Álvaro Morte: cómo cumplir sueños que ni siquiera sabía que tenía
Es uno de los actores españoles más conocidos del mundo, pero es posible que su nombre no suene demasiado. Paradojas de la era Netflix. Coprotagonista de 'La casa de papel', vuelve con otra serie, 'El embarcadero'
Cuando aceptó El embarcadero Álvaro Morte estaba en paro. Antena 3 había cancelado La casa de papel y tanto él como su creador, Álex Pina, se habían quedado con ganas de más. Pero ahora que se está viralizando un vídeo con miles de fans de La casa de papel acechando a Morte (Cádiz, 1975) durante el rodaje de la tercera temporada (producida por Netflix, la plataforma que la rescató y la convirtió en un fenómeno mundial) en la plaza del Duomo de Florencia, Movistar acaba de estrenar El embarcadero en calidad de acontecimiento: la nueva serie del creador y del protagonista de La casa de papel. “En esta profesión, hoy estás arriba y mañana estás abajo”, asegura Morte para sacudirse la presión. Pero este “arriba” en concreto es un lugar muy alto desde el que caer, y él lo sabe.
“Dije que sí a El embarcadero, sin saber de qué iba o si mi personaje era protagonista o secundario, porque habíamos terminado muy satisfechos con La casa de papel. Todo el equipo, desde los actores hasta el microfonista, había dado el 100 %. Excedimos los límites de lo estrictamente necesario”, recuerda. Morte interpreta a Óscar, un tipo corriente en apariencia. Pero no contratas a Álvaro Morte para hacer de tipo corriente: tras su muerte, su viuda descubrirá que llevaba una doble vida con otra mujer.
El reto para el actor ha sido que ninguna de las caras de su personaje sea mentira, sino que todas pertenezcan a un mismo hombre. “Todos tenemos distintos yoes y los utilizamos dependiendo de la situación” explica, “pero no por eso dejamos de ser nosotros mismos. Los actores tenemos que transformar a los personajes en persona, como cuando conviertes una receta en un plato. Y las personas de verdad son difícilmente definibles. ¿Cómo definirías tú a tu hermano en tres palabras?”. A pesar de las artimañas de Óscar, no esperen encontrar un villano. Como ocurría con El Profesor de La casa de papel, otro personaje cuya verdad se va desvelando episodio tras episodio, las cosas nunca son tan simples.
“Soy consciente de que la sombra de El Profesor es muy alargada. Estoy muy orgulloso y no tengo ningún problema, pero sí es verdad que esa sombra podría eclipsar a personajes venideros. Si permito que esa presión me invada me irá a la contra, porque estas cosas son efímeras. Yo he estado muy abajo, así que no me puede la presión”, aclara. Morte asegura que dar triples mortales se lleva mejor si tienes un gran equipo como red, pero además el escenario le metió en el estado de ánimo que necesitaba: El embarcadero está dividida entre Valencia [donde el personaje de Morte vive con Verónica Sánchez, su mujer] y La Albufera [donde tiene su aventura con Irene Arcos]. “No es un enganche sexual, se enamora de la mujer, del lugar, de la vida. La Albufera es un sitio raro, pero precioso. Lorca decía en su imaginario poético que el agua en movimiento simboliza la vida y el agua estancada la muerte, y en los tanques de La Albufera hay unas exclusas que permiten que el agua entre y salga, pero por momentos se queda estancada”, explica.
Lo que no deja de crecer es su popularidad. Esa pérdida del anonimato, aunque inevitable, puede resultar contraproducente para un actor porque su profesión depende de su capacidad para desaparecer detrás de cada personaje. “Me gusta pasar desapercibido, pero en este momento es un poco complicado. Si me siento en un restaurante a comer intento ponerme en la silla que dé la espalda a la gente para que no se me vea demasiado. Pero lo llevo con mucha normalidad, la gente es muy cariñosa y agradecida. El otro día en un Corte inglés se me acercó una señora mayor y solo me dio las gracias por los ratos maravillosos que le hemos hecho pasar”.
Estas confianzas que se coge la gente, por aquello de que sale por la tele y entra en millones de hogares como si fuera parte de la familia, contrasta con su fama mundial. A Álvaro Morte le han reconocido hasta en Londres llevando un sombrero y unas gafas de sol. La oferta para hacer de villano de James Bond tiene que estar al caer.
“Ha habido muchas llamadas, afortunadamente, de Estados Unidos, de España y de otros países. Me encuentro en una situación muy privilegiada y me acuerdo mucho de mis compañeros que no tienen curro, la fortuna ha querido que sea yo en este momento pero ya le tocará a otro”, reflexiona con prudencia. Uno de sus grandes sueños era hacer una película de atracos y ha acabado interpretando al cerebro de la operación no en una película, sino en una serie, y no a nivel nacional sino mundial. A partir de ahora, Morte cumplirá sueños que ni siquiera sabía que tenía.
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