El legado del hombre que sacaba los colores a los premios Nobel
Hans Rosling publica su libro póstumo, 'Factfulness', sobre el gran valor de los datos para explicar el desarrollo del mundo, que, según él, no está tan mal como se cree. Su nuera y coautora, Anna Rosling, lo cuenta
No había charla en la que el médico y divulgador sueco Hans Rosling no sacara el cuestionario que abochornaba hasta a una audiencia de premios Nobel. ¿Cuántos niños están vacunados en el mundo? ¿Cuánto se ha reducido la pobreza global en las últimas décadas? ¿Cuál es la esperanza de vida actual? El público, que solía tener estudios superiores, contestaba erróneamente de forma masiva.
Este doctor se empeñó durante toda su carrera en demostrar que para entender y hablar de la realidad tenemos que conocer los datos reales y que estos demuestran que no estamos tan mal como pensamos. Todo un reto, eso de valorar solo con conocimiento de causa en la época de las opiniones exprés vía Twitter. Su legado es Factfulness (Deusto), un libro que escribió junto a su hijo Ola y su nuera Anna, en su último año de vida antes de que le matara un cáncer de páncreas el 7 de febrero de 2017.
Dollar Street, el dato hecho foto
Uno de los proyectos más ambiciosos y conocidos de Gapminder es Dollar Street, una iniciativa diseñada para mostrar uno de los puntos principales del libro: que los extremos son una excepción y que lo habitual es estar en el término medio. Dollar Street es una web que se muestra como una calle imaginaria en la que vive toda la población mundial ordenada por familias de menores a mayores ingresos. Anna Rosling envió a fotógrafos a tomar las mismas imágenes de más de 30.000 hogares en medio centenar de países: el lavabo, los juguetes, los zapatos, la cama, el cepillo de dientes... Gracias a la tecnología, esas fotos recopilan datos y permiten enseñar de un modo gráfico la realidad de los hogares familiares. La principal conclusión es que la inmensa mayoría de la población se encuentra en los niveles dos y tres, si consideramos que existen cuatro categorías por nivel de ingreso. "Para tener una visión correcta del mundo no hay que hablar de las excepciones sino de lo común", sentencia Anna Rosling.
Suegro y nuera encajaron perfectamente cuando ella, programadora y diseñadora, le proporcionó las herramientas perfectas para satisfacer la obsesión de Hans: que hasta el más ignorante entendiera los datos que definen el mundo. Juntos crearon Trendalyzer, una herramienta de estadísticas animadas que en 2010 compró Google. Con el dinero que sacaron de esa operación, fundaron Gapminder, una organización que cuenta con un software para recopilar y mostrar estadísticas de forma sencilla.
Seguramente Hans Rosling fue más consciente que la mayoría de los avances globales después de más de 20 años estudiando hambrunas en África, investigando la enfermedad olvidada konzo y participando en misiones médicas para contener brotes de ébola. Y no entendió el pesimismo reinante en los llamados países ricos. "En los informativos no paramos de ver malas noticias y eso hace que el mundo nos parezca amenazante cuando no es así. Tenemos que ser capaces de poner todo en un contexto y por ejemplo cuando se produce un acto terrorista, entender que en los últimos cien años los atentados han descendido", apunta Anna. De hecho, como Hans apunta en el libro, no le gusta que le llamen "optimista" sino "realista".
Trump en Estados Unidos, Salvini en Italia, Bolsonaro en Brasil y ahora Abascal en España. ¿Por qué se da la paradoja de que cuanto más al alcance de la mano están las estadísticas reales, más triunfan los populismos? "Es muy novedoso que tengamos acceso a todos estos datos. Hace 15 años no pasaba esto, o estaban escondidos en los archivos de las organizaciones o tenías que pagar por ellos. Ahora los tenemos al alcance, pero no estamos acostumbrados y no sabemos buscarlos o interpretarlos. Y en el otro lado, hay muchas personas con una gran capacidad de contar historias dramáticas y muchos prefieren eso", sentencia.
Uno de nuestros problemas es que tendemos a pensar que la gente ha hecho malas elecciones porque no estaban informados, pero ¿y si estaban igual de informados que tú y aun así han escogido la otra opción?
Los Rosling identifican 10 prejuicios que distorsionan la visión del mundo, desde la generalización, hasta la falta de perspectiva con las cifras, pasando por el miedo que generan determinadas informaciones periodísticas. El libro es crítico con la profesión. "Aunque tendemos a estar en burbujas en las redes sociales, ahora existe un gran poder para denunciar lo que va mal y que no se quede en el olvido. No estoy de acuerdo con eso de que antes había un periodismo decente y ahora todo está lleno de populismos en las redes y todo va mal. Yo creo que había un grupo de señores mayores qué decidía qué contar y pocos lectores y no creo que eso fuera mejor. También somos más vulnerables porque hay contenidos a los que nunca habrías tenido acceso antes, pero también mucha porquería".
Factfulness tiene para todos y también afirma que los activistas y las organizaciones son muy buenos a la hora de hacernos creer que las cosas van mal. "Cuando te dicen que algo va mal, te comprometes porque quieres conseguir que cambie. Y en un contexto en el que hay muchas organizaciones dedicando su presupuesto de comunicación en conseguir tu atención, esto puede generar mucha frustración. Por eso creo que también es importante decirle a la gente que se están consiguiendo logros", apunta la experta.
Anna Rosling lanza un reflexión para hoy y mañana: "Tal vez soy una ingenua, pero creo que tener claras las nociones básicas de cómo va el mundo es un buen punto de partida para empezar a entendernos y dejar de lado las peleas ideológicas. Uno de nuestros problemas es que tendemos a pensar que la gente ha hecho malas elecciones porque no estaban informados, pero ¿y si estaban igual de informados que tú y aun así han escogido la otra opción?".
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