La vida del dueño de ASOS después de la tragedia de perder tres hijos
Anders Holch Povlsen ha luchado siempre por pasar inadvertido pese a ser el hombre más rico de Dinamarca, pero la muerte de sus niños en Sri Lanka ha desvelado su historia
Anders Holch Povlsen, el empresario danés de 46 años que el Domingo de Pascua perdió en el atentado de Sri Lanka a tres de sus cuatro hijos— Alfred, Alma y Agnes— ha adquirido sin querer una gran fama. El hombre más rico de su país, con una fortuna de 7.000 millones de euros, según la revista Forbes, era un gran desconocido. Tan poca información se manejaba sobre él que sus compatriotas no asociaban las marcas de ropa que llevan, como Vero Moda, Only o Jack & Jones, con el dueño de Bestseller, la compañía familiar que las engloba. El atentado y la tragedia vividos le han dado visibilidad, mientras medio mundo se sobrecogía con las imágenes del funeral oficiado por sus tres hijos en la catedral de Aarhus. A sus puertas, Anders y su esposa, Anne, contemplaban emocionados los tres ataúdes blancos que portaban a sus niños, que tenían entre 5 y 15 años. Iban de la mano de Astrid, de 12, la única que ha sobrevivido. Los tres lloraban, como también lo hacían muchos de los asistentes, entre ellos los príncipes herederos de Dinamarca y sus cuatro hijos. Son amigos desde hace años y han compartido vacaciones y muchos momentos de intimidad.
La familia Holch Povlsen vive en Aarhus, la segunda ciudad de Dinamarca, donde los menores asistían a una escuela pública con un triple lema: compañerismo, profesionalidad y diversidad. Un lugar donde la dirección del centro ha tenido que solicitar la presencia de psicólogos y terapeutas para ayudar a los alumnos a superar el trauma causado por esta pérdida.
El empresario siempre ha evitado mostrar cualquier signo de ostentación y no se ha prodigado en las fotografías. Cuando aparece en ellas es muy frecuente que agache la cabeza, como si quisiera pasar desapercibido. Si él es huidizo, con sus hijos era muy protector. En todas las imágenes que colgó en Instagram tras el atentado, tomadas en diversos momentos de las vacaciones, los pequeños aparecen de espaldas.
Al afán de intimidad y protección paterna se suma un antiguo trauma familiar. En los años noventa, el abuelo, Troels, denunció un intento de extorsión que se prolongó durante casi tres años. Además, un desconocido irrumpió en sus propiedades y acabó detenido por la policía. El suceso fue recogido en los medios nacionales. En otra ocasión, en 2003, un ciudadano danés fue raptado en India. Le habían confundido con Anders, y aunque lo liberaron, Soren Jakobsen, autor de un libro sobre las dinastías industriales danesas, explicó que estos hechos provocaron que en la casa de Holch Povlsen “se protejan casi más que la familia real”.
El origen de su fortuna se lo debe a sus padres, Troels y Merete, quienes a menos de 100 kilómetros de Aarhus, en la localidad de Brande, abrieron un comercio de ropa. Los progenitores de Anders tienen otro hijo, Niels, que es experto en fusiones.
Hasta la tragedia de Colombo, la vida de Povlsen había ido en ascenso constante. Licenciado en Administración de Empresas, estudió en la universidad británica de Anglia Ruskin, y en la de Berlín, en Alemania. Con 23 años, se hizo cargo de Vila, una de las marcas de ropa femenina de Bestseller. A los 28 heredó la cadena entera, que vende en 70 mercados repartidos por todo el mundo.
Conoció a su esposa, Anne, cuando era ejecutiva del departamento de ventas. A pesar del crecimiento de su negocio, consiguieron mantener el anonimato. Es el principal accionista de ASOS, la plataforma de moda británica, y posee el 10% de las acciones de Zalando, su homóloga germana. La fortuna que disfruta le ha permitido cumplir su gran sueño: convertirse en un terrateniente con conciencia medioambiental en Escocia, el lugar del que se enamoró siendo niño.
En 2015, la universidad Anglia Ruskin le nombró doctor honorario y en su discurso de aceptación animó a los estudiantes “a ser responsables, porque el esfuerzo se reconoce”, dijo. Incluyó un alegato sobre la protección del entorno, que ocupaba ya buena parte de su tiempo. En pleno duelo, y con Escocia como asidero, se muestra tan esquivo con la prensa como siempre. Solo ha emitido estos días un breve comunicado para pedir intimidad y que les dejen “superar juntos lo incomprensible”. Perder en un atentado a tres de sus cuatro hijos.
Conservar la naturaleza en Escocia
Escocia es el paraíso de la infancia de Anders Holch Povlsen. Iba de vacaciones con sus padres y posee ya el 1% de las Highlands. Aunque un informe del Gobierno escocés indica que “la concentración de terreno en manos privadas daña el interés público”, está más comprometido que nunca. Ha resuelto “devolver su gloria natural” a unos espacios en los que ha dicho se reconoce y con los que tiene una misión. Esperaba legar a sus hijos un patrimonio de conservación de la naturaleza. “No lo veremos completado en vida. Será para ellos y para generaciones futuras”, afirmó, semanas antes de perderlos. Anne, su mujer, de 42 años, restaura los edificios antiguos de los terrenos que compran en Escocia, y promociona el turismo sostenible.
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