El renacer Pantoja
Prefiero cien veces una vida y un país con Isabel dentro que sin ella
Isabel Pantoja ha conseguido agregar a su medallero artístico la condición de fenómeno. Después de su millonaria contratación por Telecinco y su paso por Supervivientes, no solo aporta audiencia a su cadena sino a cualquier medio donde se la mencione. Siendo una magnífica entrevista la realizada por Jesús Ruiz Mantilla a la cantante para este diario, se volvió mediática por ofrecer a la Pantoja encantadísima en su nueva piel. Triunfadora sobre miles de obstáculos e incluso sobre sí misma. “Llevo 45 años siendo Pantoja y la luz la tengo dentro”.
Ha optado por ser desafiante, divertida y soberbia olvidando ese tono cursi, propio de las folclóricas, para alimentar el animal televisivo que ella, y casi todos, llevamos dentro. Esos 45 años de pantojismo también nos han hecho proclives al drama, al morbo, con una intensidad sin fondo ni fin. Prefiero cien veces una vida y un país con Pantoja dentro que sin ella. Si los 40 años de Franco fueron cemento gris, Pantoja nos ha cubierto de un tecnicolor abrasivo, a veces exasperante pero siempre democrático. Tenemos que agradecerle que en tiempos políticos tan bobos ella brille para hacernos sentir como un barco velero con miles de bombillas, navegando de tormenta a tormenta sin perder ni el ego ni la necesidad vital de alimentar al público con su propia vida.
Me ha encantado que para su cumpleaños haya organizado dos fiestas. Una para la familia. Y otra para los amigos. Cantora, esa finca que debería ser declarada Parque Nacional, fue el escenario para ambas convocatorias. La idea es genial por pragmática y rentable. La lista de invitados y las dos fiestas se han convertido en una versión cañí de la célebre fiesta Black and White organizada por Truman Capote en los años sesenta. En esa ocasión, se creó la jet set internacional. En las fiestas de Pantoja también se ha creado un nuevo “quién es quién”. Entrevistando a las componentes de Azúcar Moreno en el debate de Lazos de Sangre, me interesé por saber si estaban invitadas. Dijeron que no, pero Toñi Salazar, que es rapidísima, dijo: “Estarán nuestras canciones. Solo se vive una vez es un temazo para cualquier fiesta de cumpleaños”.
Pantoja se renueva y el desfile de Victoria's Secret se agota. No se emitirá más en la televisión estadounidense después que su audiencia se desplomara en el 2018. Muchos piensan que es un triunfo del MeToo: la exhibición de cuerpos femeninos sin rastro de grasa podría resultar ofensiva, aparte de cosificar mucho la imagen femenina. Yo he presentado algún Miss Venezuela con el polémico desfile en bañador, recitando las medidas de la candidata, generalmente acompañadas por unas licenciaturas universitarias que rozan lo increíble. Cuando lo presentas, te sientes raro porque es ridículo reducir una persona a unas medidas. Hay un momento en que el sujetador y la braga, pegados a una piel estirada brillante, dejan de provocarte y más bien te fastidian. Y cambias de canal. Y aparece Pantoja, que por cierto, ha adelgazado en la isla hasta conseguir un cuerpo que no es renovado sino completamente nuevo. Sin molestar.
En Oriente Medio y en Europa, el divorcio de la princesa Haya Hussein y el emir de Dubái está convirtiendo un culebrón en otro reclamo feminista. La hija del rey Hussein demanda ante la justica inglesa millones, la custodia de sus hijos y un poco más de respeto hacia las mujeres de una parte del mundo profundamente machista. El emir responde con poemas amenazantes y cursis mientras se genera un incómodo conflicto diplomático entre Dubái y Londres, donde todos los millonarios árabes prefieren vivir cómodamente.
Millonario y ceñido reapareció Cristiano Ronaldo en Madrid para recoger un premio de una publicación deportiva. El aspecto del jugador es tan perfecto y pulcro que tiene algo de irreal. La camisa se ajusta como cortada al láser a su envidiable silueta. Los pantalones parecen una segunda piel de microfibra. Necesito encontrar un sastre que me replique esa ropa y un entrenador que me enseñe cómo ponérmela. Pero lo mejor fue asistir al saludo entre el ex jugador del Real Madrid y el presidente que firmó su salida, Florentino Pérez. Ronaldo rió los comentarios del hombre que lo perdió como estrella, sirviendo venganza dulce en directo. Florentino alcanzó a balbucear algunas loas tópicas sobre Ronaldo mientras que el astro departía deportivamente con unos niños sonriendo como Pantoja. Como sugiriendo que ha aprendido de ella el dulce arte de permanecer.
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