La protesta de los defensores de los animales salva del matadero a 180 vacas en Polonia
El presidente Andrzej Duda defendió "una solución feliz" para los animales que viven en libertad sin control sanitario
La decisión de sacrificar a unas 180 vacas que viven en libertad en la localidad de Deszczno, en el oeste de Polonia, a unos 450 kilómetros de Varsovia, por razones sanitarias ha despertado tal protesta entre los defensores de los derechos de los animales en todo el país que, en el último momento, la manada ha salvado la vida. El revuelo suscitado llegó hasta la más alta jerarquía del Estado: el presidente Andrzej Duda defendió en Twitter "una solución feliz" al problema suscitado por las vacas.
Minister Krzysztof Ardanowski oraz Główny Lek. Weterynarii Bogdan Konopka zapewnili mnie, że szukają szczęśliwego rozwiązania dla stada z Deszczna. Jestem pewien, że je znajdą, mimo, że przepisy UE nakazują zabić te zwierzęta. Polak potrafi! Trzymamy kciuki za stado z Deszczna
— Andrzej Duda (@AndrzejDuda) May 28, 2019
“Las vacas de Deszczno no serán sacrificadas. En cambio, serán aisladas en una granja estatal ”, dijo este miércoles el ministro de Agricultura de Polonia, Jan Krzysztof Ardanowski, según recogió la agencia estatal de noticias PAP. Esta frase cerró un mini-drama nacional, que comenzó cuando el veterinario jefe de Polonia dictaminó que las vacas constituían un problema de salud pública y el ministro de Agricultura, a principios de mayo, ordenó que fueran eliminadas.
El rebaño es propiedad de dos hermanos gemelos que desde hace años dejaban a las vacas pastar a sus anchas y sin ningún control sanitario en los campos de Deszczno, una localidad rural de 1.100 habitantes. Ante la amenaza del sacrifico los dueños compararon a sus animales con las vacas sagradas de la India y los defensores de los animales exigieron medidas más humanitarias.
Incluso el presidente Andrzej Duda dio su opinión, instando a una "solución feliz" antes de que se conocieran las noticias sobre la suspensión de la ejecución de las vacas. "Estoy seguro de que lo encontrarán, a pesar de que las normas de la UE exigen la matanza de estos animales. ¡Los polacos pueden hacerlo!”, tuiteó.
El sacrificio de los animales tenía un coste de 350.000 zlotys (unos 81.000 euros), según informaron los medios locales.
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