Aún tres puestos por encima de Madrid se sitúa Barcelona (ha bajado cinco desde 2015), de la que Mercer también destaca su capacidad para atraer y retener el talento. "Ha mantenido estándares muy altos con la mejora del entorno económico y sociocultural, los servicios públicos, el sistema sanitario y las opciones de ocio", observa Mercer. "Para aumentar su atractivo debería trabajar en el entorno sociopolítico, dada la inestabilidad política de los últimos años, y aspectos como la calidad del agua, la polución y la congestión del tráfico".
¿Por qué no hay más ciudades españolas en este listado, como por ejemplo Bilbao, Sevilla o Valencia, con buenos niveles de calidad de vida? "El análisis se centra en Madrid y Barcelona", explica la consultora, "porque son las dos que reciben un porcentaje mayor de empleados expatriados", que es la razón por la que desde hace 21 años elaboran este ranking. "En la medida que otras ciudades españolas vayan teniendo relevancia en este aspecto, serán incluidas también".