Peligra la canadiense, la primera vaca lechera desarrollada en Norteamérica
Sobreviven apenas unos 1.000 ejemplares, aunque solo 250 son de raza pura. Este animal ha estado vinculado estrechamente a la historia de Quebec
La canadiense, como es conocida popularmente, es la primera vaca lechera que se desarrolló en Norteamérica y tuvo un papel significativo en los campos y las cocinas de las primeras generaciones de francocanadienses. Muestra de ello es que figura en la lista del patrimonio animal y agrícola de Quebec. Sin embargo, su futuro es sombrío. Según los expertos, quedan unos 1.000 ejemplares en el mundo y solo 250 son de raza pura; casi todos viven en esta provincia canadiense. Algunos productores solicitan desde hace tiempo protección para esta vaca, pero las peticiones de ayuda se han intensificado en los últimos días.
El pasado 22 de marzo, la federación de productores de razas patrimoniales de Quebec (FPRPQ) difundió un vídeo en redes sociales. En las imágenes, se informaba de que en abril, dos ganaderos que atraviesan por problemas financieros van a subastar 100 ejemplares de vaca canadiense, todos de raza pura. Según este organismo, lo más probable es que sean destinados al matadero para aprovechar su carne. “Esto perjudicaría seriamente a esta raza, que de por sí ya se encuentra en una situación extremadamente precaria”, comentaba en el vídeo Mélanie Gagné, secretaria y tesorera de la FPRPQ.
Entre 1608 y 1670, varias razas bovinas procedentes de Normandía y Bretaña llegaron a Nueva Francia, la entidad territorial del imperio colonial francés en Norteamérica. Con el paso del tiempo, la selección natural hizo su tarea: sobrevivieron los ejemplares mezclados que mejor se adaptaron a la agresividad del clima y al tipo de pastos. La canadiense fue utilizada como bestia de trabajo, fuente de leche y carne y también como proveedora de cuero. A mediados del siglo XIX, las autoridades incentivaron la adquisición de razas con mayores volúmenes de producción lechera. Asimismo, en 1970 se puso en marcha un programa para cruzarla con la parda suiza.
En 1999, la Asamblea Nacional de Quebec (el Parlamento provincial) designó a la vaca canadiense, junto con la gallina Chantecler y el caballo canadiense, como razas patrimoniales de la provincia, en el marco de la Ley de patrimonio animal y agrícola. En marzo de 2016, el queso elaborado con la leche de la canadiense obtuvo por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de Quebec una apelación específica para favorecer su venta comercial. No obstante, el mismo ministerio rechazó en septiembre de 2018 la financiación para la creación un centro de investigación y desarrollo para esta raza. “De todas formas vamos a abrirlo próximamente, pero será más modesto de lo que esperábamos. Vamos a concentrarnos en el almacenamiento, la conservación y el desarrollo de recursos genéticos. Después participaremos en las convocatorias para obtener recursos federales y provinciales”, afirma a EL PAÍS Mario Duchesne, director general de la Asociación para la valorización de la raza canadiense de la región de Charlevoix.
Mélanie Gagné comenta a este diario que miembros de la FPRPQ se reunirán la próxima semana con representantes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de Quebec para conocer qué tipo de ayuda podrían recibir para los 100 ejemplares programados para subasta. De cualquier forma, Gagné señala que la FPRPQ lanzó una campaña de financiamiento voluntario para tratar de recaudar los 150.000 dólares canadienses (unos 100.000 euros) que se requieren para adquirir a estos bovinos antes de que sean subastados. “Sabemos que es complicado que el Ministerio destine recursos para la compra de estos animales, pero queremos saber qué otro tipo de apoyo puede darnos más adelante para favorecer su reproducción. Es positivo que estas vacas cuenten con el reconocimiento patrimonial de Quebec. El problema es que la ley tiene lagunas. No obliga a nadie a asumir compromisos, aunque esta raza esté muy atada a nuestra historia”, comenta. La FPRPQ no ha recibido aún respuesta a sus solicitudes de apoyo dirigidas al Gobierno federal.
Mario Duchesne subraya que, además de su importancia histórica, la vaca canadiense ofrece posibilidades de interés. “Produce 50% menos leche que la Holstein. Hay que comprender por lo tanto que su rol debe ser distinto. Es un tema de rentabilidad. Tenemos que concentrarnos en la producción de quesos, ya que su leche es muy rica en proteínas. También come más forraje que concentrados. Su facilidad de parto es mayor. Sin embargo, para todo esto es necesario que los productores cuenten con los recursos genéticos necesarios”, precisa.
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