Así es la moto con la que soñaban los ‘rockers’ de los años cincuenta

Las café racer surgieron en la Inglaterra de los años cincuenta. Hartos de los peinados, las parcas, la música y, sobre todo, hartos de las microscópicas vespas y lambrettas de los mods, los rockers dieron un puñetazo sobre la mesa y llenaron la ciudad con el estruendo de motos mucho más potentes. Con el motor al aire: un rocker no necesitaba protegerse las piernas y le daba igual mancharse de aceite. Hacían carreras por el centro de la ciudad, de café en café. Ponían un tema de Buddy Holly en la gramola de uno y tenían que llegar al siguiente antes de los últimos acordes, a velocidades endemoniadas, saltándose semáforos y lo que hiciera falta.

Hoy sería imposible algo así sin llevarse un multazo, pero Honda mantiene el concepto estético. El último exponente es la CBR650R: “La llamamos neo sports café”, explican desde la marca. “El lenguaje de su estilo es moderno y minimalista, y mezcla inspiraciones café racer con unas formas supercompactas para conseguir un efecto espectacular”. Su potente motor se deja domar con unos frenos de cuatro pistones y una innovadora horquilla invertida. Con una moto así, los rockers de antaño llegarían al siguiente café antes del primer estribillo.