![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VNM5ZWTGINPNJCSNWBEXIGNCDM.jpg?auth=f3af060b1d6964857176ec5c673346b42cf76bda8e6ca28f41ed1c6850a9a114&width=414)
Barroco ecléctico y meridional
Piezas de mármol o hierro conviven con elementos de nuevo diseño en este palacio de la ciudad italiana de Lecce. Su restauración le brinda una nueva vida entre lo clásico y lo confortable.
![Nacida en la región meridional de Apulia, la dueña de la casa se dedica a organizar bodas.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DK7E2H2WLBPD7OIJDIETIL4CHQ.jpg?auth=96b963c5b2193a8ebbeb340185b7df22710c71a645659669c70ccc4cf1c6c533&width=414)
![Acceso a la casa desde la planta baja. El aloe vera está plantado en un macetero que pertenece al diseño neoclásico original.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YYZZIWAZANLD7OU4Q7NUUVYIDM.jpg?auth=b7231c78215aaa53a2255bee1a11bf9588a152fac310e26d29843aa50abe7bb6&width=414)
![La piedra de Lecce, caliza y clara, se emplea en toda la península salentina porque aligera la presencia de los edificios y contribuye a multiplicar la luz de la ciudad. La catedral de Lecce —en la foto se muestra un detalle de una de sus fachadas— y el palacio neoclásico donde se encuentra este piso comparten el mismo material.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/IN3FGU6GNBO45OK6KLUK3UOIGA.jpg?auth=8097448d5401746fea984d9878daae41358a8eb6281550906cb38cea87b89bfc&width=414)
![Rosella Reale recuperó muebles familiares y los hizo modificar o restaurar. Sucedió con este sofá tapizado en lino con refuerzos de terciopelo, también con los pufs de apoyo y con las pantallas de las lámparas que flanquean tapices de finales del siglo XIX. La mesa de apoyo de madera, modelo Raster, es de la empresa Porada y tiene un segundo uso como revistero.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/FCKXGQE7RBPUZPRK47QYQV37L4.jpg?auth=643efbe1c07744488ee6dc39495c7089a4086af6539476f90e6f7d3ee69147eb&width=414)
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HL2MDESSUNNDLAWWTQ4MM3V7EM.jpg?auth=296d9a57a8866aa856356fc0502d77419a2e7d4048f0364d3995a27319b37884&width=414)
![En la cocina, una sencilla carpintería blanca sin tiradores contrasta con las lámparas de techo, la decoración de las paredes —ideada por Reale— y las sillas transparentes de Philippe Starck.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/XIQAZLHQBRK67PPXCP5U2OHMIY.jpg?auth=fe4c56d4d08b06ead738b93fe0a33bbb1e298b1fe617229f509f474c33a06819&width=414)
![La interiorista Rosella Reale retapizó los sofás con telas de la empresa Dedar. La mesa de vidrio y latón es del estudio romano Mango Design. Sobre esta reposa el candelabro modelo Abbracciaio, que es un diseño de Philippe Starck producido por Kartell. Los dos taburetes de madera y fibras naturales son de la marca belga Chehoma, y los otros candelabros y jarrones que hay en la estancia son de la tienda local Home Collection Interior. La chimenea es de finales del siglo XIX, pero no pertenecía a la casa, y en la pared, ramas pintadas de negro dibujan una versión minimalista e irónica de un trofeo de caza.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/RHDQ4FQQAJP6VEKF3APUUTFNVM.jpg?auth=a85b226ceb91468216da1c93530847a95bc60443c72f02f4076ea1ad3eea0952&width=414)
![También las paredes de este baño han sido tratadas por el Studio Pelà. El lavamanos, que descansa sobre un mueble de cobre y hierro de la marca Chehoma, es de mármol de Carrara, y la lámpara, de finales del siglo XIX.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/TDXELK7FA5PAZIGT6LP2L25NZU.jpg?auth=1c073407de89e7bd1df1a6a1091e6ff3e74da08a1e8e13839f8ec4e558b245a9&width=414)
![El arquitecto Raffaele Centonze, que restauró el palazzo, recuperó también el armario empotrado de este dormitorio. La escalera para poder acceder a los espacios de la parte superior la hizo un herrero y la colcha está confeccionada con telas de la empresa francesa Pierre Frey.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4SNVQMU4GZOWFM5N775CPI5SOE.jpg?auth=dd59cc84b5949a08f86e335eca3865d96227e41afba38140beee94cc9f192c8f&width=414)
![<P>El amplio pasillo tiene zonas de descanso con butacas retapizadas por la propia Reale. La mesa de apoyo es también de Chehoma, y los jarrones, de la tienda Home Collection Interior. </p> <p> En el extremo más meridional de Italia, en el tacón de la península salentina, la ciudad de Lecce es conocida como “la Florencia del sur”, aunque sus mayores tesoros arquitectónicos no son renacentistas, sino barrocos. En pleno centro histórico, en una calle peatonal sembrada de comercios, se alza este edificio neoclásico, levantado por Bernardino Bernardini en el siglo XVIII y restaurado recientemente por el arquitecto local Raffaele Centonze. Una pareja encargó la reforma del piso principal, este con grandes ventanales y vistas sobre la calle, a Rosella Reale. La interiorista romana presume de ser “antiminimalista” y defiende que sus intervenciones deben aligerar el pasado, pero dejarlo hablar. Eso buscaban los propietarios de esta vivienda. Querían recuperar la generosidad original de los espacios, pero necesitaban una casa cómoda. ¿Cómo actualizar sin dañar la memoria? Reale lo hizo rescatando la escala original y conectando y arropando las estancias. En ellas hizo convivir mobiliario de la familia, retapizado o restaurado, con un mundo ecléctico y limpio de cortinajes pesados. Creó un hogar práctico y contemporáneo, pero que, lejos de borrar el pasado, le da voz en una nueva conversación. </p>](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/LELTIHKDMZPKLGLOBWRMYG4IGY.jpg?auth=1b18f94efd445a4ff340061be247d42256f44fd7a9ba3a2106d00eabbf681cd8&width=414)
El amplio pasillo tiene zonas de descanso con butacas retapizadas por la propia Reale. La mesa de apoyo es también de Chehoma, y los jarrones, de la tienda Home Collection Interior.
En el extremo más meridional de Italia, en el tacón de la península salentina, la ciudad de Lecce es conocida como “la Florencia del sur”, aunque sus mayores tesoros arquitectónicos no son renacentistas, sino barrocos. En pleno centro histórico, en una calle peatonal sembrada de comercios, se alza este edificio neoclásico, levantado por Bernardino Bernardini en el siglo XVIII y restaurado recientemente por el arquitecto local Raffaele Centonze. Una pareja encargó la reforma del piso principal, este con grandes ventanales y vistas sobre la calle, a Rosella Reale. La interiorista romana presume de ser “antiminimalista” y defiende que sus intervenciones deben aligerar el pasado, pero dejarlo hablar. Eso buscaban los propietarios de esta vivienda. Querían recuperar la generosidad original de los espacios, pero necesitaban una casa cómoda. ¿Cómo actualizar sin dañar la memoria? Reale lo hizo rescatando la escala original y conectando y arropando las estancias. En ellas hizo convivir mobiliario de la familia, retapizado o restaurado, con un mundo ecléctico y limpio de cortinajes pesados. Creó un hogar práctico y contemporáneo, pero que, lejos de borrar el pasado, le da voz en una nueva conversación.
fotografía de Mads Mogensen producción de Martina Hunglinger