La eterna mala racha de Lindsay Lohan
Pese a sus esfuerzos, la actriz no consigue remontar: su 'reality show' se ha cancelado en la primera temporada y su club de Mykonos se ha visto obligado a cerrar
No es una buena racha para Lindsay Lohan. La actriz, de 32 años, se acaba de quedar sin el reality show que protagoniza en MTV al mismo tiempo que ha cerrado el exclusivo chiringuito que tenía en Mykonos. Según señala Page Six, la cadena estadounidense de televisión no renovará una segunda temporada para Lindsay’s Lohan Beach Club, centrado precisamente en el local que la intérprete de Chicas Malas abrió en 2018 en la isla griega.
El reality show se estrenó en enero con una buena audiencia que seguía con interés la vida diaria de Lohan y su labor como dueña y propietaria del chiringuito, así como su relación directa con cada uno de los trabajadores del local. Sin embargo, a medida que pasaron los meses la audiencia se desplomó porque “no había suficiente drama”. De hecho, The Hollywood Reporter, revista especializada en cine y televisión, llegó a calificar el programa de “insípido y tedioso”. “Los productores querían darle una vuelta para animar el programa y pensaron en centrarlo en Lindsay, en su madre Dina y en su hermana Ali, pero eso no iba a suceder”, dice una fuente cercana a la producción del programa a Page Six. “La gente quería ‘más caos’. Su negocio no necesitaba ser transmitido por televisión”, añade la misma fuente.
Después de conocerse que MTV no continuará con el reality, en Tripadvisor —la página que proporciona reseñas de locales y restaurantes— ya aparece que el club de Mikonos de Lohan está cerrado. En la propia web del restaurante se siguen mostrando fotos e información del sitio aunque no se pueden realizar reservas, sin embargo también aparece un gran cartel que avisa de lo que previsiblemente podrá ser un nuevo negocio para Lohan: otro restaurante en Alimos, Atenas, bajo el nombre Lohan Seaside.
Lindsay Lohan pasó de ser una de las actrices jóvenes más famosas de Hollywood, después de protagonizar exitosas películas como Tú a Londres y yo a California (1998), Ponte en mi lugar (2003) o Chicas malas (2004), a ser conocida por sus problemas con las drogas y con la justicia. Entre 2007 y 2013, desde sus 21 años, fue a rehabilitación seis veces, y entró y salió de la cárcel en repetidas ocasiones por robo, conducción en estado de embriaguez y posesión de drogas. En 2016 volvió a acaparar titulares cuando el que era su prometido, el joven millonario ruso Egor Tarabasov, la agredió ante las cámaras estando, precisamente, en una playa de Mykonos. Pese a su intento de desaparecer del foco mediático —desde hace cuatro años vive en Dubái donde los paparazis están prohibidos — la actriz no ha dejado de ser el centro de la polémica.
El pasado mes de agosto unas controvertidas declaraciones en The Times acerca de que el #MeToo hace más débiles a las mujeres provocaron un gran revuelto en las redes sociales. Igual que cuando defendió públicamente a Harvey Weinstein y lo mismo que ocurrió meses después cuando, en octubre, la ahora empresaria decidió retransmitir en directo en su Instagram, donde tiene 7,7 millones de seguidores, cómo perseguía a una familia de refugiados sirios para que pudiera llevarse a los niños a su hotel y que no estuviesen en la calle, terminando aquello en un altercado físico con la madre de los pequeños.
Sin embargo, Lohan siempre ha reconocido sus excesos y de un tiempo a esta parte asegura sentirse renovada y madura. Prueba de ello, dice, es su nueva etapa como emprendedora. Sus aventuras empresariales en el mundo de la hostelería comenzaron en 2016 cuando, junto al empresario griego Dennis Papageorgiou, creó el Lohan Nightclub en Atenas, una discoteca en la que ella aparecía como atracción promocional dos veces al mes. Pero su verdadera pasión, como ella misma relató en una entrevista a The New York Times, la puso en el Lohan Beach House, el exclusivo chiringuito de Mykonos que abrió en mayo de 2018 y actualmente cerrado.
Solo un año después parece que no termina de encontrar su sitio y ha decidido volver a probar suerte en otro destino. Falta por descubrir si la falta de acompañamiento de las cámaras, con la cancelación del reality, le otorgarán su ansiado éxito o si seguirán siendo sus ocurrencias lo que continúe acaparando titulares.
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