Belén Rueda desvela que no le gustó que su hija quisiera ser actriz
Belén Écija tiene 24 años y nació de su matrimonio con el productor Daniel Écija. La joven forma parte del reparto de la serie 'La valla' para Antena 3
Ni es nuevo ni sorprendente, pero sí resulta curioso cómo la profesión de los padres influye en muchas ocasiones para marcar el camino de los hijos en el mundo laboral. Ocurre en todas las profesiones, y el ámbito del espectáculo no es una excepción. En las últimas semanas han aflorado varias nuevas aspirantes a estrellas en el panorama nacional con padres ya consolidados profesionalmente en el medio al que ellas aspiran. La última ha sido Belén Écija, hija de la actriz Belén Rueda y el productor y director Daniel Écija.
Belén, de 24 años, es la mayor de las tres hijas de la pareja que se separó en 2004: María —que falleció cuando aún no había cumplido dos años a causa de un problema cardíaco—, y Lucía, que actualmente tiene 19 años. Este lunes madre e hija se presentaron juntas en la gala de entrega de premios de la Unión de Actores de Madrid y su presencia hizo evidente que Belén Écija está dispuesta a abrirse camino como actriz.
Su primer trabajo importante –después de haberse formado en el Estudio Corazza, una de las escuelas de interpretación de más prestigio en España– será de la mano de su propio padre. Belén forma parte del reparto de La valla, una idea original de Daniel Écija que se está grabando para Antena 3 y que ha sido producida en colaboración con Goog Mood y Globomedia. Se trata de un drama ambientado en la España de 2045, un país gobernado por un régimen dictatorial, el sistema que se ha ido imponiendo en lo que antes eran democracias a causa de la escasez de recursos naturales. Una historia de supervivencia, traiciones, grandes secretos y un crimen que cuenta dentro del reparto con Unax Ugalde, Ángela Molina y Olivia Molina, otra madre e hija dedicadas a la interpretación.
Belén Écija estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad San Pablo CEU y durante un año en el Iona College de Nueva York, pero finalmente se ha decidido por el mundo de la interpretación. Su madre, Belén Rueda, ha declarado que al principio no se mostró especialmente ilusionada con la decisión de su hija: “Les atraen los focos, las alfombras rojas… pero ella sabe todo lo que ha sido esto por detrás”, afirmó precisamente en la alfombra roja de los premios de la Unión de Actores.
Rueda confesó que está más nerviosa por el estreno de su hija que por su propio trabajo en Madres, la serie que comenzó a grabar en febrero para Telecinco. “Aunque al principio pienses, ‘Ay, no”, continuó explicando la actriz sobre el camino que decidió tomar su hija, “luego te parece lo lógico. Lo único que le dije fue que ya sabía lo que era esto, 12 horas de trabajo, se acabó salir… Cuando estás estudiando tu tiempo lo organizas como quieres, cuando estás trabajando, no”.
A Belén Écija parece que ni esa presión ni el temor a que la comparen con su famosa madre le han hecho desistir de su propósito, y después de pequeños trabajos en tres cortometrajes y tres obras de teatro, se ha atrevido, de la mano de su padre, con una producción importante que tiene aspiraciones para distribuirse en medios o plataformas internacionales tras su emisión en Antena 3. El primer paso para cambiar su discreta vida anónima de buena estudiante por un perfil más visible.
Como su madre y su hermana Lucía, es una enamorada de los deportes. En invierno practica snow board y en verano surf, muchas veces en Menorca, una isla a la que está unida desde la infancia porque ha sido el lugar donde ha veraneado con sus padres, tanto cuando acudían juntos a la isla como cuando lo han hecho por separado. Enamorada de la playa, y de los viajes, aprovecha siempre que puede para escaparse con su grupo de amigos de siempre a recorrer lugares como Miami, Puerto Rico, Perú o Riviera Maya en México.
Su cuenta de Instagram da fe de estos recorridos pero también del amor que la une a su madre y su hermana. “El mejor regalo de mi vida es ella”, escribió sobre su madre hace meses en esta red social. El mismo cariño que demuestra hacia Inés, la hija que Daniel Écija tuvo hace dos años con su nueva mujer, Veronik Mendes. Entre sus amistades se cuentan otras dos descendientes de personajes conocidos del arte: Luna Serrat, nieta del cantante Joan Manuel Serrat; y Andrea Molina, hija de la actriz Lydia Bosch y de Micky Molina, otra hija de intérprete famosa que también ha mostrado interés por seguir los pasos artísticos de su madre.
Stella del Carmen, hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith; o Dora Postigo, hija de la desaparecida Bimba Bosé y del músico Diego Postigo, son algunas de las más recientes incorporaciones al mundo de los hijos de famosos actores y músicos que quieren seguir los pasos de sus progenitores.
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