España quiere liderar el desarrollo ético de la investigación en inteligencia artificial
Pedro Sánchez presenta en Granada la estrategia española de I+D+I en este campo
La inteligencia artificial, como la humana, también corre el riesgo de nutrirse de fake news. En el caso de los algoritmos, son los datos sesgados los que desvirtúan sus decisiones. Si se alimenta el algoritmo con datos que no representan la realidad en todas sus variantes, el resultado es en cierto modo negligente. No se da, por tanto, con la mejor decisión posible. Sí probablemente con la más interesante para una empresa o institución concreta. Y esta mala alimentación de la inteligencia artificial (IA) ya ocurre en algunos sectores, según advierten los especialistas, con la consiguiente mala digestión posterior. En Estados Unidos, la IA con datos sesgados ya se ha detectado en el sector de prisiones y de seguros, afirman. Para evitar eso, la inteligencia artificial necesita unos parámetros éticos que pongan límite al sesgo en los datos. España se prepara para liderar ese ámbito, el de la “inteligencia artificial ética”, como ha explicado hoy el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, en la presentación de la estrategia española de I+D+I en inteligencia artificial.
Sánchez ha presentado en Granada la estrategia española en investigación e IA, recordando que ya no hay vuelta atrás en la existencia de dos inteligencias, “la humana y la artificial” y que, sin duda, el análisis masivo de datos “puede”, y ahí están los reparos éticos si no se hace bien, “permitir mejoras” en numerosos ámbitos. Es el caso de la salud donde, ha afirmado, no solo “podremos tener mejores diagnósticos, sino mejores costes sanitarios”. Pedro Sánchez ha estado en Granada acompañado del ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque.
"Ética universal"
La referencia a la ética ha sido una constante en la presentación de la estrategia. La doctora de la Universidad de Barcelona y especialista en la materia, Itziar Lecuona, ha participado en la presentación y ha recordado que la discusión ética es fundamental en este campo y que no todo el mundo está en el mismo sitio. “Necesitamos definir qué investigación queremos”. Lecuona ha reconocido que Europa y Estados Unidos tienen distintas versiones sobre lo que es una “ética universal” y, ha corroborado, “el enfoque más protector con los derechos humanos que existe en Europa, que puede hacer pensar que aquí todo va más lento. En cualquier caso, estamos en un momento magnífico para reclamar el control de nuestros datos y de la toma de decisiones automatizadas”. La búsqueda de esa Inteligencia artificial ética supera el ámbito puramente científico o industrial. Se requerirán, ha dicho el presidente, “no solo científicos o empresarios, sino también escritores, filósofos y profesionales de todas las ramas de la cultura”.
El proyecto hecho público este lunes es solo el primer paso de una estrategia global en Inteligencia Artificial que se está planificando y que ya tendrá que presentar el próximo gobierno. En unos meses se dará a conocer esa Estrategia Nacional para la IA que, más allá de la I+D+I, tendrá en cuenta como afecta a la sociedad esta nueva forma de toma de decisiones y análisis en ámbitos como el mercado laboral, el modelo educativo, la legislación en vigor y la nueva relación de los ciudadanos con los servicios y sistemas que la IA ayude a desarrollar y que, tanto la administración pública como el sector privado, adoptarán con total seguridad.
En una mesa de debate previa a las intervenciones de Sánchez y Duque, los especialistas en IA han puesto de manifiesto que España lleva retraso en la investigación. Entre otros factores, han advertido, porque numerosas empresas españolas prefieren apostar por tecnología de otros países que desarrollar la propia. La visión positiva es que el retraso no es tan grande como para perder ese tren definitivamente. Si España decide enfocarse, no ir a por todo, sino optar a especializarse en técnicas concretas y apostar por ello, se pueden liderar campos de este sector.
En este sentido, la estrategia presentada hoy marca prioridades y recomendaciones. Entre las prioridades, el gobierno apuesta por lograr una estructura organizativa que permita desarrollar un sistema de I+D+I en Inteligencia Artificial con posibilidades de medir el impacto de sus actividades así como establecer áreas estratégicas en las que es necesario centrar los esfuerzos de las actividades de I+D+I. También pretende facilitar la transferencia del conocimiento y su retorno a la sociedad, planificar las acciones de formación y profesionalización en este ámbito y, finalmente, analizar la ética de la IA desde la perspectiva de la I+D+I.
En cuanto a las recomendaciones, el plan considera estratégico para el futuro lanzar una estrategia nacional para la IA que permita el desarrollo e implementación de medidas específicas dirigidas a los sectores estratégicos nacionales y, entre otras, lanzar o adaptar los programas de fomento de vocaciones, más allá de la investigación en general, dirigidos específicamente a la IA.
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