Iñaki Urdangarin cumple 51 años y siete meses en la cárcel

Iñaki Urdangarin celebra este martes su 51 cumpleaños, el primero en la cárcel en la que entró el pasado 18 de junio. Lo hará como un día más dentro de la rutina penitenciaria: solo en la celda que ocupa en el módulo de hombres de la prisión de Brieva en Ávila y con derecho a realizar un llamada telefónica de cinco minutos. Un aniversario muy diferente al del año pasado cuando la familia Urdangarin y gran parte de la Borbón se reunieron en Ginebra para festejar el medio siglo del que un día fue duque de Palma. Aquella celebración fue especial no solo por la cifra redonda, también porque en el horizonte se adivinaba que el tiempo en libertad de Urdangarin tenía fecha de caducidad.

El cuñado de Felipe VI se presentó voluntariamente el pasado 18 de junio en esta prisión —la misma en la que estuvo en idénticas condiciones el que fuera director general de la Guardia Civil. Luis Roldán— para cumplir la condena de 5 años y 10 meses que le impuso el Tribunal Supremo por el caso Nóos.

Las idas y venidas a la cárcel de Brieva de los familiares de Urdangarin dejan de ser noticia. De manera regular sus hermanos acuden a la prisión y se dejan fotografiar a la entrada y a la salida. No ocurre lo mismo cuando acuden la Infanta o a alguno de sus hijos. Ellos por razones de seguridad tiene permiso para acceder al recinto en coche por lo que ha sido imposible captar su presencia.

El estado anímico de Urdangarin sigue peocupando a su familia y también a responsables de prisiones, que aseguran estar pendientes de su evolución por si fuera necesario realizar un traslado a otro centro para que así pueda tener contacto con otros presos. Pero de momento todo seguirá igual, ya que si la soldedad es dura para el preso cuenta, en cambio, con una gran privacidad para él y para las visitas que recibe.

Urdangarin tiene la mirada puesta en otoño próximo. Lo más probable es que en noviembre, cuando haya cumplido el primer cuarto de condena, obtenga un primer permiso de salida de varios días. Para cuando esto se produzca es muy probable que la infanta Cristina ya haya abandonado Ginebra. Conforme pasa el tiempo la idea de regresar a España se va haciendo más sólida. La hermana menor del Rey vive allí con sus dos hijos menores, Miguel e Irene, ya que los mayores estudian en Reino Unido y Alemania. Con la Infanta instalada previsiblemente en Madrid será más fácil que Urdangarin disfrute de permisos penitenciarios y que su familia pueda convivir con él.

Lo que son cada vez más frecuentes son los viajes de la Infanta a Madrid. No solo cuando va camino de Brieva para visitar a su esposo, si no para pasar tiempo con su familia. Cristina de Borbón y sus hijos se alojan en La Zarzuela una vez que el cordón de protección impuesto alrededor de los Reyes se ha flexibilizado. La primera señal llegó en noviembre durante el 80 cumpleaños de la reina Sofía y luego llegó la Navidad. En ambas ocasiones la Infanta y sus hijos estuvieron en palacio. La Casa del Rey considera que con Urdangarin en la cárcel ya no es necesario el aislamiento. Otra cosa será cuando el esposo de Cristina de Borbón comience a a disfrutar de permisos.