemente por el hecho de ser niñas y mujeres.
Cada año, millones de niñas en situación de pobreza no asisten a la escuela, 64 millones son obligadas a trabajar y 23 niñas menores de edad son casadas cada minuto.
Las niñas en el mundo en desarrollo enfrentan un futuro sombrío. Los números están en su contra: es más probable que se conviertan en esposas demasiado pronto, sean víctimas de la trata o mueran durante el parto.
El matrimonio infantil afecta desproporcionadamente a las niñas: UNICEF estima que 650 millones de mujeres y niñas con vida hoy se casaron antes de cumplir 18 años. Y las estadísticas no muestran precisamente una perspectiva de futuro muy positiva: cada año, otros 12 millones de niñas menores de 18 años se convierten en novias. Es decir, en el tiempo de leer este párrafo, otras 8 niñas se habrán casado.
¿Qué es el matrimonio infantil?
El matrimonio infantil es un matrimonio legal o una unión informal, dependiendo de la legalidad de cada país, donde una o ambas partes son niños menores de 18 años. Si bien el matrimonio temprano es mucho más probable que ocurra a las niñas ya que la mayoría de las veces, son los hombres adultos los que buscan niñas para contraer matrimonio.
Existe una fuerte correlación entre el matrimonio infantil y la pobreza. Las niñas que viven en familias pobres tienen casi el doble de probabilidades de casarse antes de cumplir 18 años. Sin embargo, hay muchos más factores en juego cuando una niña termina en un matrimonio temprano o forzado, que van desde la inseguridad financiera o alimentaria, el peligro al abuso si no están casadas, hasta las normas culturales o sociales. Cualquiera que sea la causa, el matrimonio infantil siempre compromete el desarrollo de la niña y limita severamente sus oportunidades en la vida.
En casi todas las regiones del mundo existen los matrimonios tempranos
Es difícil de creer que todavía haya países donde el matrimonio infantil es legal. Pero la realidad es así, particularmente en países en desarrollo o estados frágiles. El matrimonio infantil atraviesa líneas étnicas, culturales y religiosas, pudiendo encontrar casos en casi todas las regiones del mundo, desde África hasta el Medio Oriente, Asia y Europa.
Concretamente Níger, en África subsahariana, tiene la tasa más alta de matrimonio infantil mundialmente con una tasa del 77% de las niñas casadas antes de los 18 años. Países vecinos como Mali, Chad y el Congo también cuentan con más de la mitad de todas las niñas casadas antes de cumplir 18 años.
En función de números absolutos, solo India representa un tercio del total mundial Con más 15 millones de niñas casadas, la nación del sur de Asia tiene más casos de matrimonio infantil que cualquier otro país del mundo. Bangladesh ocupa un segundo lugar, con más de 4 millones de novias menores a pesar de que la edad mínima legal para casarse allí es de 18 años.
Hay que ponerles fin
El matrimonio infantil tiene un impacto devastador en las niñas. Se les roba su infancia, se enfrentan a un riesgo mucho mayor de abuso y complicaciones en su salud, embarazo temprano y a menudo ser casada implica la prohibición de asistir a la escuela.
Problemas complejos como el matrimonio infantil requieren soluciones en todos los sectores y niveles. Necesitamos presionar a los gobiernos para que no solo se implementen, sino que también se apliquen las leyes y políticas que protejan a las niñas especialmente. Tenemos que ofrecerles espacios seguros para que tengan voz y puedan hablar en contra de las prácticas nocivas.
Debemos pues trabajar para desafiar las normas sociales que refuerzan la idea de que las niñas son inferiores y por tanto no merecen tantas oportunidades. Hay que devolverles la libertad y las herramientas necesarias como la educación, para que solo ellas sean las dueñas de su propio futuro.
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