Chocolates de oro, el último lujo de la gastronomía española

Una puesta de sol en el sur de Francia es la historia que se esconde detrás de los bombones de chocolate Ekhi, el último lujo de la gastronomía española. La imagen del astro formando un semicírculo brillante y perfecto en el horizonte es la inspiración de esta nueva marca de chocolatería que busca romper con las propuestas de dulces convencionales y presentar un producto innovador y único en su clase.

Juan Mari Iriarte Baleztena es el creador de esta extravagancia que tuvo sus inicios cinco años atrás. Con la idea fija en crear algo “diferente”, el chocolatero de 34 años se lanzó al abismo en uno de los proyectos más ambiciosos e impredecibles de su carrera: fusionar el chocolate, uno de los postres más deseados del mundo, con el oro, el mineral más valioso. “Al principio la gente no me creía”, confiesa Iriarte. “Muchos pensaban que eran bombones comunes envueltos en aluminio dorado. No me creyeron hasta que los vieron y confirmaron que estaban bañados en oro”, cuenta.

Cada uno de estos bombones semiesféricos pesa aproximadamente 22 gramos, el doble que un dulce regular, que oscila entre los 10 y los 12 gramos. El chocolate utilizado contiene 71% de cacao ecológico y proviene de Perú, la cobertura externa es una capa de oro fino traído desde Alemania, y el relleno es gianduia de origen italiano. “Ves el oro y te da un escalofrío. [Cuando das un mordisco] el crack es profundo y la cremosidad muy suave. Toda la experiencia es brutal”, asegura Iriarte.

Pero este postre no es para todos los públicos. Con un precio que oscila entre los 180 y 200 euros la caja de nueve unidades —es decir, más de 20 euros por unidad— no sorprende que el producto esté dirigido a un público especial. “No los voy a vender en un centro comercial, es un producto para un público más selecto”, afirma el chocolatero navarro. De hecho, los bombones tienen el sello de calidad otorgado por Luxury Spain, una asociación que busca reunir a las principales marcas y productos de lujo con origen español.

De acuerdo con Mireia Montserrat, directora de comunicación de dicha entidad, lo que hace únicos a estos dulces es el hecho de que “se exponga un producto gastronómico como una joya”. “[Cuando lo comes] tienes la sensación de que el oro se está fundiendo en tu paladar. Tiene un toque metálico exquisito”, asegura.

Pero las semiesferas no son el único dulce que Ekhi tiene a la venta. El nuevo producto promocionado por Iriarte son unas tabletas rociadas con oro que buscan recrear el sabor de tres países diferentes: Ghana, con un gusto más cítrico; Madagascar, con un tenue sabor a frutos rojos; y Venezuela, con un toque de frutos secos y regaliz. “Un viaje sensorial por todo el mundo sin avión”, resalta el chocolatero.

Por ahora la venta de los chocolates Ekhi se ha hecho exclusivamente para empresas y eventos especiales, pero a partir del próximo martes estará habilitada la plataforma online para que cualquier persona pueda acceder a ellos. “A diferencia de otras marcas que venden chocolates, Ekhi vende una historia, vende una experiencia”, sostiene Iriarte. Un dulce artesanal creado especialmente para aquellos curiosos que quieran experimentar uno de los mayores lujos para el paladar: comer oro auténtico.